El pensamiento del educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos estuvo tan adelantado a su tiempo, que muy bien puede aplicarse a muchos aspectos de nuestra vida cotidiana actual sin perder ni un ápice de su valor.

Sin embargo, las nuevas generaciones apenas conocen de la obra de este ilustre puertorriqueño y de toda América.

Por eso, en busca de que más personas se expongan a sus enseñanzas, la Fundación Eugenio María de Hostos, que preside Gustavo Adolfo de Hostos, bisnieto del ilustre mayagüezano, contempla la creación de nuevas herramientas para expandir su legado, especialmente entre los llamados “millenials”.

“A través de la fundación vamos a trabajar junto a varios profesores de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez para desarrollar un ‘App’ (aplicación) para dar a conocer el pensamiento profundo de mi bisabuelo. Tenemos que utilizar la tecnología moderna para que los jóvenes se sientan identificados con Hostos”, comentó De Hostos en un aparte con este medio durante la conmemoración del 180 aniversario del natalicio del prócer mayagüezano. 

“Los ‘millenials’ no leen libros, así que tenemos que alcanzarlos con una App de Eugenio María de Hostos. Pensamientos de Hostos que lleguen diarios, por ejemplo. También, hay que pensar en el poder que tienen las redes sociales, como Twitter. El presidente Trump tiene 38 millones de seguidores a favor y 54 millones en contra, pero cada vez que coloca un tuit es ‘breaking news’ en CNN y FOX News”, apuntó.

El también empresario, residente en República Dominicana, evitó evaluar por qué la educación en las escuelas de Puerto Rico no profundiza en la vida y obra del educador mayagüezano.

Sin embargo, insistió en que será a través de las nuevas generaciones que se rescate su figura porque muchas de las ideas que desarrolló su bisabuelo se amoldan al pensamiento de la juventud actual.

“Por ejemplo, los ‘millenials’ no entienden por qué el mundo está tan mal, por qué sus padres y abuelos permitieron que el mar esté tan sucio, que haya contaminación y cambio climático. Pues mi bisabuelo lo decía claramente: ‘Hay que amar la naturaleza, hay que amar al prójimo y hay que amarse a sí mismo’. Eso es muy de los ‘milenials’”, destacó.

“Son diferentes. Ellos no quieren que la educación sea catedrática. Quieren que sea un movimiento. Por eso, sería bueno que se creara un movimiento hostosiano, de pensamiento profundo, para que los jóvenes se expongan a esas ideas e incluso, le lleven esa inquietud a sus padres. Yo creo que en los jóvenes hay una enorme oportunidad para mantener vivo el pensamiento profundo de mi bisabuelo”, insistió De Hostos. 

La Fundación Eugenio María de Hostos, de paso, respalda distintas iniciativas y proyectos que siguen la línea de pensamiento del educador puertorriqueño.

“Tenemos becas para estudiantes meritorios y también apoyamos talleres en República Dominicana y también en Cuba y Puerto Rico”, sostuvo.

Hostos nació en el barrio Río Cañas Arriba de Mayagüez el 11 de enero de 1839. Fue político, pedagogo y escritor, fuerte defensor de la independencia de las colonias antillanas y de la creación de una confederación ultramarina entre ellas.

Estudió en España, donde se formó en Leyes, formó parte del Movimiento Revolucionario Cubano creado que Nueva York, recorrió América del Sur promulgando sus ideas liberales y también fundó la escuela normal en República Dominicana, entre otras gestas. 

A través de su extensa obra y de todas las iniciativas que dirigió en su peregrinar por América, queda plasmado el pensamiento de uno de los hombres más ilustres y adelantados de su tiempo.

“Hay que leer lo que pensaba sobre la educación de la mujer, porque él fue de los primeros (en respaldarlas). Por ejemplo, todas esas tonterías que se decían hasta el siglo 19, que a las mujeres no se les podía capacitar, etcétera, fue un error garrafal y Hostos lo combatió. Hostos dijo que una sociedad no puede progresar educando solamente la mitad de la gente”, sostuvo De Hostos.

“La educación hostosiana es una educación muy valiosa. Más allá de saber todo de memoria, él quiere que el ser humano construya su pensamiento. Por eso es una de las personas que más admiro y estoy muy orgulloso de llevar su sangre en mi cuerpo”, sentenció.