Durante la sesión especial este lunes en el Senado de Puerto Rico dedicada a reconocer la carrera del exproductor y otora apoderado del Baloncesto Superior Nacional (BSN), Ángelo Medina, su figura fue la gran pieza que ausente.

Aunque el homenaje estuvo cargado de emociones, vivencias y gratitud por su legado, Medina, de 69 años, no pudo asistir al hemiciclo por aparentes razones de salud.

“Está muy bien, gracias a Dios”, se limitó a decir su esposa, Elsa Enid Pérez, al ser abordada por Primera Hora sobre su ausencia.

“Disfrutando su retiro, disfrutando de su producción que nunca terminará, que es la de su familia”, agregó Pérez.

Por casi cinco décadas, Medina fue una figura clave en la evolución del mundo del entretenimiento y el deporte puertorriqueño. No obstante, lleva varios años alejado de la palestra pública. A mediados de la pasada década, mientras fue cumpliendo sus contratos como manejador fue soltando el negocio y cerró su oficina de producción, Empresas Angelo Medina.

La ceremonia reunió a figuras del mundo deportivo como José Juan Barea, Carlos Arroyo, Orlando “Guayacán” Santiago, Rolando Hourruitiner, Flor Meléndez, Ricardo Dalmau, Ricardo Carillo y Yum Ramos. Su aportación al deporte boricua recayó en su rol como apoderado de los Cangrejeros de Santurce en el BSN durante 17 años.

Conquistó seis campeonatos con la escuadra santurcina.

Por el ámbito artístico, asistieron personalidades como Ednita Nazario, Rafo Muñiz, Glenn Monroig y Roberto Sueiro.

“Toda la familia estamos supercontentos. Ángelo está muy feliz. Lamentablemente, no pudo estar, pero la alegría está presente y ya nos verás porque está grabado. Así que estará riéndose diciendo, ‘ay, hoy te tocó a ti estar frente a las cámaras y no a mí’”, añadió.

Medina fue el productor de estrellas nacionales e internacionales como Ricky Martin, José José, Juan Luis Guerra, Ednita, Rocío Durcal, Tommy Torres, entre otros.

Para su esposa, la dedicatoria en el Senado fue una validación de todo lo trabajado.

“Yo lo puedo resumir como que todos los sacrificios y todos los esfuerzos que conlleva para la familia, cuando una persona se dedica en cuerpo y alma a su trabajo, valieron la pena porque vuelve a escribir páginas en la historia de Puerto Rico”, manifestó con orgullo.

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