Ante la llegada de la temporada de huracanes en Puerto Rico, es preciso contemplar como parte de la preparación la sana alimentación. Con las posibles fallas en los servicios de electricidad, agua y acceso a comercios, es muy probable que se altere la rutina diaria del adulto mayor en muchos aspectos, incluyendo la forma habitual en la que se adquieren y preparan los alimentos.

Como parte de un esfuerzo de preparación a la ciudadanía, en especial a la población de edad avanzada, Medicare y Mucho Más (MMM) se unió a la Comisión de Alimentación y Nutrición de Puerto Rico para ofrecer un plato modificado, de manera que, durante una emergencia, se eviten las complicaciones de salud por el consumo inadecuado o desbalanceado de alimentos.

Aquí algunas recomendaciones:

Frutas

Puede sustituir las frutas frescas por frutas enlatadas, frutas secas como pasas, jugo 100 % o puré de frutas.

Hortalizas y legumbres

Las hortalizas son los vegetales, mientras que las legumbres se refiere a las habichuelas. Puede variar entre gandules, garbanzos, lentejas, habichuelas de diferentes tipos, maíz y vegetales mixtos, habichuelas tiernas y remolachas, siempre seleccionando aquellos productos bajos en sodio.

Cereales y farináceos

Esta categoría va más allá de una caja de cereal, por lo que incluye otros alimentos como: arroces, pastas, cereales calientes como avena y farina, panes, galletas y papas majadas.

Alimentos proteicos

En el caso de una emergencia, puede alternar entre diferentes productos que le ofrezcan las proteínas necesarias para una alimentación balanceada, entre ellos: pollo o pescado enlatado, atún en agua, salchichas y jamonilla baja en sodio. Las almendras, maní y otras nueces, así como la variedad de legumbres enlatadas, pueden ser una fuente de proteína.

Lácteos y agua potable

Es importante mantenerse hidratado. Consuma agua potable, jugos 100 % , té y leche. Evite los refrescos carbonatados y bebidas de frutas por su bajo valor nutricional. Durante un período de emergencia, tenga como prioridad consumir agua potable.

Recomendaciones generales para lograr una alimentación balanceada en el adulto mayor durante un periodo de emergencia:

1. Procure mantener su plato balanceado en la mayoría de sus comidas durante la emergencia, según las categorías provistas. Procure que la mitad de su plato sea frutas y hortalizas o legumbres.

2. Ante la alta probabilidad de fallas en el sistema eléctrico durante un fenómeno atmosférico, consuma primero aquellos alimentos frescos que tenga en casa antes de comenzar a utilizar los productos enlatados.

3. Asimismo, utilice durante los primeros días aquello que tenga ya refrigerado (como leche, jugos, quesos, jamón y mantequilla) o congelado (como carnes y vegetales).

4. Además de los productos enlatados, incluya en su plan de emergencias el abastecimiento de verduras y viandas, ya que estas pueden mantenerse durante varios días sin refrigeración.

5. Días previos a la llegada del fenómeno, prepare hielo en cubetas y vacíelas en bolsas selladas. Continúe este proceso para tener suficiente hielo en casa y evitar tener que salir del hogar a comprar durante los primeros días después del evento.

6. Manténgase realizando sus comidas y meriendas diarias y reduzca las porciones de ser necesario. No deje de comer aunque pierda el apetito, sobre todo si utiliza medicamentos y padece de condiciones crónicas.

7. Utilice suplementos nutricionales de ser necesario para sustituir una comida o como complemento adicional a su dieta para prevenir las deficiencias nutricionales.

8. Manténgase hidratado para prevenir complicaciones de salud, evitar el estreñimiento y asegurar una mejor utilización de los medicamentos.

9. Consuma con moderación productos altos en sodio, azúcar y grasa saturada.

10. Enjuague con agua potable los vegetales y alimentos proteicos para reducir el sodio.

Educación en nutrición para una mejor salud

Reconociendo que la forma habitual de conseguir y preparar los alimentos puede alterarse significativamente durante una emergencia, Eunice González, nutricionista de MMM, destaca que es importante que los pacientes con condiciones crónicas, así como los adultos mayores, sepan que durante una emergencia pueden tener flexibilidad y modificar un poco su dieta durante unos días.

“Lo importante es que, en la medida en que sea posible, no excedan el consumo de sodio y azúcares. Siguiendo las recomendaciones de MiPlato modificado, deben hacer los ajustes necesarios en lo que pueden retomar nuevamente su dieta regular, una vez haya pasado el periodo de emergencia”, explica González.

Como distintivo de la iniciativa, también se lanzó paralelamente MiPlato Saludable para el Adulto Mayor en Puerto Rico. El plato saludable debe contener los grupos de alimentos anteriormente destacados: frutas, hortalizas y legumbres, cereales y farináceos, alimentos proteicos y lácteos. Estos deben servirse, de ser posible, en un plato de alrededor de nueve pulgadas dividido en cuatro secciones, y un círculo adyacente.

“La guía de MiPlato Saludable para el Adulto Mayor es clave para los esfuerzos continuos que MMM realiza para educar y ayudar a los adultos mayores sobre buenos hábitos alimenticios. El objetivo es reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas —como algunos tipos de cáncer, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiacas—, así como realizar pequeños cambios en los estilos de vida que permitan disfrutar de los alimentos y bebidas que se consumen sin afectar la salud”, puntualiza la nutricionista.

Como parte de las recomendaciones para el adulto mayor, también se incluye alternativas para mantenerse activos con actividades diarias que promueven el mejoramiento de fuerza, balance, resistencia y flexibilidad.

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