La serenidad que deriva de sus paseos en la playa forma parte de su rutina para despejar su mente y estar en armonía dentro de los escenarios que puedan surgir en su cotidianidad.

Su temple es pausado y durante la interacción con la presentadora Jailenne Rivera, una sonrisa suele mantenerse dibujada en su rostro. Sin embargo, confiesa que lograr ese equilibrio no siempre resulta una tarea sencilla.

“Es mi lugar de centro, es donde olvido un poco el diario vivir y más cuando estamos en los medios de comunicación, que estamos rodeados de tanta noticia que es negativa. Para mi ir a la playa es ir a despejarme, es botar esas energías que a veces uno carga en el diario vivir y a veces no se da cuenta”, sostuvo pensativa la presentadora de Jugando pelota dura (TeleOnce) durante el encuentro en Vivo Beach Club, en Carolina.

“Si puedo, todos los fines de semana voy”, añadió la residente de Guaynabo sobre la práctica que suele realzar con frecuencia en Río Grande, en especial junto con su mascota Arena, una goldendoodle de un año y cuatro meses.

La exreina de belleza compartió cómo el aislamiento impuesto en 2020 en Puerto Rico por el COVID-19 contribuyó a afectar su estado de ánimo.

“En algún momento dado durante la pandemia, que había muchas situaciones pasando, siempre tomaba los jueves para ir a Loíza, a un rinconcito, y ahí me sentaba. Trataba de buscar ese lugar de centro y tratar de canalizar esas emociones”, sostuvo con cierta timidez. “Creo que muchos jóvenes pasan por estas situaciones también, que a veces las cosas no salen como nosotros pensábamos, llegan otros factores a la vida, las ansiedades, depresiones, sentimientos de tristeza, y en medio de la pandemia, te puedo decir, que desde antes venía lidiando con esta situación de la ansiedad”, confesó la animadora natural de Ponce.

Jailenne relató que, aunque trató de mantener por su cuenta un equilibrio emocional, una crisis la empujó a buscar ayuda médica. “Yo tenía unas expectativas tanto laborales como personales, y la pandemia llegó simplemente a desestabilizarme. Cuando eso sucedió toqué fondo y ahí fue que yo dije ‘ok, tengo que moverme y buscar una solución’”, añadió la expresentadora de Lo sé todo (Wapa TV), donde se integró luego de participar en el certamen Miss Universe Puerto Rico 2017, donde resultó primera finalista. Jailenne renunció al programa en 2020 para laborar en un periódico digital, experiencia que culminó como consecuencia de la pandemia.

“Soy una persona que trato siempre de ponerme en la posición de las demás, y situaciones que están pasando me afectan fuertemente, y aunque me gusta estar empapada de lo que está pasando en el país para tener un pensamiento crítico, pues la realidad es que me termina afectando. En el momento de la pandemia, en este vaivén de cambios de la orden ejecutiva, que tuvimos como mil, por decir un número exagerado, esos cambios desencadenaron en llegar a tener que medicarme para la ansiedad”, lamentó, y recordó una de sus crisis.

“Te puedo decir de un día que se me habían acabado los medicamentos… lo recuerdo como ahora, en el carro. No sabía qué hacer. Pongo música, la música no me funciona. Entré a las redes sociales a ver si mi mente sale de esa crisis que estaba pasando, y no era la solución, no había nada, no había una frase positiva ni nada que me ayudara a manejar ese momento de crisis, y me pude percatar de que era fuerte”, sostuvo. “Voy a esta farmacia de pueblo a preguntar en qué me pueden ayudar, porque ya no tenía mis medicamentos, y me recomiendan estas pastillitas naturales over the counter, y cuando me las tomé, yo creo que fue una cuestión más psicológica, bajé revoluciones. En ese momento entendí que a lo mejor era una cuestión de mi mentalidad, y que tenía que buscar la manera de manejar esas emociones”.

Un gran apoyo

Jailenne reflexiona que la interacción con sus mascotas le ha ayudado en gran medida a obtener calma.

“Desde que Arena llegó, ha sido una gota de felicidad y reafirmó lo que pensaba antes, que no necesitaba de medicamentos. Quizás en el futuro los pudiera necesitar, pero por ahora estoy buscando otras vías”, afirmó sobre la compañía que se unió a la de su otra querendona, Mina Sofía, una Shih Tzu de 11 años. “Llegó a ser mi medicina natural”, resaltó convencida.

“Nosotros hicimos este gesto de incluir a Arena a nuestras vidas sin saber que Arena lo que nos iba a regalar en un momento de crisis era esa tranquilidad y alegría que durante la pandemia necesitamos”, destacó sobre goldendoodle que acogió “tratando de evitar ese sentimiento de pérdida” que vislumbra eventualmente en Mina Sofía por su edad.

Por otro lado, dentro de su armonía, valora la oportunidad en Jugando pelota dura, donde labora desde el año pasado con un equipo compuesto por Cyd Marie Fleming, Margarita Aponte y Ferdinand Pérez, expertos a quienes considera maestros.

“Respeto a mis compañeros porque la realidad es que es un reto muy grande estar al lado de estas personas, pero trato dentro de todo de divertirme, sacar lo mejor de ellos, escuchar, que es bien importante, y hacer lo que amo”, manifestó ilusionada. “Disfruto un montón. Me divierto mucho haciendo lo que hago y tengo la dicha de que el público me ha dado la oportunidad de crecer en pantalla, que yo creo que soy afortunada”.

Celebra el amor

Su relación con el productor de eventos Fernando Zavala cuenta con cerca de cuatro años.

“Nos conocimos en un evento yo trabajando para Lo sé todo, entrevistando a una celebridad que estaba presentándose en su evento”, recordó, y confesó que durante el encuentro “no hubo ningún click”.

Tras darse la oportunidad, con una amplia sonrisa comparte que admira de su compañero sentimental su espontaneidad, su honestidad y “que siempre está contento”. Dentro de la personalidad del propietario de una agencia de publicidad, destaca sus cualidades como padre. “El amor que le tiene a su hijo para mí es súperadmirable”.

A su vez, resalta el apoyo de Zavala en momentos de adversidad. “Ha venido a ayudarme en los momentos más difíciles, a levantarme y decirme ‘tú puedes hacerlo, voy a ti, no te quites’. Así que ha sido una persona muy importante para mí”.

Aunque todavía no hay planes de boda, confiesa que su pareja anhela tener otro hijo. “Él quiere tener un bebé también, pero yo le digo ‘ahora vamos con calma’, porque la realidad es que, primero, las cosas no están fáciles, y segundo, yo quiero sentirme en el momento perfecto para traer una criatura”.