Miami. El relevista Alexis Díaz no pudo hacer el trabajo en el terreno, pero tuvo el valor y el carácter para enfrentarlo.

Luego de la dura y luchada derrota de Puerto Rico ante México, la que fue acreditada a su récord, Díaz salió al encuentro con la prensa y bateó todas las preguntas.

Dijo que no tuvo nervios de lanzar en el juego de eliminación y a 48 horas de vivir en el terreno un momento comprometedor por la lesión de su hermano, Edwin ‘Sugar’ Díaz.

“Me sentía tranquilo y calmado. Son cosas que pasan en el béisbol. No me puedo quitar. Voy a seguir adelante. Son cosas que pasan”, dijo el proyectado taponero de los Reds de Cincinnati en la temporada 2023 de las Grandes Ligas.

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Díaz no pudo dar outs en la séptima entrada, en la que Puerto Rico ganaba 4-2. Permitió un sencillo abriendo y dio bases por bolas corridas. No estuvo del todo fuera de la zona muchos pitcheos.

Habló de lo difícil que han sido para él las últimas 48 horas, con su hermano fuera de acción por la operación a la que se sometió luego de la lesión que sufrió en la celebración de la victoria de Puerto Rico ante República Dominicana.

“Ha sido muy doloroso para mí, ya que hemos ansiado estar juntos en un Clásico y una pena que no pueda estar aquí. Pero soy un guerrero. No pasó lo que quería, pero voy a seguir adelante. Voy a seguir metiendo mano en la temporada. Voy a mí“, dijo.

Agregó que tuvo comunicación con ‘Sugar’, que es mayor en edad, y dijo que le habló de sus experiencias personales.

“Me dijo que son cosas que pasan, que él pasó por una experiencia así en el 2019, que me calme, que no haga caso a los comentarios negativos, que sea fuerte y adelante porque estas cosas pasan”, dijo.

Igualmente, Díaz dijo que el cuadro interior le dijo que saliera con la cabeza arriba cuando el dirigente Yadier Molina lo fue a buscar a la loma para relevarlo.

“Me dijeron ‘no ha pasado nada’, que estuviera tranquilo, que tengo el potencial para seguir adelante y que saliera con la cabeza en alto”, dijo.

Dijo que muchos de esos lanzamientos en las bases por bolas pudieron haber ido para cualquier lado.

“Desde mi punto de vista, y según lo que me dijeron los muchachos, los pitcheos estuvieron cerca. El árbitro no los vio. No es culpa mía”, dijo. “No se pudo hacer el trabajo en ese momento. Seguimos adelante”.