Si fuera por algunas figuras del baloncesto local, el centro Peter John Ramos debería tener la oportunidad de ser evaluado por el cuerpo técnico de la Selección Nacional en su preparación para la Copa del Mundo de la FIBA.

Ramos, quien fue dejado fuera de los planes del seleccionado para este año porque según el dirigente Paco Olmos el juego del centro no encaja en su sistema, expresó a este diario su interés de ir a España. Y varias voces expertas del baloncesto de la Isla apoyarían su inclusión al quinteto patrio.

“En mi equipo, él estaría. Todos los técnicos tienen su libreto, pero si yo fuera el dirigente, él estaría en mi equipo”, dijo el ex mentor nacional Raymond Dalmau.

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Ramos es un centro de 7’3” y 300 libras con vasta experiencia internacional, aspectos en que Puerto Rico se encuentra bastante limitado.

“Nosotros tenemos una escasez en genética de hombres grandes. Si tenemos ese hombre disponible, hay que considerar contar con él y más si él dice presente”, señaló, por su parte, el otrora armador Edgar Padilla.

“El país no tiene a más nadie (en la posición). (Carlos) Yao (López) no es un centro, no es un jugador de fuerza ni suficientemente grande. Con sus fortalezas y debilidades es lo que tenemos”, agregó Padilla.

Aunque es conocido que Ramos presenta deficiencias en el lado defensivo, no es menos cierto que en la ofensiva es un jugador que todavía podría producir para el seleccionado.

“Peter trae cosas que pudieran ayudar en el juego interior con puntos y presencia en la pintura”, indicó Nelson Colón, dirigente campeón con Ponce.

“En la defensa, el dirigente tendría que ubicarlo como crea que pudiera ser mejor en su sistema”, agregó Colón.

“Todo jugador tiene deficiencias, hay que bregar con eso. Él es un jugador que cerca del canasto puede anotar. Es grande. Peter ha tenido experiencia internacional y eso es importante”, dijo Dalmau al destacar la poca exposición internacional que han tenido los novatos Matt López, Carlos López y Devon Collier.

Según Padilla, Ramos, quien debutó con el equipo adulto en El Salvador en 2002, es joven y hay que aprovechar ese talento.

“Cuando tienes un jugador como ese, que ni llega a 30 años, no te puedes rendir. Sabemos que tiene deficiencias defensivas, que a veces tiende a frustrarse y es difícil de manejar. Pero no nos podemos rendir como programa de trabajar con él, porque no contamos con una finca de jugadores grandes”, sostuvo Padilla.