La discusión por el nombre de los Osos que el exponente de música urbana Ozuna le pondrá al equipo que compró en el BSN para mudarlo a Manatí ha causado revuelo en los pasados días. Y esto no solo porque este haya rechazado adoptar el tradicional nombre de los equipos de dicha pueblo, los Atenienses, sino porque nuevamente obvió la figura del mamífero que que fue utilizado como inspiración para dar nombre al municipio, el manatí.

Pobre de ese mamífero dócil que no apoda ningún equipo de Manatí pese a que todavía habita en sus costas y desembocaduras, contrario a otros animales que sí son utilizados para apodar equipos sin tan siquiera existir en este 100x35, como por ejemplo el de los leones.

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Pero como los animales también sufren por no ser profetas en su tierra, la discusión ha girado alrededor de la batalla entre la tradición versus el modernismo, en donde la tradición casi siempre tiene las de perder.

El modernismo se impuso desde el arranque en el caso de los Osos de Manatí porque los apoderados del BSN que aprobaron el traslado de la franquicia de Guayama a Manatí no pusieron peros con el nombre de los Osos, figura relacionada a todo el mercadeo del Ozuna, quien es el nuevo apoderado de la franquicia.

“La propuesta de compra y traslado fue presentada con un amplio plan de mercadeo, que incluía el cambio de nombre, y cuando fue presentado ante los apoderados no generó dudas ni inquietudes y se aprobó”, dijo a este medio el presidente del BSN, Ricardo Dalmau.

Tampoco puso peros el municipio de Manatí, el alcalde José Sánchez y sus asambleístas que aprobaron que un equipo de BSN juegue en sus instalaciones deportivas y tenga, tal vez, alguna aportación para su operación del equipo. De hecho, esa fue la primera puerta que debió haber tocado Ozuna, como hizo este mismo año en Mayagüez o hubiera hecho en San Germán, si los intereses que mostró en dichas franquicias hubieran estado a su alcance.

El alcalde no ha contestado llamadas de este medio para explicar qué ocurrió y qué pesó a la hora de permitir el cambio de nombre.

Y como dicen por ahí, si el padre le quiere poner Pedro de nombre a su hijo, ¿quién es el vecino de Pedro para decirle que no puede bautizarlo así? Es decir, fuera del BSN y de Manatí, quienes son los padres y padrinos de los Osos, nadie más debe tener poder de decisión en cuanto al nombre.

Pero como todo el mundo tiene derecho a opinar, sobre todo porque la idea de cambiar el nombre polariza, se han creado múltiples opiniones en contra, a favor o con indiferencia al tema.

Hay opiniones que ponen a Manatí y al BSN a reflexionar en los efectos de si Bad Bunny le hubiese puesto a su equipo de BSN los Conejos de Santurce en vez de los tradicionales Cangrejeros. ¿Les hubiese gustado que le pagaran con esa moneda? O hay quienes dudan que San Germán hubiese vendido su franquicia a Ozuna si éste último hubiese borrado el nombre Atléticos.

El equipo que ahora jugará en Manatí era el de los Brujos de Guayama hasta la pasada temporada.
El equipo que ahora jugará en Manatí era el de los Brujos de Guayama hasta la pasada temporada. (Stephanie Rojas)

Otros ponen el nombre de Osos o Atenienses en un segundo plano, por debajo del beneficio de que exista un equipo en Manatí y de que muchos se beneficien directa o indirectamente de la economia que puede generar esa franquicia alrededor del Acrópolis de Manatí. Hablado de Acrópolis, hay oponiones que critican a los que se oponen al cambio de nombre sin saber tan siquiera por qué a Manatí le llaman la Atenas de Puerto Rico.

Se pudo evitar la discusión

La discusión para un lado o para el otro no tuvo razón de ser si el BSN hubiese tenido una estructura fija para tema de mercadeo de las franquicias, opina el exjugador del BSN y presentador del programa El Filtro, Giddel Padilla.

Padilla dijo que es partidario de que los nombres no se cambian.

“Tu no vas al Real Madrid a cambiarle el nombre. Tampoco vas a los Yankees a cambiarle el nombre. El dinero no puede ir por encima de la estructura”, opina Padilla.

Explicó que el nombre Osos no debió llegar a estar sobre la mesa de negociación si el BSN hubiese tenido al momento de la reunión con el grupo de Ozuna una estructura de mercadeo que incluya los establecidos nombres de los equipos porque estos son reconocidos de una mera mención por el pueblo en general.

“Tiene que haber una estructura , una formalidad, con un estudio de mercadeo, que me imagino que lo tienen. No puede ocurrir que venga una persona y le ponga el nombre que quiera como si fuera una plataforma aislada a la Liga”, dijo Padilla.

Bueno, por lo pronto, el tema ha sido la comidilla.

Según comentarios de los lectores de Primera Hora, la idea de nombrar el equipo los Osos no ha sido bien vista.

“Que pensarían los fanáticos de Santurce, si Noah y Bad Bunny cambiaran de Cangrejeros a Conejos (el nombre de su equipo). Que Daddy Yankee cambiara de Cangrejeros a Los Cangri de Santurce en el Beisbol. Que los Piratas de Quebradillas fueran Bucaneros y en Arecibo de Capitanes a Marineros. En Ponce serían Gatos y no Leones. Fajardo los Cara de bebe y no Cariduros. En Guaynabo como Los Campesinos y Carolina Los Enanos. En Bayamon de Vaqueros a Indios y Mayagüez de Indios a Vaqueros. Que no se me quede San Germán que serían de Atléticos a Fofos.  Yo como buen Manatíeño me aferro al Atenas de Puerto Rico y por eso soy, seré y moriré Ateniense. Las tradiciones de los Pueblos se respetan”.

Otro de nombre Cuco, agregó: “Una franquicia de larga trayectoria con una fanaticada fiel se debió quedar en su pueblo. Habían rumores de que habían candidatos de Guayama que querían comprarla pero que el apoderado Rodríguez no quiso continuar la negociación por situaciones personales con una de las persona que estaba en el grupo que quería adquirirla. Pero por lo $$$$$$$baila el mono por mas religioso que sea”.

Y wise_drunker fue más crítico al decir “Soy de Manatí. Q nombre más estúpido. Me quedo con los Vaqueros”.