La Placita de Güisin le ofrece al casco urbano de Vega Alta uno de los rincones de mayor sabrosura y entretenimiento a través de una nutrida agenda cultural que resume la esencia del municipio norteño. El colorido espacio es un homenaje al fenecido líder comunitario Luis Antonio ‘Güisin’ Miranda, abuelo del dramaturgo y actor boricua Lin-Manuel Miranda, quien se ganó el corazón de los vegalteños con su labor altruista y don de gentes.

Allí se juntan los lugareños para degustar las delicias de la cocina criolla, mientras conversan y dan la bienvenida a visitantes puertorriqueños y extranjeros que acuden a la ciudad para conocer los encantos del pueblo de ‘Los Maceteros’.

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Su propietario es Elvin René Miranda Concepción, tío del galardonado artista e hijo de Güisin.

“Mi padre fue el gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Vega Alta durante 25 años, probablemente la institución más importante que se creó en este pueblo. Lo vi hacer muchas cosas, mucha filantropía, mucha acción social, mucho trabajo voluntario”, apuntó el hombre de 57 años.

Elvin es el menor de tres hermanos procreados por Güisin y su esposa Eva Concepción. El mayor de la familia es Luis A. Miranda, padre del galardonado artista, seguido por Yamila.

“La idea (de la placita) fue mía y nace no por la fama que Lin-Manuel estaba adquiriendo, sino para honrar a nuestro padre y que hubiera una esquina en nuestro pueblo que llevara el nombre de nuestro padre. Entonces, usamos la figura de Lin-Manuel y la figura de mi padre y, las unimos para crear el concepto de La Placita de Güisin”, reveló.

Es punto obligado si visitas Vega Alta

“Mi padre era muy dado a eso (a compartir con la gente). Cuando se retiró de la cooperativa, si querías conseguir a Güisin ibas a la plaza pública o a la panadería del pueblo, la panadería Mi Viejo, y ahí estaba papi, que era el centro y seis o siete personas alrededor, hablando de sus aventuras, de deportes, de todo”, sostuvo del lugar, nacido el 24 de agosto de 2017.

“Quise crear un lugar a donde papi hubiese estado feliz, donde la gente viniera, tomara café, hablara, desayunara y pudiera compartir. Esa gente que no sale del pueblo porque en nuestro pueblo se conserva esa tradición. Pasan su vida entre la plaza, la panadería, el supermercado, el hospital y yo quería darle un espacio a toda esa gente que conozco. Gracias a Dios lo hemos logrado”, acotó.

El concepto original, según Miranda Concepción, era montar cuatro o cinco kioscos con alternativas criollas, entre estas, café, frituras, desayuno típico y variedad de almuerzos.

“Obviamente, por la figura de Lin-Manuel, queríamos incluir souvenirs y una línea que tiene Lin-Manuel que se llama TeeRico, con variedad de artículos como camisetas, llaveros, mochilas, entre otros productos. Ese era el concepto, que la gente viniera, consumiera, comprara y se sentara ahí a hablar. El turista venía y hacía lo mismo”, destacó.

Al cumplir seis años de apertura, la placita fusionó su oferta para convertirla en dos establecimientos que brindan riquísimas opciones de la cocina puertorriqueña. De hecho, su operación genera nueve empleos directos “para nuestro pueblito… es gente de aquí”.

Uno de los espacios es Café con Salsa, que queda a mano izquierda, y a la derecha está el Kiosco de Eva, en el cual rinden tributo a la matriarca de la respetada familia vegalteña.

“En Café con Salsa hay muchas cositas… variedad de café como el latte, mocha, capuchino, chai latte, café frío, variedad de té y, ricos postres. Además, tiene un espacio para los souvenirs”, detalló.

‘El otro es el Kiosco de Eva que, rinde homenaje a mi madre, Eva Concepción. Ahí tenemos frituras, desayunos tradicionales, sándwiches y almuerzos criollos, como el arroz con habichuelas, aguacate, pollito frito, alitas, biftec, entre otros”, agregó.

El lugar es un tributo a las artes desde su fachada, que contiene la bandera de Puerto Rico y un enorme mosaico en la parte posterior que resalta las figuras de Güisin y su afamado nieto Lin-Manuel, con su personaje en el galardonado musical Hamilton. Ambas piezas fueron creadas por Celso González.

La placita acomoda a unas 90 personas, tanto en la terraza principal como en el saloncito ulterior, que cuenta con aire acondicionado; un espacio repleto de recuerdos familiares.

“Para mí, la placita se ha convertido en el recuerdo de mi padre. Llego ahí y, simplemente, es como sentir que papi no murió, que está ahí. Nuestro padre vive en el pueblito donde dejó su vida, compartiendo y ayudando a los demás”, resaltó.

“Es nuestra manera de honrarlo y, aun cuando yo no esté y mis hijos desaparezcan, la gente siempre recuerde que hay un Lin-Manuel famoso, pero hay un Güisin que estuvo 75 años de su vida en este pueblo”, concluyó.

Para detalles: La Placita de Güisin en Facebook o 787-226-6064.