West Palm Beach, Florida. El día que el jardinero de Houston, Josh Reddick, dijo que él y otros jugadores habían recibido amenazas de muerte a raíz del escándalo del robo de señales, el jefe del sindicato, Tony Clark, aseguró que la seguridad se había convertido en un asunto serio para algunos afiliados.

“Son innegables las preocupaciones derivadas de comentarios de que... hay una gran inquietud que amerita garantizar la protección de ellos y sus familias”, dijo Clark ayer al término de una conversación con los Astros.

“Sin duda garantizar que nuestros jugadores y sus familias puedan ir al campo de béisbol y retirarse, y que los peloteros se desempeñen con seguridad... es un asunto importante que requiere atención”.

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Clark hizo sus declaraciones antes de que Reddick dijera a la prensa que ha recibido amenazas de muerte en las redes sociales y que personas habían comentado sobre los retratos de los mellizos de él que ojalá les dé cáncer.

Reddick señaló que sus compañeros también han recibido mensajes de amenaza y que le parece “muy aterrador” que su esposa e hijos lo acompañen en los partidos de visitante de los Astros esta campaña debido a que son conocidos los hoteles del equipo.

El comisionado del béisbol, Rob Manfred, concluyó el mes pasado que los Astros infringieron las reglas por utilizar una cámara de televisión para robar las señales de los receptores contrarios cuando se enfilaban a la conquista de la Serie Mundial 2017 e hicieron lo mismo de nuevo en la campaña 2018.

El piloto AJ Hinch y el gerente general Jeff Luhnow fueron suspendidos una campaña y después el equipo los despidió. No se adoptaron medidas disciplinarias contra los jugadores.

Algunos jugadores de otros equipos han dicho e insinuado que lanzarán intencionalmente la pelota a golpear a los jugadores de los Astros esta campaña.

Nick Markakis, de Atlanta, dijo el martes que “cada jugador de allá necesita una paliza”.

Clark dijo que el sindicato ha tenido conversaciones con la MLB sobre garantizar la seguridad de los jugadores y sus familias y que los comentarios “son difíciles de ignorar”. Sin embargo, señaló que el sindicato tiene como propósito defender a sus afiliados.

“Jamás me disculparé por proteger los derechos de los jugadores”, apuntó.

Clark, que visita a cada equipo durante la pretemporada, dijo que el robo de señales fue parte de los cambios causados por la tecnología en los últimos años.

“Se manifiesta en cómo se manipula el tiempo de servicio de los jugadores, en cómo estamos viendo los abusos en la lista de lesionados, en cómo se afecta directamente el tipo de juego que se desarrolla en el campo”, afirmó.

“Sé que muchos titulares mencionan el robo de señales, pero la verdad es que esta conversación sobre tecnología va mucho más allá”.

Clark considera que se ha vuelto “muy problemático” permitir que la tecnología incida en todas las facetas del béisbol.

“Hemos desarrollado esta cultura de permitir que se hagan todas estas cosas para afectar el juego como se está haciendo, porque somos hiper-eficientes y en verdad listos”, apuntó. “Se ha permitido el agravamiento de esa cultura y ya está afectando a nuestro deporte”.

Hay conversaciones en curso entre el sindicato y la MLB sobre restringir aún más la disponibilidad de vídeo durante los partidos.

“Hemos discutido el cambio de lugar de la sala de repeticiones para que no esté tan accesible”, señaló Clark.