Denver. El ‘sho-case’ de Shohei Ohtani también se convirtió en un gran escenario para Vladimir Guerrero Jr.

Ohtani desató su recta de 100 mph mientras lanzaba una entrada perfecta para la victoria y se convertía en el primer All-Star que lanza y batea del béisbol, Guerrero sacudió al Coors Field con un jonrón de 468 pies y la Liga Americana dominó 5-2 el martes para agregar su octava victoria consecutiva.

Ohtani resultó el lanzador ganador del Clásico de Verano mientras que Guerrero Jr. fue seleccionado como el Jugador Más Valioso del encuentro.

De cerca y de lejos, todo el enfoque del béisbol estuvo sobre Ohtani desde el principio.

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Jugadores de ambos equipos se subieron a los pasamanos del dugout para observarlo, y la sensación japonesa se fue de 2-0, pegando dos roletas como primer bate y bateador designado de la Liga Americana.

Jared Walsh, compañero de Ohtani en los Angels de Los Ángeles, salvó - con su guante. Hizo una atrapada mientras se deslizaba en el jardín izquierdo en un complicado batazo de Kris Bryant con las bases llenas para finalizar la octava entrada.

Entonces, incluso con los equipos vestidos con uniformes nuevos que los usuarios de las redes sociales consideraron un ponche en lugar de un jonrón, el resultado fue familiar. Mike Zunino también jonroneó para la Liga Americana, que mejoró a 46-43-2 en general en la serie.

J.T. Realmuto pegó un cuadrangular para la Liga Nacional en una noche en la altura del Coors Field, la mejor plataforma de bambinazos en el béisbol.

Derecho de 27 años y en su cuarta temporada de Grandes Ligas, Ohtani ha deslumbrado. Lidera las Grandes Ligas con 33 jonrones y tiene marca de 4-1 en 13 aperturas como lanzador, un tipo de actuación que no se veía desde Babe Ruth en 1919 y 1920, antes de que el Bambino decidiera abandonar el montículo para dedicarse a disparar batazos.

“Esta ha sido la mejor experiencia, la más memorable”, dijo Ohtani a través del intérprete Ippei Mizuhara. “Obviamente, nunca he jugado en los playoffs o la Serie Mundial, así que una vez que haga eso, probablemente lo supere. Pero este ha sido el más memorable”.

Ohtani fue una doble amenaza de tres dígitos en Denver. Conectó un cuadrangular de 513 pies durante el Home Run Derby del lunes y realizó un lanzamiento de 100.2 mph a Nolan Arenado el martes.

“Fue tan bueno como se anunció”, dijo Arenado.

Después de un día completo, Ohtani durmió hasta las 10:30 a.m.

“Fue mucho más agotador en comparación con la temporada regular, pero si todos se divierten, no tengo problema”, dijo.

Major League Baseball incluso hizo un ajuste de reglas para Ohtani, lo que le permitió ser reemplazado como lanzador y permanecer en el juego como el bateador designado después de terminar de lanzar. Pegó dos roletazos: el segunda base de Pittsburgh, Adam Frazier, hizo una gran jugada con el guante al revés que evitó un hit contra Max Scherzer comenzando la noche.

Ohtani se combinó con Lance Lynn, Kyle Gibson, Nathan Eovaldi, Gregory Soto, Chris Bassitt, Andrew Kittredge, Matt Barnes y Liam Hendriks para ceder solo ocho hits.

Hendriks consiguió el salvamento, ayudado por un rebote afortunado que convirtió lo que habría sido un lanzamiento descontrolado en un out en segunda.

A pesar de otra temporada de muchos ponches, lo que ha alarmado a los líderes del béisbol, los bateadores de la Liga Nacional se poncharon 12 veces mientras que los bateadores de la Liga Americana solo tuvieron tres.

Aún así, el resultado fue familiar. La Liga Americana ganó 20 de los últimos 23 Juegos de Estrellas, incluyendo un empate.

Si bien todo se mide con precisión en estos días, el cañonazo de Guerrero en la tercera entrada contra Corbin Burnes, de Milwaukee, fue asombroso incluso antes de que Statcast revelara que fue de 468 pies, el más largo desde que se comenzaron a medir los Juegos de Estrellas en 2015.

Cuando la pelota aterrizó en la parte superior de los asientos del jardín izquierdo debajo del enorme tablero de video, el campocorto de la Liga Nacional, Fernando Tatis Jr., otro de los ‘juniors’ entre una cifra récord de 42 estrellas por primera ocasión, giró lentamente y puso ambas manos sobre su cabeza.

El jonrón de Guerrero fue el número 200 en la historia del Juego de Estrellas y siguió el camino al bate de su padre, Vladimir Guerrero, quien le pegó un jonrón a Brad Penny en el juego de 2006 en Pittsburgh. Se unieron a Bobby Bonds (1973) y Barry Bonds (1998 en Coors) y Ken Griffey Sr. (1980) y Ken Griffey Jr. (1992) como los únicos dúos de padre e hijo con jonrones en el Juego de Estrellas.

Guerrero agregó un rodado remolcador en el quinto contra Trevor Rogers, de Miami, y Xander Bogaerts, de Boston, siguió con un sencillo productor para una ventaja de 4-0. Ambas carreras fueron inmerecidas luego de que el campocorto Brandon Crawford cometiera un error en el roletazo de Teoscar Hernández.

Marcus Semien, de Toronto, había dado la ventaja a la Liga Americana con un sencillo productor en la segunda entrada ante Burnes, quien cargó con la derrota.

Realmuto conectó un cuadrangular en la quinta frente a Soto, un batazo de 430 pies que fue el primero de un All-Star de Filadelfia desde Mike Schmidt en 1981.

Zunino conectó un vuelacercas de 433 pies en el sexto contra Taijuan Walker y en la parte baja permitió una anotación con un ‘passed ball’.

Una multitud de 49,184 llenó el Coors Field, en un marcado contraste con la temporada regular de 2020, cuando se jugó en estadios vacíos debido a la pandemia, y a muchos juegos con público limitado durante la primera mitad de esta temporada, según las vacunas se volvían más frecuentes.

Ohtani se convirtió en el segundo lanzador japonés consecutivo en ganar el Juego de Estrellas después de Masahiro Tanaka, de los Yankees, hace dos años. El juego del año pasado se canceló cuando la pandemia retrasó el inicio de la temporada hasta finales de julio.

Retiró a Tatis, Max Muncy y Arenado, un favorito de los fanáticos de Colorado, en orden en la parte alta de la primera entrada, lanzando 10 de 14 lanzamientos para strike.