El béisbol de las Grandes Ligas que hoy conocemos no sería lo que es si no fuese porque hace más de un siglo grupos de hombres afroamericanos decidieron demostrar que podían jugar al béisbol igual o mejor que un pelotero blanco.

Según los historiadores, los primeros reportes de personas que jugaron lo que luego evolucionó en béisbol se registraron alrededor del 1850, y ya en el 1867 algunas ligas comenzaron a prohibir la participación de negros en las ligas que fueron creándose.

“Yo creo que a este tema no se le ha dado la importancia que se merece. Porque las Ligas Negras al final lograron cambiar el béisbol como lo conocemos hoy día”, expresó el historiador e investigador de béisbol Jorge Colón Delgado, quien ha estudiado las Negro Leagues al realizar trabajos de investigación sobre la trayectoria de peloteros boricuas.

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El tema de las Ligas Negras cobra vigencia estos días porque la primera liga organizada de hombres negros se fundó hace 100 años. Major League Baseball tenía grandes planes de celebrar eso este año, y todo está detenido ahora mismo por causa de la pandemia del coronavirus que ha forzado que la temporada 2021 no haya arrancado.

La Guerra Civil estadounidense entre 1861 y 1865, conflicto que tuvo entre sus principales causas la controversia en cuanto a la esclavitud, profundizó la segregación, pero de igual modo los afroamericanos consiguieron seguir practicando el béisbol en lo que se conoce como el periodo de las ligas negras independientes, que corrieron entre el 1863 y el 1819.

Y entre esos pioneros que jugaron en esas ligas Negras independientes también hubo puertorriqueños.

Pero entonces, en el 1920, apareció Rube Foster, uno de los mejores lanzadores de la época de esas ligas independientes, quien decidió fundar la Negro National League en el 1920, cambiando la historia del ‘pasatiempo americano’.

El impacto fue tal que a la Negro National League (1920-31), le siguieron la Eastern Colored League (1923-28), la American Negro League (1929), la East-West League (1932), la Negro Southern League (1932), la Negro National League (II) (1933-1948) y la Negro American League (1937-60).

Las ligas no estuvieron inmunes de los estragos causados por la Gran Depresión, como demuestra el hecho de que algunas de esas entidades que se establecieron duraron solo unos años. Sin embargo, la cantidad de organizaciones fundadas refleja la cantidad de peloteros interesados.

Las ligas negras pusieron en vitrina ante el mundo del béisbol el talento de los afroamericanos en una época de abierta segregación. Además, generaron empleos y capital para jugadores, dueños, dirigentes y otros sectores de la sociedad negra estadounidense. Sin embargo, su mayor logro fue también el comienzo de su fin.

Cuando el propietario de los Dodgers de Brooklyn, Branch Rickey, decidió contratar a Jackie Robinson, este no le hizo quedar mal y a partir del 15 de abril de 1947, cuando debutó en las Grandes Ligas, abrió una puerta que a largo plazo marcó el fin de las ligas negras.

Antes de todo eso, muchos de los mejores jugadores negros estadounidense jugaron por años en ligas del Caribe y México. En Puerto Rico fueron leyendas jugadores como Satchell Paige y Willard Brown. Estos gozaban de jugar en Puerto Rico porque aquí eran tratados como seres humanos, sin distinción por su color.