La noticia de que el acuerdo entre la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y un grupo de bonistas para el pago de la deuda redundaría en un aumento en la factura de luz ha levantado objeción en distintos sectores del País, y los comerciantes no son la excepción.

Algunos dueños de establecimientos comerciales en la zona de Mayagüez mostraron preocupación del impacto que pueda tener en sus negocios dicho aumento, que se estima de un 5% a partir de julio próximo hasta un 28% en los próximos tres años. 

La Junta de Supervisión Fiscal, la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico (Aafaf), presentaron a la jueza de quiebras, Laura Taylor Swain, una moción conjunta para que apruebe el acuerdo al que llegaron con el grupo Ad Hoc de bonistas de la AEE y la compañía aseguradora Assured Guaranty Corp para restructurar la deuda de la corporación pública.

Taylor Swain, quien tiene a su cargo los casos de Título III de Puerto Rico, podría dirimir la moción en junio próximo.

Para Isaac Martínez, propietario del establecimiento de comida El Encanto, un aumento de esa magnitud sería un duro golpe que trastocaría toda la operación de su negocio, desde la renta hasta el precio de sus productos.

“Ese aumento va a darse. De eso no nos salva nadie. Lo mismo pasó con el IVU, llegó y nadie lo ha vuelto a quitar”, se lamentó Martínez. 

“Si ese aumento se aprueba, con toda probabilidad va a subir la renta del local”, agregó el joven empresario quien actualmente paga unos $1,500 mensuales por su establecimiento en el Centro Comercial Western Plaza.

Según Martínez, aunque todavía es temprano para conocer qué otro efecto tendrá el aumento de luz en la factura, no descarta que cualquier ajuste se le pase al consumidor.

“Los precios de los productos van a aumentar, porque no vamos a poder asumir toda la carga. Si no queremos reducir personal o el horario, vamos a tener que considerar un aumento”, apuntó.

Por su parte, una comerciante ambulante, que no se quiso identificar, aseguró que, de concretarse un alza en la factura, muchos negocios podrían desaparecer. 

“No van a tener con qué cubrir ese gasto sin afectar su negocio. O subes los precios o botas empleados. En mi caso yo pago muy poco de luz, pero los negocios que pagan renta y tienen aire acondicionado y otros gastos, va a ser muy fuerte”, sostuvo la mujer, quien posee un carrito de comida.

“Siempre es lo mismo. La gente intenta echar pa’lante, pero el gobierno nos ahoga”, apuntó.

Mientras otros establecimientos, como la panadería Ricomini en la avenida Betances de Mayagüez, ya tomaron medidas para reducir los gastos por consumo energético, pero aún les preocupa el impacto que pueda tener en su clientela. 

“Ya nosotros habíamos comenzado a cambiar los equipos como neveras y aires acondicionados a unidades ‘inverters’ o ‘energy savers’, al igual que las luces que son LED”, explicó Miguel López, propietario de la concurrida panadería. 

Por su parte, el alcalde de Mayagüez, en su mensaje de presupuesto para el año fiscal 2019-2020, auguró que, de concretarse el aumento en la luz, la economía de toda la región sufrirá un duro golpe.

“Un aumento en el costo de la energía eléctrica hará desaparecer el 50% de los pequeños y medianos comerciantes, sacudirá con fuerza a los grandes y dejará sin servicio a un 6% de la población”, sostuvo el primer ejecutivo municipal.