Cada empresa define lo que espera de un candidato para que cualifique para un puesto en específico. Sin embargo, hay una serie de destrezas que debes poseer, y, si no las tienes, desarrollar, para que seas un mejor candidato para cualquier puesto que te interese, así estés preparándote para entrar al mundo laboral por primera vez o hayas decidido tener una nueva carrera en otra etapa de tu vida.

Aquí compartimos contigo destrezas que te apoyarán en este proceso. De algunas dirás que siempre las buscan o que ya las habías visto, las preguntas son: ¿las tienes? ¿las dominas? Si no las dominas, ¿qué te falta para hacerlo?

Te invitamos a que no solo leas, sino a que también te evalúes para que tus resultados te sirvan de guía. Haz un círculo en la contestación que esté más cerca de tu realidad hoy. Un 5 significa que la dominas y un 1 que no la tienes. ¡Comencemos!

Profesionalismo: es lo primero que la empresa conoce de ti desde que solicitas empleo, pues lo muestras, por ejemplo, estando disponible para entrevistas virtuales a la hora acordada y enviando los documentos que te piden en o antes de la fecha límite que te dieron. También lo demuestras en la forma en que te expresas cuando hablas y escribes, al igual que en tu imagen durante las entrevistas.

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Destrezas interpersonales: estas también las muestras desde el momento en que estableces contacto con la empresa para solicitar ese puesto. Trata con amabilidad y cortesía a todas las personas con las que interactúas en todo momento y recuerda agradecerles lo que hagan por ti. Si la empresa te contrata, serán tus compañeros de trabajo.

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Solución de problemas: en este momento, las empresas necesitan empleados que puedan proponer alternativas para agilizar procesos, simplificar procedimientos, aumentar la productividad y mejorar la efectividad de las comunicaciones, por solo mencionar algunos ejemplos. Demuestra que puedes pensar de un modo diferente y aportar de esa manera al desarrollo del negocio.

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Autocontrol: tu capacidad para manejar tus emociones en estos momentos de incertidumbre y cambio constante es esencial para tu éxito en el mundo laboral. Dedica tiempo a conocerte y a identificar lo que puede ocasionar que reacciones de un modo explosivo (por ejemplo, gritar por coraje) o emotivo (por ejemplo, llorar por sentimentalismo) para que puedas anticipar y modificar tus reacciones en todo momento.

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Resiliencia: es muy probable que hayas enfrentado situaciones difíciles en el trabajo o en tu vida personal y que hayas descubierto que te sientes más fortalecido para manejar otras situaciones en el futuro después de sobrepasarlas. El resultado de lo que hiciste te llevó a ser resiliente y tu manera de manejar esas experiencias te será útil en el lugar de trabajo.

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Colaboración: ahora que muchos empleados hacen su trabajo de manera virtual, tu habilidad para colaborar cobra aún más importancia, pues careces de la ventaja que te brinda poder caminar al cubículo o la oficina de tus compañeros para trabajar en algo o aclarar una duda. Por lo tanto, es muy importante que adquieras seguridad en el uso de varias herramientas de colaboración al igual que demuestres que puedes aportar ideas, conocimiento y experiencia siendo o no el líder del grupo.

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Empatía: ver una situación desde la perspectiva de otra persona es valioso en cualquier escenario laboral cuando colabores con empleados cuyas experiencias y vivencias son diferentes a las tuyas. Al “ponerte en el lugar del otro” demostrarás que puedes reconocer que existen otros puntos de vista y aprender de los demás para obtener un mejor resultado aunque difieras.

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Saber escuchar: para lograrlo, debes asegurarte de que estás completamente presente en el momento en que estás hablando con alguien. Serás más efectivo si prestas toda tu atención a lo que te dicen, pides que te repitan algún punto o haces alguna pregunta para aclarar lo que te están diciendo.

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Comunicación oral: tu vocabulario y tu forma de expresarte reflejan quién eres. Asegúrate de usar las palabras correctas y de que adaptas tu forma de decir las cosas, partiendo de con quién estás hablando. Por ejemplo, evita el uso de jerga y palabras técnicas en conversaciones sociales con personas que no las conocen. No trates de impresionar a los demás con lo mucho que sabes, usando vocabulario rebuscado. Al expresar ideas complejas en una manera sencilla te diferenciarás positivamente de los demás.

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Autodisciplina: cuando las empresas evalúan el desempeño de sus empleados por los resultados que producen, tu capacidad para mantenerte enfocado en tus tareas, establecer prioridades y hacer lo que tienes que hacer sin que te lo tengan que recordar serán elementos críticos para tu éxito. Si trabajas en algún lugar fuera de la empresa, como, por ejemplo, tu hogar, debes hacer un esfuerzo especial para evitar las distracciones mientras trabajas.

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Capacidad para aceptar errores: reconocer que cometiste un error y asegurarte de que no vuelves a cometerlo por lo que aprendiste de la experiencia le dice a los demás que pueden contar contigo porque puedes asumir responsabilidades y manejar situaciones incómodas.

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Tomar decisiones: todo empleado tiene que hacerlo en algún momento. Por lo tanto, asegúrate de que tienes la información que necesitas y que la analizas cuidadosamente para que puedas tomar las mejores decisiones en el momento correcto.

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Establecer relaciones: en las empresas, algunas veces tu éxito depende tanto de lo que sabes como de si conoces a quién preguntarle. Por lo tanto, debes hacer un esfuerzo por conocer a las personas con las que trabajas y también a otras personas fuera de tu lugar de trabajo con quienes puedes colaborar.

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Manejo de feedback: los comentarios sobre tu trabajo que te traiga tu supervisor o tus compañeros de trabajo te ayudarán a ser un mejor empleado. Recíbelos con gratitud y muestra tu apertura al aprendizaje sobre lo que te están diciendo. Aunque estés en desacuerdo, siempre encontrarás algo de valor en el feedback y a esto es a lo que debes prestar atención.

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Flexibilidad y adaptabilidad: el tiempo de los horarios de trabajo regulares es cosa del pasado. Por lo tanto, tu habilidad para adaptarte a diferentes localidades, horarios, supervisores, proyectos, tecnologías y equipos de trabajo, entre otros aspectos, será una parte importante de tu desempeño en el ambiente laboral. Piensa en las posibilidades de crecimiento que representa que puedas trabajar bajo todas esas circunstancias.

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Manejo de tecnología: conocer cómo usar diferentes equipos y plataformas es indispensable en los lugares de trabajo. Como mínimo, asegúrate de que conoces aquellos sistemas y plataformas más usados en tu campo profesional tales como MS Excel y MS Word, y de que puedes aprender rápidamente a utilizar las diferentes aplicaciones de videoconferencias que llegaron para quedarse.

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Todas las destrezas que hemos compartido aquí son clave para mantenerte trabajando, conseguir empleo o cambiar de puesto. Recuerda: la clave es estar listos.

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