La fila de público para comprar taquillas para el juego inaugural de los Cangrejeros de Santurce en el estadio Hiram Bithorn parecía interminable.

Igualmente , la entrada principal del recinto estaba afectaba por la alta congestión de personas.

¡Y no era para menos!

Luego de que los fanáticos reclamaran por tres años el regreso los Cangrejeros a la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, el mismo se completó cuando el equipo jugó en su casa original ante más de 5,000 fieles que se dieron cita para el partido de ayer contra los Gigantes de Carolina.

Relacionadas

“Llevo muchos años siendo fanático de los Cangrejeros y extrañaba venir al verlos. Y me alegra venir al Bithorn y verlo así lleno de fanáticos”, dijo Rubén Torres, cuyos Cangrejeros jugaron en Juncos en el 2012 cuando volvieron a la liga, pero están nuevamente en su cueva sin inconvenientes.

“Ya era hora que pudieramos verlos jugar aquí en el Bithorn. Esta es su casa. Además, tienen un grupo de jugadores prometedores con una buena cepa de jóvenes para desarrollar. Hay buen futuro”, agregó.

Precisamente, el futuro era lo que se destacaba en los alrededores del estadio mientras la gente hacía fila para entrar, pues se veían muchos niños con sus padres. Algunos de ellos hasta jugaban pelota de forma improvisada en una esquina en lo que sus padres hacían fila.

“Hace tiempo que no se daba la oportunidad de venir con mi hijo a ver un juego de los Cangrejeros”, expresó a Primera Hora Luis Morales.

“Él juega en una liga de 9-10 años y le dieron taquillas. Todo su equipo vino con sus padres a ver el juego. Pero aún si no le hubieran dado taquillas, hubiese venido con él. Hay que ir desarrollando la base de fanáticos del futuro”, sostuvo.

A su vez, los hermanos Frances y Eduardo Medero dijeron presente con sus respectivas gorras cangrejeras para apoyar al equipo y con rostros de entusiasmo ante la oportunidad de ver las luces del Bithron encendidas por primera vez en cuatro años.

“Desde que nací soy cangrejera. Estoy súper contenta de ver esta larga fila para boletos. Me gusta lo que veo. Ojalá esté así toda la temporada”, dijo Frances.

“Y empezamos la temporada ganando el primer juego en Caguas. Hubo buena asistencias de fanáticos cangrejeros allí. Aquí en el Bithorn hay también bastantes personas. Honestamente no esperaba tanta fanaticada respondiendo. Eso es positivo”.

Comenzado el partido, la gente se metió de lleno en la acción, celebrando temprano la eficacia demostrada por el lanzador cubano Jorge Martínez y la defensa del equipo al sacar de out a los bateadores de Carolina a son de conga, uno, dos y tres en la primera entrada.

La alegría continuó en la segunda entrada cuando Carolina tenía corredores en las esquinas amenazando con anotar, pero el receptor Christian Vázquez fusiló a Robinson Cancel con un tiro oportuno a tercera base cuando Cancel intentaba una pifia. El grito de “!Juaa!” fue unísono entre la multitud en el Bithorn ante la magistral jugada defensiva.

Sin embargo, el entusiasmo disminuyó luego de un error de Martínez en el tiro a segunda base en busca de una doble matanza, lo que permitió la primera carrera de los Gigantes. Aún así la audiencia se mantuvo atenta al partido, inclusive aplaudiendo en apreciación cuando Anthony García sacó la pelota del parque en la novena entrada por Carolina.

La euforia del público se apoderó del viejo estadio con el regreso de los Cangrejeros de Santurce a su eterna casa por primera vez en tres años.