“Las situaciones que nos aquejan como pueblo trascienden las diferencias generacionales. Los desastres naturales y la pandemia que hemos enfrentado en los pasados años han tenido fuertes secuelas en la salud mental de las personas de todas las edades”, describe la doctora Kevia Calderón Jorge, psicóloga clínica de Psych Wellness Center y presidenta de la Asociación de Psicología de Puerto Rico.

“Ciertamente, unos se verán más afectados que otros debido a sus realidades individuales, sociales y económicas, repercutiendo en un mejor o peor ajuste a las circunstancias. Es importante reconocer que las necesidades de cada persona y las estrategias para atenderlas dependerán, también, de la etapa de desarrollo en la que se encuentra y su capacidad de afrontamiento”, agrega, mientras ofrece algunas recomendaciones.

Boomers

Según la doctora Calderón Jorge, este sector requiere mucha atención debido a que enfrenta numerosos retos que incluyen: los cambios físicos propios de la edad, tener que depender de otros para atender algunas de sus necesidades y la tensión que esto les pueda generar.

Muchas personas dentro de esta clasificación generacional tienden a ser muy independientes y autosuficientes; sin embargo, esto no significa que debamos desentendernos y dejarlas solas. La falta de contacto con familiares y amigos puede ser un elemento de mucho malestar psicológico, unido a las preocupaciones económicas y de salud que pudieran surgir”, apunta la psicóloga clínica, quien añade que se requiere que la familia y la comunidad estén atentas y les sirvan de apoyo.

Recomendaciones

“Mantenerse ocupado, haciendo tareas recreativas y estimulantes, como la lectura y realizar juegos que refuercen la memoria, el análisis y la lógica numérica, entre otros, ayudará a fomentar el mantenimiento de sus destrezas cognitivas”, explica. Aconseja realizar actividades al aire libre como cuidar de las plantas o salir a dar un paseo de manera segura.

“Aprender y exponerse al uso de la tecnología les abre las puertas a un mundo de posibilidades, ayudando a generar un mayor sentido de autoeficacia e independencia, y facilitando sus interacciones sociales y la cercanía afectiva que tanto necesitan”, apunta la especialista en conducta humana, quien recuerda que la soledad y el aislamiento colocan a este segmento poblacional en una situación de riesgo para desarrollar condiciones de salud mental. Debido a que algunos necesitarán asistencia y supervisión, estas deben ser provistas de manera compasiva y paciente.

Generación X

Las personas cuya edad les ubica dentro de esta clasificación, en su mayoría, se encuentran en una edad muy productiva laboral y socialmente. Enfrentan un sinnúmero de retos dado a la diversidad de roles y tareas que asumen”, destaca Calderón Jorge, al describir que, muchas veces, son madres, padres, empleados, cuidadores de los adultos mayores en la familia, entre otros roles que ocupan.

Muchas de las personas que se encuentran en esta etapa de la vida experimentan una fuerte sobrecarga debido a la gran cantidad de responsabilidades que asumen. Altos niveles de estrés son la orden del día, lo que, en muchas ocasiones, degenera en la aparición de afecciones físicas y mentales”, señala, a la vez que añade que, con frecuencia, estas no son atendidas con prontitud debido a que, por lo general, las personas en este grupo cuidan más de los demás que de sí mismas.

“La carga económica, las responsabilidades laborales, el cuidar de la familia y el mantener una relación de pareja adecuada pueden convertirse en estresores mayores ante los retos que experimentamos al presente con la llegada de la pandemia y los múltiples cambios en los estilos de vida y las rutinas”, agrega.

Recomendaciones

Según explica la doctora Calderón Jorge, “este sector de la población requerirá de crear una conciencia plena acerca de sus necesidades y desarrollar el balance entre cuidar de sí mismos y de los demás”, dice, mientras añade que “el autocuidado es una de las herramientas más poderosas y necesarias de la que habrán de hacer uso en estos tiempos para mantenerse integralmente saludables y estables. Esto incluye, tener una alimentación adecuada, y descansar y dormir las horas necesarias, ya que son elementos fundamentales para ser efectivos al momento de cumplir con la multiplicidad de tareas y responsabilidades que enfrentan.

También, “tomar tiempo para realizar actividades recreativas es muy necesario y representa una inversión para un mejor funcionamiento y desempeño óptimo. Llevar a cabo una rutina breve de ejercicio (20 a 30 minutos, si no se cuenta con mucho tiempo), al menos tres veces en semana, aportará al bienestar físico y psicológico”, subraya.

