Carolina. Justino ‘Matino’ Clemente fue veterano combatiente en Corea y temió por su hermano cuando llegó la carta de reclutamiento del servicio militar en el 1958 para Roberto, que tenía entonces 23 años y ya era una promesa de los Piratas de Pittsburgh.

Pero el temor se convirtió luego en un beneficio.

“Esos años que estuvo Roberto en entrenamiento militar fueron muy fuertes para él, pero le ayudó mucho porque siempre estaba padeciendo de la espalda y se le acostaban encima (terapias). Cuando salió ese año de la Marina no perdió más tiempo en el banco (por lesiones) y de ahí en adelante ganó cuatro títulos de bateo”, dijo Matino.

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Clemente estuvo en el servicio militar, desde el 1958 al 1964, en la Marina de Estados Unidos. Fue soldado de primera clase con seis meses de servicio activo en Parris Island en Carolina del Sur y el Camp LeJeune en Carolina del Norte.

Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos le rindieron por primera vez un homenaje este lunes, ahora que está cerca la fecha que conmemora el aniversario 50 de su muerte, este 31 de diciembre.

Fue una ceremonia única en su clase, celebrada en el cenotafio de Clemente ubicado en el complejo deportivo de Carolina que lleva su nombre y que está cercano al casco urbano del Pueblo de los Gigantes. El cenotafio fue develado en el 1999 en memoria al ilustre carolinense.

Estuvieron presentes ‘Matino’, además de los tres hijos de Clemente, Luis Roberto, Roberto Enrique y Roberto, hijo; y sus primas Janet y Judith, hijas de Matino, entre otros familiares, y confirmaron que fue la primera vez que el servicio militar recordó a Clemente de esa manera.

“Definitivamente es algo único”, dijo Luis Roberto Clemente. “Y es bueno que se dé en este momento, porque llevamos dos semanas haciendo servicio (humanitario) en Puerto Rico. Terminamos el sábado en Guayama y hoy lunes es como un cierre. No se pudo haber hecho mejor”.

Clemente está exaltado en el Salón de la Fama del Deporte de la Reserva de la Marina de Estados Unidos y en el Salón de la Fama de Veteranos de Puerto Rico, según informó el servicio en un comunicado.

El jardinero de los Piratas de Pittsburgh exaltado póstumamente al Salón de la Fama del Béisbol nunca perdió temporadas en las Grandes Ligas mientras estuvo en el servicio militar. Jugó 18 temporadas entre el 1955 y 1972, cuando la muerte lo sorprendió.