Los cambios de rutina tras la muerte repentina de un ser querido, un divorcio o la pérdida de empleo pueden provocar que las personas experimenten tristeza o angustia.

Sin embargo, la incapacidad de una persona para afrontar experiencias como estas puede desencadenar en una depresión, indicó la doctora Enid López, psicóloga clínica y directora operacional del Centro de Salud Conductual del Centro Médico Episcopal San Lucas.

Si bien es normal sentir tristeza ante una situación negativa, la persistencia de esta emoción figura como uno de los factores principales en el diagnóstico de esta condición.

“Todos pasamos por una tristeza o situación pasajera, pero ya cuando tenemos unos sentimientos persistentes de tristeza, frustración o enojo y que suelen ocurrir por dos semanas o más, no podemos esperar a que esos síntomas se agudicen”, advirtió.

De acuerdo con López, para determinar un diagnóstico de depresión es importante considerar la severidad, duración y la frecuencia de los síntomas. Algunos de estos son: falta de energía, anhedonia (la incapacidad para sentir placer), irritabilidad, pérdida de apetito, cambios en el patrón de sueño o aislamiento.

“No siempre la depresión se identifica porque la persona está llorando todo el tiempo, pero sí hay unos periodos de tristeza y en algunos pacientes se pueden identificar llantos frecuentes”, señaló la psicóloga clínica.

Resulta común vincular la depresión con la forma en que las personas reaccionan a situaciones dolorosas. Sin embargo, esta enfermedad tiene causas multifactoriales. Por ejemplo, las personas con un historial familiar de trastornos mentales están en mayor riesgo de desarrollar depresión.

Según López, otro factor de riesgo para esta condición es la edad. Aunque la depresión puede manifestarse en cualquier momento, los casos suelen ser más frecuentes en una población de 40 años o más. Asimismo, los factores hormonales en las mujeres podrían contribuir a un diagnóstico de depresión más habitual que en los hombres.

Apoyo familiar

La psicóloga comentó que existen señales que ayudan a identificar si un familiar o ser querido sufre depresión. Algunas de estas manifestaciones son desorganización en el hogar, falta de aseo o dormir en exceso. Ante esto, López aconsejó a los familiares a hablar con el paciente antes de que este pueda solicitar ayuda.

“Sentirnos tristes no está mal, pero sí debemos entender que como seres humanos tenemos debilidades y fortalezas, y recurrir a un profesional hace la diferencia”, puntualizó López.

Si considera que necesita ayuda profesional, el Centro de Salud Conductual San Lucas cuenta con una sala estabilizadora que opera las 24 horas del día, una unidad de hospitalización aguda y un programa de hospitalización parcial. Para más información, puede comunicarse al 787-625-1430.