El aumento de casos positivos al virus COVID-19 en la NBA durante el pasado diciembre, abrió las puertas para que los equipos firmaron a jugadores con contratos de 10 días.

José Juan Barea fue uno que esa posibilidad ante su consideración.

El armador de 37 años reconoció que la gerencia de los Mavericks de Dallas se comunicó para conocer sobre su disponibilidad para reintegrarse al equipo aunque fuera por un espacio breve de tiempo.

“Estuvimos cerca”, confesó Barea. “Lo que pasó fue que los jugadores volvieron, pero me dijeron que me mantuviera pendiente por si surgía la oportunidad de traerme por 10 días”.

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El reciente brote de casos positivos al coronavirus se tradujo en sobre 200 jugadores que ingresaron el programa de protocolo de salubridad. Las franquicias reclamaron 100 jugadores de la G-League para reemplazar aquellos que debían cumplir con los protocolos. Otros fueron que eran agentes libre, firmaron un contratos de corto plazo.

“Me hubiese gustado. Lo hubiera hecho porque nunca pude jugar una última vez ante los fanáticos en Dallas por el asunto de la pandemia. Dallas fue el que me llamó y me preguntó su estaba entrenando para saber si se podía. Les dije que sí, jugar cinco o seis minutos se hace fácil”, explicó.

Barea dijo que le informó a la gerencia de los Mavericks que se mantendrá entrenando por su cuenta en Miami, Florida, en la eventualidad de que surja la oportunidad nuevamente.

El puertorriqueño jugó para los Mavericks durante 11 temporadas. La 2019-20 fue su última. Fue integrante del equipo que ganó el Campeonato de la NBA en el 2011.