Antes de que se informara de los positivos a COVID en las filas de los Vaqueros de Bayamón el miércoles, los campeones habían jugado con los Mets de Guaynabo cuatro días antes, el domingo 22, y luego los Mets jugaron en el Pachín Vicens de Ponce ante los Leones el martes 24, pero al momento ni los Mets ni los Leones han presentado casos de jugadores infectados pese a que el periodo de incubación del virus es de cuatro a cinco días y a que el primer jugador afectado de los bayamoneses comenzó a presentar síntomas el mismo domingo 22.

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Debido a que ese jugador infectado no estuvo presente en Guaynabo ese día, procedió a permitir el partido de Guaynabo en Ponce del martes. Y el caso solo se detectó cuando aparecieron los síntomas porque para la temporada del 2021 los equipos no tienen la obligación de realizarle pruebas semanales a sus jugadores, como sucedió en la burbuja de Río Grande el año pasado.

Así lo aclaró el Director de Torneo del Baloncesto Superior Nacional (BSN), José Solá, restando probabilidades a la idea de que en los próximos días se pudieran multiplicar los casos positivos en los equipos mencionados.

“El juego del domingo se jugó sin una notificación de Bayamón de que hubiese algún jugador con síntomas. Luego recibimos información de que, en la noche, un jugador que no había estado físicamente en ese juego ese día había comenzado a presentar síntomas”, dijo Solá, quien recalcó que el BSN debe ser notificado no cuando la persona dé positivo, sino cuando los síntomas comiencen.

“Así que se ordenó aislamiento automático de jugadores y a la persona se le envió a hacerse la prueba. Este dio positivo y había tenido contacto con otros jugadores, por lo que se ordenaron pruebas a todo el personal del equipo y se detectaron los otros casos. Consideramos que no era un riesgo para Ponce porque el jugador no había estado ese día en la cancha, y porque el plazo entre el juego de Guaynabo (domingo) y Ponce (martes), epidemiológicamente no había riesgo”, agregó Solá.

Solá explicó que a los Mets se le realizaron pruebas el jueves, cuatro días después de la exposición con los Vaqueros, e informó que todas resultaron negativas, por lo que una ronda de pruebas a los Leones no fue necesaria.

Este dijo que ante la ausencia por renuncia del comité médico asesor que tuvieron para la pasada campaña para la burbuja, el BSN se asesora y maneja los casos con el epidemiólogo José López de Victoria, quien además es su enlace directo con el Departamento de Salud.

En cuanto al carácter de discrecional que tiene la realización de pruebas a los jugadores, Solá explicó que el más reciente protocolo fue aprobado por el Departamento de Salud “y disponía que todo el mundo se hiciera pruebas durante la pretemporada y que también se las hicieran los que no habían completado el ciclo de vacunación”.

“De ahí en adelante los que entraban a cancha tenían la garantía de una prueba negativa o de que estaban 100% vacunados. Es discrecional porque es cónsono con la orden administrativa del Departamento de Salud del 1 de julio 2021”, agregó.

Aunque los equipos no están obligados a hacer pruebas, “todos los jugadores tienen que mantener las medidas recogidas en el protocolo y todos los equipos tienen asignado un médico, que es el encargado de que la franquicia cumpla con ese protocolo y haga un monitoreo de síntomas para poder detectar cualquier caso lo antes posible”.

Ante el aumento de casos de la nueva variante del virus en la Isla, se le preguntó al Director de Torneo sobre a quién le correspondía la responsabilidad de asegurarse de que todos los asistentes a los juegos utilicen las mascarillas, artículos que cada vez menos se ven en las canchas.

“Es obligación del BSN recordarle a las personas que el uso de mascarillas es requerido, lo que es cónsono con las órdenes tanto administrativas como ejecutivas del gobierno de Puerto Rico. Pero es la franquicia la que viene viene obligada a monitorear por el cumplimiento de nuestras guías y protocolos de COVID”, finalizó Solá.