La musa regresó, y llegó en un momento de sanación.

El astro urbano puertorriqueño Arcángel vivió uno de los episodios de salud más intensos hace varios meses cuando enfrentó una cirugía del corazón en Florida, donde reside. Fue en el proceso de recuperación cuando el deseo de crear comenzó a asomar con insistencia.

Esa musa es la responsable de que el intérprete estrene su álbum “Sr. Santos II - Sueños de grandeza”, con 18 temas. La inspiración lo llevó a una producción discográfica donde, dentro de la honestidad que lo caracteriza, rebusca en reflexiones y en el aprendizaje de su tránsito por la vida.

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“Este álbum no era parte de los planes para este año”, reveló Arcángel a Primera Hora sobre la producción que le sigue a “Sr. Santos: Honor, lealtad y respeto”, que lanzó en 2022. La producción, que navega principalmente al ritmo del trap, incluye los temas “Quién contra mí” y “Gohan y Goku”, que presentó como adelantos en mayo y junio, respectivamente. El segundo sencillo lo interpreta con su hijo, Austin Santos, quien lleva su mismo nombre. María Becerra, De La Ghetto, Kendo Kaponi, Ñengo Flow y Yandel se unen como colaboradores. De la nueva ola de intérpretes, cuenta con Huan 62, Kris R, Lil Nay y Neutro Shorty.

“Luego de mi operación, que me operaron de corazón abierto, yo salí con una musa distinta. En mi caso, ella me abandona cuando quiere y regresa cuando le da la gana. Yo no soy de perseguir la musa. Antes sí, cuando era un poco más joven me gustaba salir a los lugares, ‘vamos a buscar musa para tener de qué cantar, para tener de qué escribir, vamos a viajar a tal lugar, vamos a quedarnos aquí’. Ya no. Ya yo aprendí con el tiempo que eso es algo que no se persigue”, analizó en detalle durante el encuentro con este medio, en el que principalmente compartió anécdotas sobre el proceso creativo y de su evolución personal y profesional. “Es algo que llega naturalmente, y cuando llega, tienes que tener la capacidad de aprovecharla al cien por cien”.

El artista prosiguió repasando cuando en sus primeros años en la música, el ingenio para componer se reflejaba con presteza. “Yo antes decía que yo tenía superpoderes dentro de un estudio, porque a mí se me hacía bien fácil y bien rápido crear. Todavía no escribo. No soy de los que llega al estudio, cojo un papel y un bolígrafo y me pongo a escribir. No”, expuso con firmeza sobre su estilo. “Yo me meto a la cabina y empiezo a decir lo que me va llegando poco a poco. Eso también se me había ido. Mi rapidez y todas estas cosas desaparecieron, no sé por qué. Y cuando me dieron de alta, poco a poco empezaron a aparecer otra vez”.

Para la nueva producción discográfica, todo fluyó con mayor armonía. “Mira qué cosa más curiosa, que mi operación hizo que ella volviera. A los tres días que a mí me dieron de alta, yo estaba metido en el estudio de música grabando, sin aire, porque obvio… Para grabar una barra, yo tenía que parar más de tres veces, porque ya yo decía tres palabras y yo no podía... Eso es bien difícil”, confesó sobre el reto de salud que enfrentaba dentro de su recuperación, pero que no detuvo su empeño por grabar.

“Tenía tantas cosas rondando dentro mi mente”, declaró, y contó que entre sus motivaciones figuraron “que sobreviví a una de las operaciones más peligrosas que hay”, y comenzar a vivir la experiencia de ser abuelo. “Esas cosas me han hecho valorar un montón de cosas más y me dio con cantar y rapear de eso”.

Un antes y un después

La narrativa del nuevo disco plasma su nueva etapa. “El ‘Sr. Santos’ es la continuación de ese álbum (de 2022), de esa evolución de lo que soy yo como persona, y como artista, que no soy el mismo de antes, estoy consciente de eso y conforme”, manifestó con determinación. “No me interesa tampoco ser el mismo de antes, para nada”. En este sentido, se siente complacido con el equilibrio que ha ido derivando en su camino.

“Me gusta como soy ahora. Me gusta la paz que tengo ahora, la paciencia, la tolerancia con la que elijo abordar cada situación. No era algo que yo tenía antes. Yo antes era bien impulsivo, supervolátil y no medía cómo contestaba para atrás, y esas cosas me metieron en muchos problemas”.