Asimismo, recomienda aprender a realizar ejercicios de relajación y respiración profunda, pues son estrategias de las que pueden hacer uso en cualquier momento del día y les ayudará a disminuir la tensión que la faena diaria pudiera generarles.

“Exponerse a actividades en la que la risa forme parte, también ayuda a mantener la salud y a aumentar el bienestar. Tomar tiempo para dialogar con la pareja, los amigos o los familiares, ya sea por teléfono, videollamada o presencialmente (tomando las medidas de prevención de contagio) es muy recomendado”, resalta, mientras aduce que “debemos hablar de aquello que nos preocupa, pero también de cosas sencillas y joviales que nos ayuden a desconectarnos y aumentar la sensación de bienestar. "

Otro consejo útil es sacar tiempo para estar en silencio y a solas, pues “provee la posibilidad de estar en contacto con nuestras emociones y de meditar acerca de lo que nos incomoda, identificarlo y pensar en alternativas para manejarlo. Es importante buscar ayuda cuando es necesario”, explica Calderón Jorge.

“Estar alertas a lo que nos dicen nuestro cuerpo y las personas que nos rodean puede ser de mucha ayuda para identificar esas instancias en las que debemos consultar a un especialista. Solicitar ayuda no solo significa ir a una consulta médica o con un profesional de la salud mental; en ocasiones, la primera fuente de ayuda son las personas cercanas a quienes podemos acudir para tratar de minimizar la carga de trabajo cuando es necesario”, afirma categórica, al destacar que, “ya sea que solicitemos a alguien de confianza, muy cercano que supervise o asista a nuestros hijos porque necesitamos un descanso o porque estamos demasiado alterados o cualquier otra necesidad o situación, aprender a reconocer cuando hemos llegado al límite es muy importante, pero más importante es trabajar mediante el autocuidado y la prevención para evitar llegar allí”.

Millenials

De acuerdo con Calderón Jorge, este sector de la población incluye adultos y adultos jóvenes que se encuentran en un momento de gran actividad social, intelectual y laboral.

Son personas que tienen la tecnología como parte de su cotidianidad, por lo que el uso de esta durante el tiempo de pandemia no ha sido un reto. No obstante, al igual que los demás, experimentan una sobrecarga emocional y física ante las demandas de los tiempos actuales. Aunque mencionamos que el uso de la tecnología les surge casi de manera natural esto no significa que haber tenido que cambiar el salón de clases o el escenario laboral por una pantalla de computadora, el celular o tableta no ha causado un efecto abrumador también en ellos”, afirma la psicóloga clínica, al resaltar que muchos adultos jóvenes se encuentran estudiando o trabajando desde sus hogares en un momento de sus vidas en el que las actividades sociales, recreativas y el intercambio frecuente con pares resulta ser una parte fundamental de su cotidianidad.

“A esto le podemos añadir que no todos cuentan con los recursos económicos y tecnológicos necesarios para hacer frente a las demandas del momento y el uso efectivo para continuar llevando a cabo sus tareas y responsabilidades. Esto pudiera ser una fuente significativa de estrés. A su vez, para muchos resulta muy complicado permanecer en casa y no poder disfrutar de las actividades de confraternización como solían hacer, esto puede generar frustración”, recalca.

Sin embargo, la psicóloga clínica comenta que la vitalidad que se experimenta durante esta etapa de la vida les ayuda a movilizarse hacia nuevas maneras de hacer las cosas y explorar alternativas.

“Darse oportunidad de explorar un estilo de vida más básico y menos complejo puede ser una experiencia de enriquecimiento personal si se maneja de forma adecuada o un factor de estrés si sus destrezas de afrontamiento no son las mejores”, resalta.

Según explica, altos niveles de ansiedad han sido reportados entre este sector de la población, tanto a nivel local como internacional, como resultado de todos los estresores vividos a raíz de la pandemia y demás situaciones que enfrentamos como país.

Recomendaciones

“Es importante estar atentos a las señales de sobrecarga y estrés crónicos. Los adultos y jóvenes adultos experimentan grandes retos tratando de cumplir con todas las responsabilidades que enfrentan. Mantener el balance entre las responsabilidades y el descanso es fundamental para garantizar su bienestar”, insiste Calderón Jorge. Agrega que “es importante cuidar la alimentación y la actividad física, y evitar el uso de alcohol u otras sustancias que muchas veces se utiliza como alternativa para manejar el malestar experimentando, pero que con el tiempo y un uso desmedido pudieran convertirse en un mal mayor”.

