En estos días de encierro, precaución y descanso obligatorio es difícil hasta para los adultos encontrar maneras de mantenerse ocupado, así que podremos imaginarnos cómo las están pasando los niños de edad escolar, acostumbrados a correr y brincar con sus compañeros de clase en la escuela, además de sus periodos de educación física.

Aunque las tareas deben hacerlas en la casa, es muy fácil que estos caigan en la trampa de los videojuegos, los teléfonos y las tablets. Y eso no está mal, pero como todo, en exceso, puede traer consecuencias complicadas. Así que Ulises Rosario, capacitador físico de Olimpus Sport Fitness, nos dio la clave para intentar activarlos.

“Hay que hacer que sea divertido. Usar la sicología para que todo parezca un juego”, manifestó Rosario, quien ha entrenado a algunas de las grandes figuras del deporte de Puerto Rico y es propietario de un gimnasio desde el cual enseña taekwondo, spinning y entrenamiento personal.

Hacer ejercicio da trabajo, así que la palabra ya los cansa. Y sin música se empeora la cosa. Se puede usar la música que más le guste e interactuar con ellos. Una actividad chévere es que cuando estén repasando las asignaturas, provocar que se muevan conforme a las preguntas y respuestas. Hacer un juego

-Ulises Rosario / Capacitador físico

Otros aspectos clave lo son que los padres tengan la disposición y el tiempo, que se utilice música y evitar hasta lo último utilizar la palabra ‘ejercicio’.

“Hacer ejercicio da trabajo, así que la palabra ya los cansa. Y sin música se empeora la cosa. Se puede usar la música que más le guste e interactuar con ellos. Una actividad chévere es que cuando estén repasando las asignaturas, provocar que se muevan conforme a las preguntas y respuestas. Hacer un juego”, recomendó Rosario.

Utilice cosas que tiene en la casa y que anime a sus hijos a moverse. Pueden ser bolas, cajas o hasta latas de comida.
Utilice cosas que tiene en la casa y que anime a sus hijos a moverse. Pueden ser bolas, cajas o hasta latas de comida. (Shutterstock (custom credit))

La meta es provocar en ellos movimiento corporal, y movimiento de las articulaciones en el poco espacio en el que estamos confinados.

“Hay que provocar con lo poco que se tenga en la casa. Se puede ponerles a correr en el mismo sitio. Bailar. Pedirles que se levanten de la silla y se vuelvan a sentar 10 veces. Es cuestión de ser creativos”, agregó Rosario.

Este dijo que la gran pelea de muchos preparadores y preparadoras físicos es que los niños prefieren estar dos o tres horas hipnotizados por el celular o la tablet, y eso, a largo plazo “se refleja en problemas de tono muscular, de obesidad, de destrezas motoras y otras”.

Hay que provocar que haya movimientos de muñecas, de codos, de hombros. Pero propiciar movimientos que la articulación tenga ya la capacidad de hacer, no extralimitarse

-Ulises Rosario / Capacitador físico

Por eso sugirió además que con juegos de mesa que contengan dados, o en juegos de cartas, el número que salga puede utilizarse para asignarle al niño la cantidad de repeticiones para que haga determinado ‘ejercicio’. Recuerde… es todo sicología, y a la vez que juegan se crea movimiento.

“Hay que provocar que haya movimientos de muñecas, de codos, de hombros. Pero propiciar movimientos que la articulación tenga ya la capacidad de hacer, no extralimitarse”, continuó. “Por ejemplo, hay que hacer flexiones de rodilla. Eso provoca que el líquido sinovial lubrique la articulación y la mantenga saludable. Articulación que no se mueve, se deteriora”.

Otros movimientos que se pueden provocar a manera de juego y en el lugar que sea posible ejecutarlo es sentarse y pararse, saltar, hacer posición de lagartija, bailar. Hasta puede inventarse un juego con música en el que el niño corra en el mismo sitio hasta que termine la música que usted prefiera.

No le diga al niño necesariamente que van a hacer un ejercicio. Invítelo a jugar o a hacer una competencia.
No le diga al niño necesariamente que van a hacer un ejercicio. Invítelo a jugar o a hacer una competencia. (Shutterstock (custom credit))

Otras ideas son colocar algún artículo en un extremo del área y pedirle al niño, como un concurso, que le busque, por ejemplo, dos latas de habichuelas o de salchichas. Que tenga que caminar y buscarlos, y puede ponerle hasta un tiempo límite y darle algún ‘premio’.

Recomendó igualmente movimientos funcionales, como poner una caja en una mesa y luego ponerla en el piso, y repetir. Movimientos como este pueden ayudar a estimular el sistema muscular.

"Los movimientos funcionales son los que hacemos a diario, como caminar, correr, ponerse de pie y sentarse. Incluso, si quieren jugar video juegos, haga un tipo de apuesta y si el niño pierde que haga una determinada cantidad de ejercicios”, indicó. “El virus nos encerró en la casa, pero tenemos agua, luz y todas las distracciones posibles. No nos podemos quejar y algo hay que hacer”.