La repentina suspensión del servicio nocturno a 23 participantes del programa de albergue de emergencia del Centro de Deambulantes Cristo Pobre de Ponce -el pasado lunes- activó los organismos municipales y estatales a buscar soluciones en respuesta a la crisis que enfrenta esta población.

Durante el encuentro celebrado -este martes- en la casa alcaldía, se supo que, del total de afectados, solo 15 personas accedieron a moverse a instituciones que ofrecen vivienda temporera en Mayagüez y Caguas, pero aún quedaban ocho casos por atender.

Ante la emergencia, la alcaldesa interina Marlese Sifre Rodríguez, se comprometió junto con otras organizaciones, a reubicar a estas personas lo antes posible, aunque admitió que el traslado es un acto libre y voluntario de cada participante, por lo que no se pueden obligar a aceptar una reubicación sin su consentimiento.

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“De los 23 participantes, quedan 8, y ya trazamos que mañana (miércoles) va a haber una reunión entre manejadores de casos para conocer sus expedientes, porque como bien dijimos en la reunión, no se pueden obligar a ubicarse en ningún lugar que no sea el que ellos interesen y quieran porque esto es voluntario”, advirtió.

“Igualmente, es algo que nosotros sabemos que, para ellos recibir otro tipo de servicio, en términos de su condición, es un asunto completamente voluntario para poderse rehabilitar también. Pero lo que nos compete es dónde los vamos a ubicar y ese paso ya se ha adelantado bastante”, insistió.

Entre los participantes en la mesa de diálogo, estaban: Coalición de Coaliciones, Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), Departamento de Vivienda Pública, directores de agencias municipales, organizaciones de servicio a la comunidad e integrantes de la junta de directores de Cristo Pobre.

Esto, “para ponernos al tanto y al día de lo que realmente está pasando y la situación que está enfrentando el Centro de Deambulantes Cristo Pobre y ver de qué manera podemos ayudar”.

Entretanto, el municipio entregó a la organización, un cheque de $38,000 provenientes de un balance pendiente en Subsidios para Refugios de Emergencia (ESG, por sus siglas en inglés) del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos.

“Son el restante de los $124,119 en fondos que se otorgaron en este año fiscal. En total, por parte de la administración municipal, hemos tenido tres resoluciones donde se les ha dado el dinero que han ido a competencia en propuesta y suman $324,119 dólares. Esto durante los tres años de esta administración”, reveló.

Igualmente, durante la reunión también se dio a conocer que el Centro Cristo Pobre no presentó a tiempo su propuesta para el Programa ESG, a través del Departamento de la Familia. Como penalidad, la institución no recibirá servicios durante el periodo de dos años.

“En conversaciones que se están dando con funcionarios de HUD, Olga de la Rosa para ver de qué manera se puede subsanar, pero son regulaciones del gobierno federal con las agencias estatales de Familia, particularmente, y ahí el municipio no tiene injerencia”, lamentó.

Asimismo, el ayuntamiento ponceño redujo a Cristo Pobre, el monto de una deuda de $13,000 correspondientes al Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM), con el objetivo de aplanar los problemas financieros de esta institución. Con el ajuste, Cristo Pobre solo tendrá que pagar $1,800 dólares.

Sin embargo, como condición, la organización tendrá que utilizar “un predio de estacionamiento frente al edificio principal, para que se condone la deuda en su totalidad”.

Por su parte, el presidente de la junta de directores del Centro Cristo Pobre, Luis Cruz, aclaró que la institución continuará brindando servicios a la población de personas sin hogar en el área de Ponce.

“Nosotros teníamos tres servicios activos que eran: albergue de emergencia, servicios diurnos y vivienda permanente. Lo que suspendimos fueron los servicios nocturnos. El servicio diurno se continúa dando que es desayuno, almuerzo, aseo personal, trabajador social o servicio de manejador de caso, referidos a diferentes agencias, lavado de ropa, entre otros”, afirmó.

“Por eso, tuvimos que tomar una decisión de cuál de los dos servicios íbamos a continuar, si el albergue o el servicio diurno y entendíamos que el servicio diurno abarcaba más, aunque tuvimos que tomar la decisión con mucho dolor en el alma”, confesó.

Sobre eso, Cruz evidenció que, para mantener los servicios diurnos y reactivar el servicio nocturno, la institución necesitaría entre $37,000 a $40,000 mensuales.

“Ayer (lunes) fue un día bien triste para mí, tener que decirle a una persona que vivía en la calle que terminamos los servicios nocturnos, cuando fui yo quien lo convencí para que viniera a vivir a la casa. Es el proceso de rehabilitación y, tener que suspender ese proceso, ha sido bien difícil”, aceptó.

Finalmente, la alcaldesa interina resaltó la urgencia de una reestructuración administrativa y fiscal dentro de la organización para evitar otra crisis que amenace la estabilidad de los servicios que brindan a la población de personas sin hogar.

“El Municipio de Ponce recibió un dinero para combatir la adicción a los opioides, de una demanda de clase que se presentó contra las farmacéuticas a nivel de Estados Unidos. Nosotros vamos a pedirles a ellos (Cristo Pobre) una presentación de propuesta, acorde con las regulaciones de la demanda, para poderles brindar unos fondos adicionales que pudieran presentar en su propuesta ESG o HUD. Esto sería una aportación del municipio de Ponce”, concluyó.

Aunque la facilidad tiene capacidad para 36 personas, se especificó que se vieron afectadas unas 23.