Dejarse llevar es otro aspecto que figura como una novedad en su manera de ser, teniendo en cuenta que hace años no era receptivo con las sugerencias. “Duramos más mezclando el álbum y la producción del tema, que grabándolo porque yo en tres semanas grabé todo lo que tenía que grabar”, celebró como parte de su esfuerzo. “Para serte sincero, hace como cinco o seis días grabé la última canción, que no iba porque ya habíamos entregado. Pero yo soy un tipo que se deja llevar mucho del manejo ahora, con esta experiencia que tengo ahora, porque antes era bien difícil de manejar. Imposible”, prosiguió dentro de su usual transparencia. “Y eso era algo que se decía por ahí. ‘Sí, él tiene mucho talento, pero es un carrito chocón. Es bien difícil. Él tiene tanta seguridad en él, que aunque él sepa que va a chocar, es kamikaze y él dice que ‘no, yo voy por ahí’”.

Ahora confía más en el conocimiento de otros. “Tampoco ellos se meten en mi trabajo dentro de un estudio. Nosotros combinamos los poderes, yo te entrego lo que tengo y tú me dices la estrategia que tienes para mi producto”. Uno de esos aspectos tiene que ver con la cantidad de temas seleccionados. “Se me quedaron un montón de canciones fuera, como cuatro o cinco, pero ellos tienen una visión que yo no tengo, y es cierto, nadie escucha un disco con más de 20 canciones”.

Habla de la salud mental

La canción “Quién contra mí” la dedica principalmente a su hijo, a quien le inculca el valor de cuidar la estabilidad emocional, “que es bien necesaria y sumamente importante en la vida de un artista”, expuso pensativo. “La salud mental, no todo el mundo habla de eso, pero es bien malo tú presentarte frente a miles de personas tú teniendo problemas mentales y situaciones que te agobian, y tú estando triste y vacío por dentro. Tú llevarle alegría a otra persona, y tú…, ‘vamos a una foto’. Esto pesa mucho. Esto duele por dentro”.

Los asuntos de familia encabezan la lista de prioridades. “Una de las cosas más importantes para tener estabilidad emocional es teniendo un hogar sano y saludable, por eso yo dije cuánto yo quisiera que él aprenda a respetar la familia que él construyó, la mamá de su hijo, su hijo, que aunque es muy pequeño, se le puede faltar el respeto de muchas maneras, ¿entiendes? Esas cosas son las que van a hacer que él tenga esa salud mental que yo no tuve, y que se le van a hacer un poquito más fácil las cosas si él tiene una estabilidad”.

En este sentido, Arcángel prosiguió su miramiento sobre su paso por el mundo del espectáculo. “A mí me tocó un montón de cosas bien rápido, pero muchas cosas yo las hice vacías, vacío por dentro. A mí me costaba sonreír, mucho, porque yo no tenía esa estabilidad que te estoy hablando”, confesó. “A lo mejor estaba en un cuarto lleno de personas y rodeado de un montón de gente, pero no eran las personas que yo quería tener en ese momento, sino que era lo que tocaba”.

Pero hace un tiempo prefirió soltar, y buscar sosiego dentro de cada circunstancia. “Eso es algo que yo nunca he parado de perseguir, mi estabilidad emocional”, expuso. “Yo estaba bien cerquita de todo. No es que se me cayó el castillo, pero hubo una fuga, que fue con lo que vino por la muerte de mi hermanito (Justin), y ahí uno se derrumbó un poco”, reveló al hacer referencia al fallecimiento del joven en un accidente en 2021, víctima de una conductora bajo los efectos del alcohol. “Pero poco a poco yo estoy volviendo a construir ese castillo que yo he anhelado toda mi vida”.

Su madre, Carmen Rosa, es un pilar principal. “Eso es lo mejor que yo he tenido en mi vida. Es como le escribí los otros días, el Día de las Madres. Mi mayor logro es ser hijo de mi mamá”, afirmó enfático, con una sonrisa. “Sin haberlo hecho yo, porque yo soy hijo de ella porque Dios lo quiso, pero ese es mi mayor logro, que yo soy hijo de esa mujer”.