José Berríos nunca soñó con jugar con los Blue Jays de Toronto en las Grandes Ligas cuando dejaba correr su mente sobre posibles destinos donde poder hacer lo que más le gusta. Un golpe del destino vivido este pasado año le permitió conocer a la organización y la ciudad. Fue el cambio que le llevó allí desde su antigua casa beisbolera en Minnesota. Y qué bien que fue así. Gracias a ese buen tiempo vivido durante tres meses de la pasada campaña el bayamonés conoció todo lo que necesitaba conocer del equipo que dirige el boricua Charlie Montoyo y su mente cambio a tal punto que esta semana acordó firmar una extensión contractual con la organización por siete años y $131 millones.

Berríos fue presentado en la tarde de hoy por los Blue Jays en el Rogers Stadium de Toronto. Allí estampó su firma en el acuerdo que se convierte en el segundo más grande firmado en la historia del béisbol por un pelotero boricua solo detrás del pacto de $341 millones de Francisco Lindor con los Mets de Nueva York. El pacto es además el más valioso firmado por un pitcher boricua en la historia dejando atrás uno de cuatro años y $45 millones que firmó Javier Vázquez con los Yankees de Nueva York en el 2004.

“Nunca pensé que iba a jugar con Toronto. Cuando me dieron la oportunidad de venir aquí a este gran equipo, mi mente cambió. Dios me puso en una situación de hacer algo especial”, ha declarado Berríos durante la conferencia de prensa.

“Estoy entusiasmado con esta nueva oportunidad. Quiero darle las gracias a Dios por las habilidades que me dio para jugar este deporte. Sin Él no podía estar aquí. Y también darle las gracias a mi esposa y tres hijos que han sido una gran parte de mi carrera”.

Berríos, de 27 años, fue cambiado a los Blue Jays desde Minnesota el 30 de julio pasado. En sus tres meses en la franquicia realizó 12 aperturas y acumuló marca de 5-4 con un ERA de 3.58. Ponchó a 78 oponentes en 70.1 entradas.

Pero más allá de eso conoció el gran talento que tienen montado los Blue Jays, quienes lucharon hasta el día final de la temporada un puesto de wild card de la Liga Americana ante los Yankees de Nueva York y los Red Sox de Boston.

Ese tiempo fue más que suficiente para sentirse a gusto con el equipo y la ciudad, al punto que se atrevió a acordar la extensión un año antes de tener el derecho de explorar otras vías en el mercado de la agencia libre.

“Todos los jugadores aspiran con la agencia libre. Pero cuando vine en la pasada temporada y vi en la manera que me trataron, me hizo cambiar el pensamiento. Fue una gran oportunidad y estoy contento con la decisión tomada. Me siento cómodo aquí y seguro que estaré en una buena posición en los próximos siete años... Solo estuve dos meses jugando, pero me siento como en casa”, dijo Berríos.

“Este equipo tiene el potencial para hacer cosas grandes”.