Eugene, Oregon. El ritmo de la marcha de 20 kilómetros fue atropellador; el oro y la plata hicieron marcas nacionales, por lo que Rachelle de Orbeta se sintió feliz de haber concluido la prueba.

La atleta boricua estuvo lejos de hacer su mejor tiempo en el evento, que se celebró este viernes en una tarde soleada y caluroso que llevó a los atletas a usar paños que controlaran la temperatura corporal.

De Orbeta dijo luego de la prueba que supo tan temprano como en el kilómetro seis que ya no llevaba ritmo de una marca personal y agregó que la meta cambió a completar la ruta, que la oficializó históricamente como la primera marchista, mujer u hombre, de Puerto Rico en competir en la marcha de unos campeonatos nacionales de atletismo.

“Me siento feliz por haber terminado aquí los 20 kilómetros de Oregón. Le doy gracias a Dios por darme la salud y la fuerza para terminar esta carrera súper dura”, dijo.

Hubo cinco atletas que no completaron la ruta, ya sea por descalificación o abandono de la competencia.

De Orbeta finalizó con tiempo de 1:41.55, muy por debajo de su marca personal, que también es la nacional, en 1:33.06. Finalizó en la posición 36 de 41 participantes.

Un oasis para De Orbeta estuvo ubicado en el circuito de la carrera celebrada en la calle Martin Luther King. Allí estaba su equipo: la terapeuta Daylin Chacón y su entrenador, Wilkins Rodríguez. Detrás de ellos hubo un grupo federativos o fanáticos boricuas que la apoyaron también es su esfuerzo por convertirse en la pionera mundialista de la marcha boricua.

“No me lo esperaba. Estaba orgullosa cada vez que pasaba por el oasis. Se me erizaban los pelos. Es un orgullo que me apoyen. Estoy haciendo historia independientemente del tiempo. Llegar aquí fue histórico y, nada, vamos a prepararnos más fuerte para París 2024″, dijo.

La sexta atleta más joven en el evento explicó que el ritmo de carrera fue atropellador y que no trató de parear ese esfuerzo. Agregó que el cansancio la atrapó.

“Las corredoras salieron a un ritmo bastante rápido. Yo traté de salir a mi ritmo, pero me llegó en cansancio”, dijo.

El primer kilómetro fue completado en 4.20 por las corredoras líderes.

De Orbeta estuvo en el tercer grupo de marchistas en los primeros 2 kilómetros, los que cruzó en 9:02. Pero en adelante comenzó a perder terreno y cruzó el kilómetro cinco en 23.30, mientras que el 10K lo completó 48.40, es decir en ritmo para finalizar la prueba en 1:36, distante de su mejor marca.

“Cuando pasé el kilómetro seis o siete dije: ‘ya no estoy en ritmo de que se pueda romper esa marca nacional”, reveló.

Dijo que nunca pensó abandonar la carrera, aunque la meta de la marca nacional estaba inalcanzable. De Orbeta tampoco iba a lograr una honrosa posición de llegada. Agregó que el orgullo la obligó a terminar la ruta.

“El orgullo vale más que todo. Pudimos terminar con el tiempo que fuera. La meta era terminar”, dijo.

Y no usó como excusa los elementos de calor y sol porque razonó que enfrenta esos elementos en Puerto Rico.