Riad. Momentos después de que Saúl “Canelo” Álvarez venció a William Scull para convertirse nuevamente en el campeón indiscutido de peso supermediano, se encaró con Terence Crawford en el mismo cuadrilátero en Riad para promover un enfrentamiento en septiembre .

Álvarez se convirtió en campeón indiscutido de la división por segunda vez cuando los jueces le dieron la victoria sobre Scull por 115-113, 116-112, 119-109 en su pelea del domingo por la mañana, hora local de Arabia Saudí. El campeón mexicano de 34 años mejoró su récord a 63-2-2, con 39 nocauts, y está invicto en 10 peleas en la categoría de los supermedianos.

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La decisión apenas había sido anunciada cuando Turki Alalshikh, jefe de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudita, subió al ring y ordenó despejarlo a fin de que pudiera sacar de entre la multitud a Crawford, campeón de cuatro divisiones, para enfrentar a Álvarez, quien llevaba un fajín alrededor de su cintura, otro sobre su hombro y uno en cada brazo.

“Ahora queremos hacer el cara a cara para la pelea del siglo”, dijo Alalshikh a la multitud. “Será entre los dos grandes peleadores de nuestra generación”.

“Canelo” es campeón mundial en cuatro categorías y llegó a la pelea contra Scull con los títulos de la AMB , CMB y OMB en las 168 libras. Crawford, de 37 años (41-0), ha ganado títulos en cuatro divisiones, desde peso ligero hasta peso mediano ligero.

Álvarez fue despojado del cinturón de la FIB en julio pasado cuando se negó a hacer una defensa obligatoria contra Scull. Había poseído ese título desde noviembre de 2021 cuando derrotó a Caleb Plant.

La pelea contra Scull , nacido en Cuba, no estuvo a la altura de las expectativas. Scull llegó invicto en 23 peleas profesionales. Siguió moviéndose, esquivando y desplazándose, frustrando a Álvarez, quien luego dijo que odiaba pelear contra ese estilo de boxeador.

Álvarez estuvo peleando fuera de Estados Unidos o México por primera vez y tuvo que hacer muchos ajustes, incluyendo adaptarse al huso horario. Los boxeadores entraron al ring y los himnos comenzaron alrededor de las 6:20 de la mañana hora local (11:20 de la noche del sábado en el Este de Estados Unidos) para el combate principal en Riad, programado para que fuera en horario estelar en la costa oeste de Estados Unidos.

Los primeros asaltos fueron lentos, con ambos boxeadores buscando el alcance y la intensidad aumentó gradualmente con Scull lanzando muchos más golpes pero apenas conectando alguno. Álvarez, por el contrario, se mantuvo paciente y estaba conectando golpes al cuerpo. Al final, Álvarez lanzó casi la mitad de golpes que Scull (152-293) pero conectó al cuerpo uno más (56-55), predominantemente de poder.

“Está bien, ganamos. Estamos aquí con el título como campeones”, dijo Álvarez, agregando que ni el horario del combate ni la calidad del mismo fueron un problema porque tuvo mucho tiempo para prepararse. “Soy un campeón. Soy un profesional, así que eso es todo, sin excusas ni nada”.

¿Y sobre el enfrentamiento del 12 de septiembre contra Crawford, quien subirá de peso para enfrentarse a Álvarez?

“Me siento genial. Crawford es uno de los mejores y, ya sabes, me gusta compartir el ring con ese tipo de peleador”, dijo. “Es un placer para mí”.

Crawford estaba en la multitud viendo en la capital saudí.

“Me siento genial. Me siento bendecido. Las cosas suceden por una razón, y hay una razón por la que estoy aquí”, dijo. “En septiembre mostraré al mundo cómo se ve la grandeza”.