Más allá de entretener, buscan sembrar optimismo en la niñez boricua en tiempos inciertos.

Eso espera lograr el actor Jorge Armando Rivera, quien se transformó este miércoles en el icónico “Turey el Taíno” y sembró una chispa de esperanza con la celebración del aniversario 36 en el musical “Vivito y coleando” en el Centro de Bellas Artes de Santurce.

El artista expresó su alegría por darle vida al conocido personaje en la nueva puesta en escena que narra la historia de un artista gráfico y su esposa que, preocupados por el futuro y la educación de su nieto Ricardo, lo transportan con la imaginación al Borikén precolombino para conocer a Turey y su familia, y embarcarlo en una aventura llena de humor, amor y reflexión.

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Yo disfruto trabajar todos los géneros, porque esta es mi pasión y cada género tiene su encanto. Pero hacer este tipo de teatro te conecta con ese otro lado del oficio, que es el de la misión, el que estás trabajando algo con propósito, sembrando una semilla, fomentando el arte en tantos niños”, compartió Jorge Armando en entrevista con Primera Hora.

Tras su primera función en el teatro santurcino en una presentación escolar, el artista anhela que la reciente pieza, bajo la producción general de De Barrio Foundation y el padre Orlando Lugo, lleve a chicos y adultos no solo reconsiderar cómo desenvolverse con sus seres queridos, sino a mirar el teatro de la misma forma que él lo hizo cuando era pequeño.

"Turey el Taíno: Vivito y Coleando" llegará también a los municipios de Mayagüez y Ponce.
"Turey el Taíno: Vivito y Coleando" llegará también a los municipios de Mayagüez y Ponce. (Suministrada / Semilla Tropical)

Sabrá Dios cuántos teatreros saldrán de esta experiencia, que como yo una vez fui al teatro y dije: ‘yo quiero jugar así, yo quiero hacer eso’. Y ya tengo 39 años ‘jugando’ en serio”, expresó el histrión.

Un “workout” la transformación

Jorge Armando compartió que transformarse en Turey ha sido todo un “workout”, donde, más allá de aprenderse un libreto y conocer a profundidad al ícono cultural, dicho proceso ha requerido optar por el fortalecimiento físico.

Llevo meses entrenando, haciendo ejercicio, porque tan pronto me enseñaron los bocetos de Turey, a la escala que era, me dije que no podía tirarme como si fuera una función donde te pones un traje, una peluca, te maquillas y ya sales al escenario”, contó el artista, quien asegura que el cambio incluye un leotardo, torso y pies de “foam”, una prótesis de la papada, guantes, el maquillaje y el micrófono.

“Somos como unos títeres gigantes”, agregó.

El director Alejandro Primero admitió que no solo se sorprendió al ver los “suits” que usan tanto Jorge Armando, como Natalie Droz y Luis Pibermus, quienes le dan vida a “Yaya” y “Tureycito”, y hasta Gabriel Figueredo, quien encarna al cachorro “Guabinic”, sino también por el tamaño de los accesorios que llevan a las tablas.

Fíjate si ellos se ven inmensos, que cuando nos trajeron las lanzas, que las vimos por primera vez, dijimos ‘contra, pero qué cosas más grandes’. Miden 10 pies de alto”, sostuvo Primero.

Jorge Armando, por otro lado, destacó que otro desafío que tuvo fue el reevaluar su proyección escénica con el traje de Turey, dado que requiere movimientos más marcados para llevar su esencia vibrante al escenario.

Con el trabajo de Alejandro, diseñamos y marcamos unos movimientos con el personaje y ya estamos tranquilos por ese lado. Ahora, ¿cómo yo magnifico para que mis movimientos se vean hasta la última silla? Ese proceso ha sido más como un ‘workout’, yo salgó bañado en sudor y llego a bañarme cuando regreso al camerino”, sostuvo.

Más que complacido

El histrión compartió sentirse maravillado con la respuesta que recibió de los niños estudiantes que ya vieron la pieza, que tendrá una función adicional en el recinto santurcino el jueves 30 a las 7:00 p.m., y luego se irá de gira hacia el Teatro Yagüez de Mayagüez, el 25 y 26 de noviembre, y en la Universidad Católica de Ponce, el 8 y 9 de diciembre, con una función de gala, abierta para todo el público, a las 7:00 p.m.

“La pieza tiene unos temas que podríamos considerar que son asuntos que uno toca más cuando somos más adultos, pero aquí el mensaje que me he llevado es que nunca podemos subestimar a los niños, porque ellos están más diáfanos en captar los mensajes rápidos y conectar con ese pensamiento me dejó claro que ellos son el futuro del mundo”, resaltó el actor, quien manifestó su alegría por trabajar con esta propuesta en momentos donde las ofertas para chicos parecen inexistentes.

“Cuando yo era chiquito, había una gama de artistas y proyectos dirigidos para las familias; había educadores y no es que no existan hoy día, pero siento que puede haber muchos más”, destacó. “Hay tanto bombardeo con las redes sociales, la tecnología, llevando a los niños a ser adultos a destiempo, y que ellos disfruten este tipo de espectáculo, yo me siento más que complacido, porque estoy aportando a esa semilla del futuro”, apuntaló.

Sembrar positivismo

El director, por su parte, expresó satisfacción por lo que surgió del nuevo musical, que está basado en la primera edición del cómic que se lanzó en octubre de 1989, donde aspira a que la juventud encuentre su fuerza interior y dejar claro que el legado del taíno sigue más vivo que nunca.

Nosotros logramos que los niños se rieran, se divirtieran, pero se logró también que se lleven emociones, que se lleven un mensaje claro. Aquí la misión es más que entretener, la misión de nosotros es sembrar positivismo y unidad en un país que se ha desunido por las malas noticias”, expresó el dramaturgo, quien aseguró que la pieza no escatima en abordar asuntos sensibles y el resultado generó buena recepción.

Aquí hay un tema extraordinario donde los niños aplaudieron, brincaron y saltaron, y después vino una muerte, ¿cómo reaccionaron de una cosa a la otra? Aplaudiendo, especialmente cuando vieron a los abuelos abrazarse con el nieto, resaltamos los valores de la familia, que se han perdido en esta locura de vida que vivimos, y logramos que rieran y se llevaran un mensaje claro”, sostuvo.

El también cantante y actor indicó que llevar a Turey al escenario representa un respiro para la industria del entretenimiento familiar, anhelando que no solo se tome en cuenta producciones que apelen a la niñez, sino que también abrace a otras poblaciones, como los adultos mayores.

Pa los eventos de reguetón hay espacio y hay artistas demás, para la música que no entiendo ya que soy mayor, hay gente demás, pero siempre hay que velar por los viejos y los niños a través de las artes”, manifestó.

Para las funciones de público general, los boletos están disponibles en Ticketcenter a través de www.tcpr.com.