Cuando Juanma López fue a los históricos Juegos Olímpicos Atenas 2004, su hijo y ahora clasificado a las Olimpiadas París 2024, Juanma López, hijo, no había nacido.

Veinte años después de Atenas 2004, padre e hijo ahora son ambos olímpicos.

“Veinte años luego logré la hazaña de mi padre”, dijo el junior, que logró este lunes la clasificación olímpica en la división de 51 kilogramos en el preolímpico que se está celebrando en Italia

La historia es una obligada por el factor relacional del padre e hijo, pero ambos le dan el crédito a Bárbara de Jesús, madre del púgil y exesposa del padre, por lo que hoy celebran.

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“Primeramente, la clasificación se la llevo a mi madre. Esa es mi guerrera, mi heroína. Segundo, claramente a mi padre”, dijo Lopez, hijo.

Por su parte, López padre felicitó también a su exesposa por estar en el día a día con su hijo.

“Estoy bien orgulloso de él y quiero darle el mérito a Bárbara. Hay que felicitarla. Soy su papá, pero su mamá es la que se levanta todas las mañanas con él, la que está en el día a día. Hay que darle el mérito”, dijo el excampeón mundial.

López, hijo, con 18 años, es el vigésimo segundo atleta boricua que clasifica a París 2024. Lo hizo al ganar por 3-2 su combate de cuartos de final este lunes ante el coreano In-Kyu Kim en la división que otorgó boletos olímpicos a los cuatro peleadores, entre esos el boricua, que avanzaran hasta las semifinales del preolímpico en Italia. Debido a que el compromiso del torneo es repartir los boletos, las semifinales no serán disputadas.

López, hijo, es el segundo púgil boricua que poncha su boleto a París 2024 luego de Ashleyann Lozada, quien tenía su boleto desde que ganó su pasaje en los Juegos Panamericanos Santiago 2023.

López, padre, describió que su hijo es disciplinado, humilde fuera del ring y confiado dentro de las sogas, además del más joven dentro del preolímpico de Italia.

“Es bien disciplinado. Humilde. Tuvo una vida cómoda en su momento, cuando yo estaba haciendo chavos, pero él se mantuvo centrado, con sus pies en la tierra. Eso es fuera del ring. Dentro, él dice que es el mejor. Tiene la confianza. Estoy bien orgulloso de él. Somos la primera pareja de padre e hijo olímpica entre los boxeadores boricuas”, dijo López.

Imagen de los boxeadores olímpicos de 2004: desde la izquierda Juanma López, Carlos Velázquez, Víctor Bisbal, Alex "El Pollo" de Jesús y Joseph Serrano. (Archivo)
Desde la izquierda Juanma López, Carlos Velázquez, Víctor Bisbal, Alex "El Pollo" de Jesús y Joseph Serrano, el equipo olímpico que representó a Puerto Rico en Atenas 2004. (Archivo)

López, padre, fue olímpico en la división de los 54 kilogramos, la que no existe ahora en el boxeo olímpico. A Atenas 2004 fue con un equipo en el que también figuraban Alex ‘El Pollo’ De Jesús, Carlos ‘Pin’ Velázquez, Víctor Bisbal y Joseph Serrano.

En esos juegos, López, padre, peleó en la ronda de 32 peleadores. Perdió su combate por 27-19 ante el bielorruso Khavazhi Khatsigov en la primera ronda. El campeón de la división lo fue el destacado cubano Guillermo Rigondeaux.

Tenía entonces 21 años y vio acción también durante ese ciclo en los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003.

Dijo que su hijo es un peleador más técnico que él y añadió que nunca tuvo dudas sobre su capacidad en el preolímpico.

“No tenía dudas ante el peleador de ucrania (Dmytro Zamotayev) que enfrentó en su primera ronda. Sí tenía algo de dudas ante el peleador de argentina (Nicanor Quiroga). Pero ante el de Corea (In-Kyu Kim), que era alto, sabía que si Juanma peleaba cerca no iba a tener problemas. Era un peleador de 5′9, que, de hecho, era de la misma estatura que tenía el púgil contra el que clasifiqué“, dijo.

López, padre, también notó que su hijo tiene un sello de fábrica similar: el recto de zurda, seguido por la derecha. Esa mano derecha de López, hijo, fue la que le dio la victoria el lunes en la pelea de clasificación.

“Tanto mi hijo como yo teníamos esas manos. Ahí está la mano (enseñanza) de Alex Caraballo, quien fue mi entrenador. También está el trabajo de Cholo Espada y de Cano Ortiz. Se hizo un trabajo excelente”, reconoció López, padre.