Belgrado, Serbia, año 2016.

En su primer torneo de calibre mundial como técnico del Equipo Nacional de Baloncesto, Eddie Casiano intentó guiar a Puerto Rico a lograr su retorno a unos juegos olímpicos en 12 años. Acudió al torneo de Repechaje Mundial de ese año con el mejor talento disponible en aquel momento. Lo acompañaban, entre otros, los armadores Carlos Arroyo y José Juan Barea y los escoltas John Holland y David Huertas, así como el delantero Renaldo Balkman. Resultado final: una honrosa segunda posición global pero sin pase a las Olimpiadas Río 2016. Tras ello, Arroyo se retiró como jugador a nivel internacional y la selección entró en un proceso largo de transición que al momento alcanzó, como su gran resultado, un pase a la segunda ronda de la pasada Copa del Mundo China 2019 en la que terminaron en el puesto 15 a nivel global.

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Año 2021, nuevamente en Belgrado.

Ya en su sexto año frente al equipo, Casiano vuelve a otro Repechaje en busca de la clasificación olímpica que elude a los boricuas desde su histórica participación en las Olimpiadas Atenas 2004, año en el que con Arroyo y él en uniforme, entre otros jugadores, le propinaron a Estados Unidos su primer revés en ese escenario con jugadores de carnet NBA. La plantilla, sin embargo, no es tan sólida en el papel como lo era la del 2016. Incluso el equipo parece estar sumido nuevamente en otra transición. No hay muchas expectativas de que Puerto Rico logre el pase a Tokio 2020 (en el 2021). Tampoco las habían en el 2016 y el equipo fue finalista.

Recordando eso escenarios, el torneo de Repechaje Olímpico comienza mañana martes y en lugar de lamentarse de lo que Puerto Rico no pudo llevar al torneo en Serbia, ya fueran por rechazos de invitaciones o problemas personales de algunos jugadores, como los refiere Casiano, el técnico boricua tiene una gran esperanza.

“Cada vez que uno está en la cancha uno tiene la posibilidad de ganar”, declaró Casiano en conversación con Primera Hora desde Serbia, haciendo eco a unas palabras que también expresó durante una conferencia de prensa que la FIBA transmitió vía YouTube.

Ciertamente Casiano sabe que su equipo adolece de muchas cosas. El capitán del equipo Gary Browne resumió algunas: ausencia de jugadores, ausencia de estatura, ausencia de conocimiento del nivel del juego que enfrentarán.

“Pero somos fieles creyentes de que se puede”, abundó Browne.

Tenemos que jugar un estilo de juego de consistencia con intensidad, sin tiempo de descanso. Trabajamos mucho con eso, para poder jugar ante la presión en todo momento porque nuestros rivales juegan pegados encima de uno todo el tiempo, negando la bola. Es un básquet diferente al que estamos acostumbrados a jugar en Puerto Rico, donde jugamos por ráfagas, y aquí en el enfoque tiene que ser de 40 minutos a los dos lados de la cancha. El área defensivo de nosotros es sumamente importante para mantenernos en juego

-Eddie Casiano

La manera de hacerlo no será sencilla. Posiblemente no será ni capaz de pintarse en un libro de jugadas.

“Tenemos nuestras manos llenas. Venimos con un equipo muy joven que está día a día ganando experiencia. Pero es un equipo lleno de mucha energía, entusiasmo y enfoque. Es un grupo disciplinado, que trabaja duro y donde no hay egos”, precisa Casiano, cuyo equipo, según el calendario, debía jugar este martes ante Senegal y el jueves ante Italia en busca de colarse a las semifinales del torneo, desde donde no habrá espacio para la derrota si se quiere quedar con el boleto a Tokio 2020. No obstante, ese juego frente a Senegal no se dará porque estos se ausentarán debido a un brote de COVID-19 en sus filas y ahora Puerto Rico tiene seguro su presencia en la fase semifinal, sujeto a si como primero o segundo clasificado del Grupo B dependiendo del resultado de su juego del jueves ante Italia.

Casiano apuntó que técnica y físicamente, su equipo tendrá que crecerse para lograr el objetivo. De nada vale analizar los juegos mirando las fortalezas y debilidades de su equipo y el de sus rivales. La clave para Puerto Rico competir y tratar de dar varios tablazos será la intensidad.

“Tenemos que jugar un estilo de juego de consistencia con intensidad, sin tiempo de descanso. Trabajamos mucho con eso, para poder jugar ante la presión en todo momento porque nuestros rivales juegan pegados encima de uno todo el tiempo, negando la bola. Es un básquet diferente al que estamos acostumbrados a jugar en Puerto Rico, donde jugamos por ráfagas, y aquí en el enfoque tiene que ser de 40 minutos a los dos lados de la cancha. El área defensivo de nosotros es sumamente importante para mantenernos en juego”, apuntó Casiano.

“Acá en Europa los equipos no cogen posiciones de descanso. Los equipos te hacen rotar cinco, seis, siete pases y te gastan. Es como el boxeador, que te va dando jab y jab al cuerpo para cansarte y luego en defensa te pegan y te quintan de tu área de confort, te pegan en las caderas y pasan contigo en las cortinas, bien físicos, y te desgastan rápidos”.

Eddie Casiano y la Selección Nacional llevan entrenando más de tres semanas y llegan a Serbia con la experiencia de cinco juegos de fogueos jugados.
Eddie Casiano y la Selección Nacional llevan entrenando más de tres semanas y llegan a Serbia con la experiencia de cinco juegos de fogueos jugados. (Ramón “Tonito” Zayas)

¿Será eso suficiente?

“Las expectativas nosotros mismos las vamos a crear. Hay que dejar todo en la cancha en cada momento, cada minuto, cada segundo”.

Browne reconoce que hacerlo así por 40 minutos es casi imposible, pues sería una actuación perfecta. Pero apuntó que en la mente de los jugadores el intento será ese.

“Es un reto que podamos hacer las cosas bien 40 minutos, sería un juego perfecto. Pero si al menos lo hacemos en 35-30 minutos tendremos la oportunidad. Soy fiel creyente de que se puede hacer”, dijo Browne.