Era cuestión de tiempo y del destino para que el veterano jinete Jesús Guadalupe y su joven hijo del mismo nombre, quien es dueño de caballos, ganaran una carrera juntos.

El sábado, en la segunda carrera del programa en Camarero, el destino los unió cuando Guadalupe padre condujo a la victoria a Desirade, que es propiedad de Guadalupe hijo y que, además de darle una victoria a la conexión de padre e hijo, también le dio al jinete el récord del jockey con mayor edad (72 años) en ganar una carrera en Camarero.

La celebración fue grande en el círculo de ganadores.

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“Le dije a papi: ‘Por fin se nos dio’. Y le di un abrazo”, dijo Guadalupe, hijo.

Todo era cuestión del destino para esta conexión de los Guadalupe, quienes el año pasado comenzaron a trabajar juntos con la idea de que ambos lograran conseguir una histórica victoria y retratarse juntos en el círculo de ganadores de Camarero.

El tema del destino era importante porque esa palabra representa mucho para los Guadalupe.

Para comenzar, el establo de Guadalupe hijo se llama Destiny Racing, fundado en el 2020, cuando el más joven de los Guadalupe tenía 27 años. El joven intentó como su padre, ser jinete, pero creció físicamente hasta un punto donde tuvo que renunciar a esa idea. Y fue así que luego de estudiar y hacerse profesional en el campo de las leyes, Guadalupe, hijo, decidió fundar Destiny Racing para volver a sus raíces.

Además, Adam’s Destiny fue uno de los importados que más hizo ganador al jinete Guadalupe. Fue ganador de clásicos, como el José Celso Barbosa y el José de Diego en el 1987.

Y Voice of Destiny era el caballo importado favorito de Guadalupe, hijo, en su adolescencia. Voice of Destiny fue ganador de dos clásicos de Grado 3 en California y llegó a Puerto Rico en el 2001. Fue retirado en el 2009, luego de 112 participaciones, incluyendo las de Estados Unidos. Logró 24 primeros, 20 segundos y 25 terceros lugares. Tuvo ganancias de sobre $500,000.

Para colmo, en la casa de los Guadalupe había una perrita mascota de nombre Destiny.

“Estaba definitivamente en el destino de que teníamos que ganar una carrera juntos”, dijo Guadalupe, hijo.

Desidare, además, venia dando resultados en carreras y en trabajos matinales que le daban a entender a la conexión, la que completa el entrenador Raymond Morales, que la victoria estaba en un destino no muy lejano.

Aunque lejos del primero, Desirade venía de llegar segunda en noviembre y diciembre, en carreras de reclamos a milla o más de distancia en inscripciones de hasta ocho ejemplares. La inscripción del sábado de cuatro ejemplares le convino.

Jesús Guadalupe, jinete de 72 años, también se mantiene trabajando caballos en las mañanas en Camarero.
Jesús Guadalupe, jinete de 72 años, también se mantiene trabajando caballos en las mañanas en Camarero. (Suministrada)

Ahora Guadalupe padre, a sus 72 años hizo historia en la hípica boricua junto a su hijo.

“Estoy como cuando gané mi primera carrera”, describió Guadalupe, padre, sobre la sensación de ganar a los 72 años y para un ejemplar de su hijo. “Él (hijo) se había retratado conmigo cuando era muchacho y yo jinete, pero teníamos la meta desde el 2021 de retarnos, yo como jinete y él como dueño. Todo era cuestión del tiempo”.

Guadalupe comenzó a montar en el 1970 en el hipódromo El Comandante. Ha montado también en Estados Unidos. En el 2016 dejó la silla. Pasó a ser parte del jurado hípico hasta que decidió regresar a la silla en el 2021 para montar los caballos de su hijo. Tiene 491 victorias de por vida, informó el compilador, Héctor Cotto.

Guadalupe, padre, dijo el año pasado que su intención de regresar a la silla era únicamente ganar una carrera para su hijo.

Guadalupe, hijo, tiene dudas ahora que su padre vuelva al retiro tras la victoria. Afirmó que, además cogerle el gusto a ganar, su padre está saludable y montando solamente caballos que sabe que puede manejar.

“Mi papá no tiene planes de retirarse. Luego de la carrera ha estado indeciso. A los 72 años, mientras se siga sintiendo bien, va a seguir”, dijo.