Las Cangrejeras de Santurce salieron positivas de probar su etiqueta de amplias favoritas, esta vez ante un equipo sólido, y de ampliar su racha de victorias de doble dígitos en una nueva etapa.

Santurce arrancó ganando este domingo en la serie final del Voleibol Superior ante las Atenienses de Manatí que le hicieron frente en los primeros dos sets antes ceder en el resto del juego. Suma 15 victorias corridas, incluyendo la temporada regular.

Luego del partido, el dirigente de las Cangrejeras, Jamile Torres, dijo que fue una buena victoria sobre las Atenienses que jugaron un excelente voleibol en la etapa semifinal.

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“Sabiendo cómo ellas venían jugando, es alentador ir a Manatí con una victoria”, dijo Torres.

La serie final reanuda en Manatí el miércoles.

Luego de lucha con las Atenienses en los primeros dos sets, las Cangrejeras contaron con una inyección ofensiva de la opuesto Andrea Rangel en set y medio de juego. Hizo siete ataques positivos en sustitución de Yelic Basa.

Torres comentó que la estrategia con Rangel fue más allá de su ofensiva.

“Lo que estábamos buscando era un poco más de defensa con Andrea. Con la ofensiva de Basa no tenemos dudas. Pero pienso de Andrea nos balanceó más con su servicio y defensa”, dijo Torres.

Otra jugadora ofensiva que se le escapó a las Atenienses fue MacKenzie Adams, quien lideró con 20 ataques positvos. Se conectó con su acomodadora Carli Lloyd, quien le tiró un veloz balón a la 4 y Adams lo convirtió la mayoría de las veces.

El dirigente de las Atenienses, Ramón Lawrence, dijo que conocían ese balón de Adams, pero agregó que la jugadora hizo ajustes durante el partido.

“Creo que la controlamos un poco con la defensa. Pero ella ajustó; es una jugadora veterana, y comenzó a pegarle por la línea”, dijo Lawrence.

Manatí no fue el mismo equipo luego de los primeros dos sets. No pudieron defender igual y tampoco fueron muy terminales.

La esquina de las Atenienses, María Schlegel, dijo que se desesperaron en los últimos tres sets.

“El partido fue de más a menos por nuestra parte. Después ellas cambiaron una jugadora (Rangel) y eso les dio alas, y nosotras nos desesperamos en el campo. No tuvimos paciencia y perdimos nuestro espíritu de juego”, dijo Schlegel.