Vince McMahon, jefe de la WWE (antes WWF), ha sido acusado de agresión sexual, tráfico y abuso físico y emocional por una exempleada de la principal empresa de lucha libre del mundo, que alega en una demanda que el empresario de 78 años le ordenó mantener relaciones sexuales con una superestrella de la WWE y otros hombres, según reportan varios medios estadounidenses.

La demandante de Janel Grant busca anular un acuerdo de confidencialidad del que alegadamente, McMahon se comprometió a pagarle $3 millones para garantizar su silencio. La demanda dice que McMahon solo le pagó $ 1 millón, “pero no hizo ningún otro pago”. Según indicó la cadena CNBC la víctima fue una de varias mujeres que recibieron pagos de McMahon a lo largo de los años.

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La demanda también incluye a John Laurinaitis, ex jefe de relaciones con los talentos y gerente general, como demandado.

El pleito surge seis meses después de que agentes federales ejecutaran una orden de registro contra McMahon y le entregaran una citación del gran jurado como parte de una investigación sobre el pago de millones de dólares a múltiples mujeres, tras las acusaciones de conducta sexual inapropiada.

En marzo, McMahon tuvo que pagar 17.4 millones a WWE para cubrir gastos relacionados con una investigación de los pagos realizada por un bufete de abogados contratado por la empresa.

WWE se fusionó el año pasado con la empresa de artes marciales mixtas UFC. Ambas empresas son ahora propiedad de TKO Group Holdings, de la que McMahon es presidente ejecutivo del consejo de administración.

La abogada de la mujer, Ann Callis, dijo en un comunicado que “la denuncia de hoy busca responsabilizar a dos ejecutivos de la WWE que agredieron sexualmente y traficaron con la demandante Janel Grant, así como a la organización que facilitó o se hizo de la vista larga ante el abuso y luego lo escondió bajo la alfombra.”

“Ella es una persona increíblemente privada y valiente que ha sufrido profundamente a manos del Sr. McMahon y el Sr. Laurinaitis”, dijo Callis. “La Sra. Grant espera que su demanda evite que otras mujeres sean víctimas. La organización es muy consciente de la historia de comportamiento depravado del Sr. McMahon, y es hora de que asuman la responsabilidad por la mala conducta de su liderazgo.”

CNBC solicitó comentarios de WWE y TKO pero estos no respondieron inmediatamente.

Según la denuncia, McMahon se hizo amigo de Grant, que era su vecina en un edificio de apartamentos, en 2019, después de enterarse por el administrador residente del edificio de que sus padres habían muerto y que estaba buscando trabajo. Grant alega que McMahon pronto la presionó para mantener una relación sexual, a la que ella sucumbió. “Cuando McMahon presionó a la Sra. Grant para que mantuviera una relación física a cambio de un empleo en la WWE prometido durante mucho tiempo, se sintió atrapada en una situación imposible: someterse a las exigencias sexuales de McMahon o enfrentarse a la ruina”, dice la demanda.

El documento también alega que “dada la posición omnipotente de McMahon en la WWE, la coacción era inherente a sus exigencias sexuales cada vez más depravadas”.

“Específicamente, mientras McMahon era CEO de la WWE y la Sra. Grant estaba empleada como coordinadora de nivel de entrada en el departamento legal, McMahon reclutó a individuos para tener relaciones sexuales con la Sra. Grant y/o con ellos dos, dirigió a la Sra. Grant a visitar al acusado Laurinaitis antes del comienzo de los días de trabajo para tener encuentros sexuales, y esperaba y dirigía a la Sra. Grant a participar en actividades sexuales en la sede de la WWE, incluso durante las horas de trabajo”, dice la demanda.

La demanda acusa a McMahon de someterla a una “crueldad y degradación extremas” que hicieron que Grant se volviera “insensible a la realidad para sobrevivir a los horribles encuentros”. En enero de 2022, dice la demanda, McMahon le dijo a Grant que ya no podía hablar con ella ni ser visto en la misma habitación que ella porque su esposa, Linda McMahon, se había enterado de su relación.

Además de solicitar la anulación del acuerdo de confidencialidad, la demanda de Grant también alega violaciones de la Ley de Protección de Víctimas de Trata, negligencia, imposición intencionada o negligente de angustia emocional y agresión civil.