Tres décadas y un poco más después de haber subido al podio del Campeonato Panamericano de Sóftbol femenino, Puerto Rico consiguió el viernes una medalla de plata en la edición número 11 en Montería, Colombia.

La primera presea puertorriqueña en el torneo fue un bronce en 1994, en Guatemala.

Las boricuas se agenciaron el metal plateado tras caer 6-0 ante la escuadra de Canadá.

“Estamos más que felices con el resultado de este torneo. Vinimos a Montería con expectativas bien altas y logramos el objetivo, que era poder treparnos al podio”, expresó a Primera Hora la veterana y capitana, Karla Claudio.

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La lanzadora Dawn Bodrug paralizó la ofensiva de Puerto Rico, permitiendo apenas un imparable al lanzar cinco entradas completas en la final. Kairi Rodríguez fue la única boricua que pudo conectarle inatrapable a Bodrug, que abanicó a seis.

Alexis Bermúdez cargó con el revés en 2.2 capítulos en los que accedió a cuatro indiscutibles y cinco carreras.

El equipo, compuesto en su mayoría por jugadoras jóvenes y con poca o ninguna experiencia internacional, demostró su talento a lo largo del torneo, a pesar del corto tiempo de preparación.

“Para el poco tiempo que estuvimos juntas antes del torneo, entiendo que nos vimos bastante bien. Nosotras siempre nos identificamos por saber muy bien cómo jugar en equipo, y este torneo no fue la excepción”, aseguró Claudio.

Puerto Rico finalizó invicto (4-0) la primera etapa en la que se midieron a Aruba, El Salvador, Guatemala y Venezuela en el Grupo A.

Para la superonda concluyeron con marca de 4-2. Los reveses fueron ante Canadá y Colombia.

“La derrota contra Colombia nos sirvió de motivación para continuar el resto de la superronda con más fuerza y con esa motivación logramos superar a grandes contrincantes como los son México y Cuba, quienes tenían a la mejor lanzadora del torneo”, dijo.

“Mi mensaje para las muchachas luego de esa derrota fue que de los equipos que se caen y no se levantan no se ha escrito nada. Siempre supimos que teníamos la capacidad de lograr conseguir esta medalla. Solo fue cuestión de juntar todas las piezas en el momento indicado”, sentenció la también lanzadora e inicialista.

La ofensiva de Puerto Rico a lo largo de las justas panamericanas fue respalda por Nia Carter con .450 de promedio y nueve imparables. Fue apoyada, además, por Camille Ortiz con nueve indiscutibles, tres cuadrangulares, ocho carreras remolcadas y otras ocho anotadas. Tuvo un OPS de 1.332.