La violencia puede manifestarse de distintas formas y en un sinnúmero de escenarios. Sin importar la edad, el género y el lugar ―como el espacio de trabajo o escuela― una persona puede ser víctima de violencia psicológica, económica o intelectual, entre otras.

“Cuando definimos violencia hay que ir más allá de la agresión verbal y física. La Organización Mundial de la Salud (OMS), desde la perspectiva de la salud humana, define la violencia como el uso intencional de la fuerza física o de las amenazas hacia otra persona o grupo de personas que tiene como consecuencia traumatismos, daño psicológico, problemas en el desarrollo e incluso la muerte”, expuso la doctora Enid López Valentín, psicóloga clínica y directora operacional del Centro de Salud Conductual San Lucas del Centro Médico Episcopal San Lucas.

López Valentín expuso que existen distintos tipos de violencia. Entre ellas destacó la violencia física o sexual, ofensiva, defensiva, violencia emocional, interpersonal, colectiva, económica, por omisión, religiosa, cultural y educativa.

Según la OMS, una de cada tres mujeres ha experimentado violencia física o sexual, la mayoría por una pareja íntima. López Valentín también subrayó que la violencia intelectual es otro tipo de violencia que suele ser menos reconocida. “Se basa en que la persona miente deliberadamente a otra persona o a un colectivo con el fin de introducir ideas. Cuando evaluamos los actos genocidas a lo largo de la historia, su semilla siempre estuvo en la violencia intelectual”, dijo la galena.

De igual forma, la violencia autoinfligida, o hacia sí mismo, no se discute con frecuencia y se ve mayormente en adolescentes, apuntó la psicóloga. Otro tipo de violencia, que también es muy observada entre adolescentes, es el ciberbullying. Este tipo de acto se ejerce a través del internet para ridiculizar, humillar o amenazar a otros.

En Puerto Rico, indicó López Valentín, la violencia criminal y de género son las más comunes.

Cómo actúa una persona violenta y posibles causas

Si nos dirigimos al perfil de una persona violenta ―particularmente en actos de violencia de género― en muchos casos presenta un historial de maltrato, condiciones de salud mental, abuso de sustancias o altos niveles de ansiedad, mencionó la especialista. Sin embargo, su exposición social suele ser diferente a la convivencia familiar.

“A nivel familiar, es una persona controladora en todos los aspectos: en pensamientos, sentimientos o estrategias de solución de problemas (…). A nivel social, se proyecta como alguien que se dedica a ayudar a todo el mundo, por lo que cualquier otra persona no la identificaría como agresor”, explicó López Valentín.

Esté atento a las “banderas rojas”

Esta característica controladora es una de las primeras señales a las que se debe estar atento. “Comienzan con frases como eres mía o mío”, señaló la psicóloga. Además, controlan la vestimenta de la pareja e inician un patrón de hacer sentir al otro culpable, añadió.

“Otro factor importante es si ha tenido relaciones poco duraderas o no habla de sus relaciones anteriores. Si tú no conoces cómo se desempeña una persona en su núcleo familiar, social o no tiene amigos, ya eso es una bandera roja”, advirtió la galena.

Luego de esos primeros comportamientos, puede comenzar el ciclo de violencia, aseguró López Valentín. Tiene tres fases: acumulación de la tensión, estallido de la agresión y la luna de miel. Esta última es la parte del ciclo donde el agresor muestra arrepentimiento y la víctima puede llegar a creer que no se repetirá la agresión.

Cómo detener el patrón de ira

En el caso del agresor, López Valentín puntualizó que, si su intención es romper con el patrón agresivo, es importante que reconozca su conducta violenta.

“Desde la perspectiva legal, la persona tiene que pagar las consecuencias de sus actos. En el aspecto psicológico, tiene que aprender a manejar su ira y la única manera es identificando y reconociendo que la forma en que está actuando, sus ideas y respuestas ante ciertos estímulos no son los adecuados y por lo tanto necesita ayuda”, enfatizó López Valentín.

Si considera que usted o un familiar necesita asistencia profesional, el Centro de Salud Conductual San Lucas cuenta con especialistas para tratar los síntomas de salud mental. La institución tiene un equipo multidisciplinario que incluye psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, entre otros. Para más información, puede comunicarse al 787-625-1430 o acceder a sanlucaspr.org.