Preocupa la ola de salidas de dirigentes en el BSN: “Uno nunca sabe cuándo estará en esa posición”
Omar González, Iván Ríos, José Juan Barea y Juan Cardona son los técnicos que ya no están con los equipos que comenzaron el torneo.

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Un tercio de los equipos del Baloncesto Superior Nacional (BSN) ha cambiado de dirigente en lo que va de temporada.
Los Santeros de Aguada fueron los primeros en apretar el botón del pánico. Tras comenzar el torneo con cuatro derrotas consecutivas, despidieron a Omar González. Les siguieron los Osos de Manatí, quienes también echaron a Iván Ríos, luego de un lento arranque de los subcampeones con marca de 2-9.
Una semana después, los Mets de Guaynabo removieron de su dirección técnica a José Juan Barea. El cuarto fue Juan Cardona, que a diferencia de los primeros tres, renunció a su cargo como entrenador de los Piratas de Quebradillas.
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Pese al alarmante número de técnicos despedidos o que dejaron sus puestos voluntariamente, como Cardona, esta es la norma en el BSN cada vez que un equipo atraviesa un mal momento a lo largo de la campaña.
Allans Colón, dirigente de los Capitanes de Arecibo, entiende que esta campaña ha evidenciado la poca paciencia de los apoderados en una liga “de resultados”, aunque cuenta con el respaldo de su apoderado, José Baeza, y director de operaciones, Luis Gabriel “Gaby” Miranda.
“Llevo tanto tiempo en la liga que duele. Al ser una liga de resultados siempre viene el botón del pánico y el desespero. No sé qué pasó en el caso de Quebradillas, pero preocupa un poco la paciencia de los apoderados y si saben lo duro que es el torneo”, expresó Colón en un aparte con GFR Media después del partido del sábado entre los Capitanes y los Piratas en el Coliseo Manuel “Petaca” Iguina.
“Estamos jugando quizá uno de los torneos más parejos en los últimos años. Preocupa un poco porque uno nunca sabe cuándo estará en esa posición y se pregunta si la paciencia de los apoderados va a seguir así de corta o van a entender que esto es un torneo sólido, que cada año mejora”, añadió.
El veterano estratega ha vivido en carne propia cómo los dirigentes en el BSN son los primeros en ser señalados cuando un equipo está perdiendo.
Ha estado en el banquillo de los desaparecidos Cariduros de Fajardo, los Leones de Ponce, los Piratas, los Santeros de Aguada, los Cangrejeros de Santurce, y esta temporada regresó a la liga local tras tomarse una pausa para dirigir en México. Sin embargo, en su caso, nunca ha sido echado de una organización.
Colón piensa que los apoderados del BSN siempre han sido impacientes por obtener resultados, pero antes solían ser los dirigentes quienes decidían abandonar la dirección técnica con mayor frecuencia.
“Siempre ha habido impaciencia, lo que sucede es que en los pasados años han aguantado más los coaches. Quizá no ha habido despidos, sino coaches que se han quitado en busca de una reacción, pero siempre ha sido así. Lo que pasa es que este año se vio demasiado marcado. Estamos hablando de una tercera parte de los dirigentes y preocupa porque nadie quiere que ningún compañero pierda el trabajo”, afirmó.
Colón señaló que una de las razones por las que el torneo elevó su nivel de competencia este año fue por la aprobación de los tres refuerzos por equipo, a diferencia del año pasado cuando los campeones Criollos de Caguas eran los únicos con tres importados en sus filas.
Por otro lado, Wilhelmus Caanen, hermano de Allans y dirigente de los Criollos, compartió que le gustaría que en las demás organizaciones existiera una cultura como la del “Valle del Turabo” y quizá hasta más equipos para que los técnicos del patio tengan más talleres.
“Lamentablemente, somos uno de los países con más talento en muchas áreas, incluyendo la parte técnico táctica, y no tenemos equipo suficientes para todos los dirigentes que hay en la isla. Me encantaría que tuviéramos más equipos para que nuestros compañeros pudieran estar ahí haciendo el trabajo, que sé que todos pueden hacer”, manifestó Caanen, quien ha dirigido en San Germán, Ponce y Humacao.
”También me encantaría que todas las franquicias tengan la misma mentalidad de la organización en la que yo trabajo, que es una con mucha paciencia y propósito en lo que se está haciendo. Una de las cosas más importantes es que la organización está pendiente al proceso y no a los resultados”, abundó.

Caanen atraviesa uno de los mejores momentos en su carrera con una organización de la que goza de su apoyo y un quinteto con calibre para repetir como campeones. Sin embargo, también ha pasado por momentos complicados con otros equipos, en los que ha recibido señalamientos de fanáticos.
“Eso se maneja con madurez, experiencia y preparación. Agarrado de las manos de papá Dios, consciente de que tú haces tu mejor trabajo, confiando en lo que haces y con el apoyo de las personas que tienes a tu alrededor. Controlar lo que puedes controlar. El ruido externo se deja afuera con un sistema acústico para que no lo escuches. Hay que confiar en lo que uno hace y muchas veces pecamos de eso por las redes sociales”, dijo el mentor de los campeones defensores.
Lo cierto es que los cambios de dirigentes no han rendido frutos esta temporada. Erick Rodríguez tomó las riendas de los Santeros y continúan en el sótano de la Conferencia B del BSN con récord de 10-18.
Los Osos contrataron a Rafael “Pachy” Cruz y fueron la primera franquicia en eliminarse, mientras que los Mets firmaron al estadounidense Josh King y parecen que van por el mismo camino. Guaynabo tiene balance de 9-20 y está a cinco juegos de los Gigantes de Carolina-Canóvanas, quienes ocupan la cuarta posición de la Conferencia A.
Cardona recién salió de Quebradillas y nombraron al asistente italiano Dante Calabria como dirigente en propiedad. Los corsarios tienen asegurado su espacio a la postemporada con cuatro partidos en agenda de cara a la jornada del martes.
En el caso de los Capitanes de Colón, volvieron a la ruta ganadora el sábado y están situados en el tercer lugar de la Conferencia B con récord de 15-13.