Alfas

Si bien el uso de la tecnología resulta inevitable, todos estamos más expuestos a esta debido a que permanecer en los hogares es una obligación. Por ello, las generaciones más jóvenes se benefician de igual manera de la tecnología, dado que lo manejan con mucha facilidad.

Recomendaciones

“Muchos padres y madres utilizan la tecnología para mantener entretenidos a sus pequeños y para proveer nuevas experiencias de aprendizaje. No obstante, para un desarrollo adecuado, es necesario exponer a los más pequeños a diferentes experiencias que estimulen su desarrollo y destrezas de manera integrada”, explica, para recomendar tener un balance adecuado entre la exposición a la tecnología y el uso de otras herramientas y experiencias que estimulen las destrezas verbales, motoras, cognitivas, visoespaciales, interpersonales y otras de los más pequeños.

Con la pandemia, muchos niños y niñas se han visto privamos de la experiencia de asistir a un centro de cuido o al preescolar generando que se pierdan de muchas actividades necesarias para su desarrollo. Es importante, que, en el hogar, los padres, las madres o los cuidadores estén atentos a proveer diferentes experiencias que ayuden a estimular un desarrollo físico y mental saludable y balanceado”, destaca Calderón Jorge.

Debido a que el juego es una de las herramientas por excelencia para el aprendizaje y una de las formas que los más chicos utilizan para expresarse, la doctora Calderón Jorge recomienda fomentar el uso de diferentes tipos de juegos:

  • Juegos que incluyan actividad física (brincar, correr, trepar, etc.)
  • Juegos que estimulen la manipulación de objetos (bloques, macilla para moldear, pinturas, etc.)
  • Juegos que fomenten la creatividad y el uso de la imaginación
  • Otros

Destaca la importancia de crear un balance entre la exposición a la estimulación que provee la tecnología y llevar a cabo actividades al aire libre, algunas más activas físicamente y otras que promuevan la calma y la relajación. “Es necesario para su bienestar”.

Aprender a atender el estrés

Según apunta la doctora Calderón Jorge, es importante señalar que el estrés no solo afecta a los adultos, siendo que los niños y las niñas se pueden ver seriamente afectados también.

“La estabilidad emocional de los y las menores se encuentra íntimamente ligada a la estabilidad de las figuras de cuidado primario y las personas significativas en su vida y del ambiente que les rodea”, indica, a la vez que relata que, cuando los padres, las madres o los cuidadores se encuentran muy estresados o enfrentando alguna crisis seria, ya sea de salud u otra índole, los más pequeños pueden mostrarse reactivos a las manifestaciones emocionales de estas personas significativas. De ahí emnana la necesidad estar atentos a las señales de angustia (distress) en los niños.

Por ello, deben estar atentos a las siguientes señales que pudieran indicar que necesitamos consultar a un especialista como su pediatra para que este realice los referidos pertinentes, de ser necesarios:

  • Cambios en sus hábitos de sueño o alimentación
  • Irritabilidad
  • Llanto fácil
  • Rabietas continuas
  • Dificultad para calmarse
  • Poca o ninguna motivación para jugar y explorar
  • Conductas regresivas (ejemplo: volvió a orinar la cama o a chuparse el dedo, etc.)
  • Otras

Así también, los más pequeñitos pueden beneficiarse de aprender a respirar y llevar a cabo ejercicios de relajación adaptados a su edad y etapa del desarrollo.

“Llevar a cabo actividades de esta índole junto a sus padres y madres, ayuda a que los niños y las niñas disfruten de un tiempo de calidad con sus cuidadores. A su vez, los padres y las madres pueden servir de modelos a la hora de dar el ejemplo de cómo manejar el coraje, la frustración o el estrés a través de estas actividades y la expresión adecuada de emociones”, enfatiza la doctora Calderón Jorge, quien insiste en que se debe ayudar a los niños a poner en palabras lo que sienten, ya que esto “les ayuda a ir reconociendo lo que les molesta, a la vez de que adquieren otras herramientas para expresarse”.

“Tomar tiempo para jugar sus juegos favoritos es otra manera de ayudarlos a sentirse mejor. Este tipo de actividad no solo ayudará a los niños y a las niñas, sino también a los adultos responsables de su cuidado”, finaliza diciendo.