Cuando crecía, Manny Colón vivió rodeado de puertorriqueñidad y de béisbol, principalmente del Astro Boricua, Roberto Clemente.

Y cuando aceptó que sus habilidades no le permitirían llegar a las Grandes Ligas como pelotero, y al tener en cuenta el dato de que menos del 1% de los peloteros que lo intentan llegan a Grandes Ligas, decidió que quería estar involucrado con el béisbol de las Mayores de la manera que fuese, y puso su mira en lograrlo como ejecutivo.

Luego de desempeñarse en varias posiciones ejecutivas con los Marlins de Miami durante casi dos décadas, el boricua fue nombrado el viernes como Director de Operaciones de liga menor de los Athletics de Oakland.

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“Desde el día uno llegar a Grandes Ligas mediante una posición gerencial era mi meta. A los 16 años, cuando estaba en escuela superior, ya yo lo tenía claro. Si no llego jugando pelota, voy a llegar como ejecutivo”, recordó Colón vía telefónica desde Miami. “Fui a la universidad en Tennesee (donde se crió, aunque sus padres son puertorriqueños) y luego hice la maestría en St. Thomas de Miami para prepararme para ser ejecutivo de Grandes Ligas”.

Comenzó con los Marlins de Miami en el 2001 como practicante de mercadeo, y para cuando salió de la organización en el 2020, cuando el equipo no le renovó el contrato luego de la salida del presidente de operaciones de béisbol, Michael Hill, se desempeñaba como Director de Viajes y Operaciones del club.

En su éxodo forzado del béisbol, Colón dijo que en año y medio tuvo que tomar otros empleos incluyendo una exhibición del pintor Vincent Van Gogh, y que estos le ayudaron en sus capacidades de manejar y de comunicarse mejor con la gente.

Dijo que se comunica mucho con el primer dirigente boricua en las Mayores y hombre de béisbol, Edwin Rodríguez, y que en sus conversaciones han tocado el tema del camino de las oficinas administrativas que pueden tomar muchos puertorriqueños que no logran llegar al circo grande mediante sus habilidades en el terreno.

“Hablo mucho con Edwin y hemos conversado de que se puede llegar a las Grandes Ligas jugando, pero también se puede llegar a la oficina ejecutiva”, contó. “Puerto Rico está preparado para todo. Hay gente inteligente. Las universidades son buenas. Vamos a preparar a estos muchachos que no llegan a Grandes Ligas para que lleguen a las oficinas ejecutivas. Llevo en esto muchos años. Trato de ayudar a cualquier boricua o latino que lo quiera hacer. Hay buenos trabajos”.

Como ejemplo de que su idea mencionó a otros boricuas en posiciones administrativas importantes en MLB, como lo son Moisés Rodríguez, asistente del gerente general de los Cardinals de San Luis; Eddie Romero, vicepresidente ejecutivo y asistente del gerente general con los Red Sox de Boston; Carlos Rodríguez en Tampa Bay, vicepresidente de desarrollo de jugadores y scouting internacional de los Rays; y de Rolando Fernández, vicepresidente de scouting internacional de los Rockies de Colorado.

“Yo me imaginó que Moisés, Carlos o Eddie, uno de los tres, será el primer gerente general boricua de las Grandes Ligas. Y hay muchos como scouts y en los ‘front offices’”, dijo Colón.

‘’Para mí, creo que cuando comencé, ningunos de ellos estaba aún. No había ninguno. A los latinos siempre los envían a la cuestión internacional. Y eso es bueno, porque hablamos el idioma, pero ¿por qué nos tiran para internacional solamente? ¿Por qué no podemos lograr ser gerentes, o Director de Viajes de Grandes Ligas? Necesitamos romper los estereotipos”, agregó, recalcando que también en el área de scouting hay personas puertorriqueñas que pueden llegar a ser directores de scouting.

Mientras sigue dando la batalla por los boricuas y los latinos, Colón dijo que se está disfrutando su nuevo empleo con la organización de Oakland, posición en la que tendrá a su cargo la supervisión de las operaciones relacionadas al béisbol en las instalaciones de entrenamiento del equipo en Arizona y en todo Estados Unidos con todos los clubes de liga menor afiliados, incluyendo asesoría a la academia del club en República Dominicana.

“Estoy muy contento por lo de Oakland. Los empleados que tengo llevan 15 y 20 años y son unos fiebrús. Pero aparte de las posiciones y ascensos, si no tengo pasión no logro nada. Y yo soy feliz haciendo esto. Así que mientras Oakland quiera yo seguiré ahí. Quiero seguir abriendo puertas, para que todos los latinos que están por subir tengan las mismas oportunidades que yo he tenido”, manifestó.

“Este es el capítulo dos de la historia de Manny Colón”, finalizó.