Cayey. El béisbol es, quizás, el deporte más supersticioso que existe y esa no es la excepción con los Toritos de Cayey en la Liga de Béisbol Superior Doble A (LBSDA).

Desde el año pasado, los Toritos han tenido un amuleto de la suerte que los ha ayudado a ganar partidos cuando están abajo en el marcador. Ese amuleto es Firulais, un perrito que cada vez que entra al terreno mientras se disputa un juego en el Estadio Pedro Montañez, de Cayey, los Toritos salen victoriosos, sin importar por cuántas carreras estén perdiendo.

Por esta razón, Firulais se ha convertido en el perro más reconocido y querido por el pueblo de Cayey, incluyendo los jugadores de los Toritos, que ya hasta se sienten más confiados una vez el can decide ingresar al terreno.

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“Ese perrito empezó a salir en una de las series de la Sección Central y da la casualidad que cada vez que salía nosotros ganábamos. Ya para la segunda vez que salió los fanáticos empezaron a decir: ‘Hoy ganamos porque salió el perro’ y siguieron con eso. De casualidad, en el primer juego de la serie final salió en la primera entrada y, obviamente, ganamos ese juego”, relató el capitán y segunda base de los Toritos, Richard González.

“Usualmente, este equipo es bastante confiado, pero para ser honesto, cuando el perrito salió la semana pasada yo estaba a punto de batear y cuando yo lo vi rápido pensé: ‘Nosotros no perdemos hoy’“, comentó entre risas.

Ante la reacción que ha generado en Cayey, la administración de los vigentes campeones de la Doble A decidieron adoptar al perro, quien ha hecho del Pedro Montañez su nuevo hogar.

La encargada de la oficina de Manejo de Emergencias en el Estadio Pedro Montañez, Nilda Fernández, se ha dedicado a cuidar de Firulais. Fernández es quien baña y alimenta a la nueva mascota, a quien describió como “un perrito especial”.

“Firulais es un perrito que todo el pueblo de Cayey lo quiere, él es un animal bien especial. Él entra a todas las tiendas y oficinas del pueblo. Cuando él ve una puerta abierta, entra y se acuesta por un buen rato para tomar aire acondicionado”, contó Fernández.

“Un día yo decidí bañarlo porque al ser un perrito de la calle tenía un poco de mal olor. Le compré ‘shampoo’ de perro y compañeros del estadio me regalaron unas toallas para secarlo. Yo le compro comida, pero a veces en la calle la gente me da comida para él”, agregó.

La encargada de la oficina de Manejos de Emergencias del Estadio Pedro Montañez, Nilda Fernández, junto a Firulais.
La encargada de la oficina de Manejos de Emergencias del Estadio Pedro Montañez, Nilda Fernández, junto a Firulais. (Nahira Montcourt)

Por lo general, Firulais pasa sus días junto a Nilda en la oficina de Manejo de Emergencias del Estadio Pedro Montañez. Allí se acuesta en una silla que Fernández le consiguió y pasa horas durmiendo.

Por su parte, los Toritos cayeron el pasado viernes ante los Arenosos de Camuy en el tercer juego de la serie final, que se celebró en el Estadio Pedro Montañez. ¿Se acabó la magia de Firulais?

Curiosamente, a diferencia del primer partido de la final, el amuleto de Cayey no salió al terreno en esta ocasión cuando los locales estaban perdiendo y se mantuvo en la oficina de Manejo de Emergencias debido a que se sentía mal, según Fernández.

La pregunta es, ¿volverá Firualais a hacer una apirición en lo que resta de serie final?