Apelación de Thomas Robinson llega hasta el COPUR
Tras sufrir reveses ante el BSN y la Federación de Baloncesto, el canastero de los Piratas de Quebradillas, mediante la Asociación de Jugadores, llevó su caso ante el Tribunal Apelativo de Arbitraje Deportivo.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El canastero importado de los Piratas de Quebradillas, Thomas Robinson, continuará cumpliendo la suspensión impuesta por el Baloncesto Superior Nacional (BSN) y confirmada por la Federación de Baloncesto de Puerto Rico (FBPUR) mientras la Asociación de Jugadores de Baloncesto espera por una decisión del Tribunal Apelativo de Arbitraje Deportivo (TAAD) del Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR), hasta donde se ha llevado la apelación.
El abogado Ricardo Carrillo, quien radicó el martes el proceso de apelación ante el TAAD por parte de la Asociación de Jugadores de Baloncesto, explicó que la apelación fue acompañada por una moción de auxilio de jurisdicción para que se le permita al jugador continuar participando en el torneo hasta que se atienda la apelación o el TAAD tome una determinación sobre los hechos.
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No obstante, hasta la tarde del miércoles no había surgido contestación, por lo que Robinson perdería al menos el partido de los Piratas en Guayama. Quebradillas regresa a la acción el sábado en su casa recibiendo a los Leones de Ponce.
“Lo que se le pide al BSN ha sido un planteamiento de que se celebre una vista evidenciaría y si amerita una sanción, la misma tiene que ajustarse al reglamento’, manifestó Carrillo. “La Asociación está clara de que actos de naturaleza hostil y agresiva hacia los árbitros no deben ser permitidos. Pero la persona que es imputada de la acción tiene derecho a una vista administrativa porque le están imponiendo una sanción de suspensión que afecta su trabajo”.
Carrillo dijo que el primer planteamiento de la Asociación de Jugadores es ese: que se realice una vista administrativa debido a que al jugador se le está violentando su derecho al trabajo sin tener la oportunidad de ir a una vista administrativa. El abogado insistió en que en este tipo de castigo, como afecta el derecho al trabajo del imputado, la sanción no debe ser automática.
Y en el segundo punto, según Carrilllo, la Asociación reclama que la pena impuesta a Robinson, de 15 partidos de suspensión y $5,000 de multa, “violenta el propio reglamento del BSN porque por este tipo de actuación de un jugador, el reglamento establece que la sanción a imponerse es hasta un máximo de cinco juegos y un máximo de $2,500 de multa, que fue la pena que le impusieron a Walter Hodge hace años atrás, por una supuesta imputación de la misma naturaleza, una supuesta agresión a un árbitro”, dijo Carrillo. “No puede ser diferente. No hay razón”.
Carrillo se refirió al caso del armador de los Capitanes de Arecibo, que en la campaña del 2014 fue suspendido por cinco juegos y multado por $3,000 por alegadamente agredir física y verbalmente al oficial Roberto Vázquez.
En aquel entonces, el presidente del BSN, Fernando Quiñones, dijo que el reglamento dispone que las sanciones de esta índole son automáticas y no sujetas a apelación.
Carrillo dijo que Robinson jugó el mismo día en que se anunció la apelación de la sanción del BSN. Pero agregó que cuando el Comité de Apelaciones de la FBPUR ratificó al BSN, reinstaló la suspensión, razón por la cual Robinson no podrá jugar hasta que el TAAD lo permita o no, o finalmente decida en su caso.
Robinson fue imputado de escupir y proferir palabras soeces contra el árbitro Jessed Díaz durante el partido del 5 de mayo ante los Cangrejeros de Santurce.