En momentos en que el panorama parece más oscuro que nunca para Edwin “Sugar” Díaz, el naguabeño recibió un espaldarazo de dos figuras importantes dentro de los Mets de Nueva York: Su compatriota y campocorto Francisco Lindor y el dirigente de la novena, Carlos Mendoza.

Y es que, a pesar de que las cosas no parecen salirle bien al cerrador de los metropolitanos, lo menos que necesita en estos momentos es perder la confianza en él y para eso están sus compañeros de equipo.

La última salida complicada del boricua como cerrador fue el sábado, cuando subió a la lomita en la novena entrada con ventaja de una carrera frente a los Gigantes de San Francisco y no pudo cerrar en cero.

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Primero, Wilmer Flores conectó un sencillo al primer lanzamiento de Díaz. Luego, el corredor emergente Ryan Mckenna se robó la segunda y, luego de uno fuera, Lamoote Wade, Jr conectó el inatrapable remolcador que provocó que Díaz fallara por cuarta ocasión esta temporada en el noveno.

San Francisco no solo empató en la entrada de recoger los bates, sino que, además, explotaron ofensivamente en la décima para propinarle a los Mets su quinta derrota al hilo.

Sin embargo, al concluir el partido, el boricua recibió palabras de aliento, principalmente de Lindor, quien no titubeó en defender a Díaz.

El juego no se perdió en la novena entrada. Parecería que todos los días perdemos los partidos en una sola entrada, pero no es así. Hay que mirar todo el juego. Me parece que es un poco injusto que todo recaiga sobre el cerrador”, apuntó el campocorto boricua.

“No toda la culpa es de él (Díaz). Es de todos nosotros. Tenemos que jugar mejor. Es difícil para ellos. Si logran el salvamento, dicen “más le vale’. Si lo pierden, dicen ‘¿cómo es posible?’. Pero no todo es su culpa”, reiteró Lindor a la prensa estadounidense.

Han sido dos largas semanas para Díaz, quien ha permitido carreras en sus últimas cuatro apariciones en la lomita en la novena entrada. En lo que va de temporada ha tenido 20 apariciones, posee récord de 1-1, pero su efectividad está muy por encima de lo acostumbrado, 5.40.

Su desempeño ha sido causal para que más de uno piense que debería ser relegado del puesto de taponero de los Mets y hasta el propio Díaz comentó la semana pasada que estaría dispuesto a dejar esa posición si así se lo piden.

Sin embargo, el viernes lanzo la séptima entrada, también frente a San Francisco y logró cerrar en cero, antes de fallar el sábado.

Luego del desafío, el dirigente de Nueva York, Carlos Mendoza, dijo que, a pesar del mal momento por el que atraviesa, todavía cuenta con él para darle la esférica en los momentos culminantes del partido.

“Es nuestro cerrador. En la medida que busquemos la forma de estar donde queremos estar, él tiene que lanzar… Es demasiado bueno en el montículo y estamos confiados en que podrá darle vuelta a la situación”, subrayó el mentor de los Mets, quienes, sin contar el partido del domingo, tenían récord de 21-30 y habían perdido 12 de sus últimos 15 compromisos.

La última vez que Díaz logró un salvamento fue el 6 de mayo. En lo que va de temporada, ha fallado cuatro intentos de salvamentos en nueve capítulos.

Aun así, el boricua confía en que recuperará su forma y se mantendrá como el taponero de la novena.

“Creo que sí. Tengo que hacer mejor mi trabajo, obviamente, pero siento que todavía soy la persona para tener la bola en la novena entrada”, acotó Díaz.