Conocer la historia de la industria azucarera en Puerto Rico desde un cañaveral desarrollado en pleno siglo 21, mientras se conjugan los olores inequívocos de un ron caña artesanal, se ha convertido en un atractivo turístico digno de experimentar.

Es la propuesta de San Juan Artisan Distillers, un proyecto agroturístico ubicado en el barrio Sabana Hoyos de Vega Alta, que envuelve al visitante en una dinámica distinta pues le permite aprender sobre el proceso de la molienda, destilación, embotellamiento y, de paso, saborear la variedad de productos elaborados con frutas naturales.

Allí surgieron las marcas Tres Clavos y Ron Pepón, dos destilados exquisitos que se confeccionan bajo estrictos controles de calidad en una operación que emplea a 15 personas, en su mayoría féminas que residen cerca del lugar.

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El concepto surgió tras una inquietud del empresario José Ramón ‘Pepe’ Álvarez Reyes, quien vio la oportunidad de reinventarse en un fenómeno que estaba tomando auge en Estados Unidos a través de la destilación de rones artesanales.

Álvarez Reyes comenzó a trabajar desde los 15 años y dos años después creó su propia empresa de jardinería paisajista. Su negocio prosperó de tal manera que de pronto ya estaba en la cima con proyectos grandísimos, que incluyeron hoteles, urbanizaciones y manufactureras, entre otros.

San Juan Artisan Distillers es un proyecto agroturístico ubicado en el barrio Sabana Hoyos de Vega Alta.

Sin embargo, son la eliminación de la sección 936 del Código de Rentas Internas y el cierre de manufactureras estadounidenses, el negocio de Álvarez Reyes se quedó en el aire. No obstante, en la búsqueda de opciones decidió reinventarse. Para ese entonces, el empresario contaba con varias fincas, entre estas el terreno de 14 cuerdas donde está enclavado este proyecto, que comenzó a gestarse hace una década.

“Cuando empecé este negocio había como 60 destilerías artesanales en todo los Estados Unidos. Ahora mismo hay casi 3,000 a través de toda la nación. No quería meterme en lo de la cervecería porque nunca he sido cervecero y había mucha competencia”, expresó el hombre de 65 años.

“Miré un modelo de negocio que desarrollaron los franceses hace muchos años en las Antillas. Cuando la industria de la caña de azúcar desaparece en Puerto Rico, se inventaron un tipo de ron agrícola. Con mi esposa, Mari Carmen Pont, visitamos como seis destilerías pequeñas donde destilan del jugo fermentado”, recordó el hijo de José Raúl Álvarez.

De esa manera, regresaron a Puerto Rico para implementar el modelo estudiado, con el objetivo de “tener algo distinto”, ya que no querían hacer un ron similar al que se produce industrialmente en la Isla.

Entonces se lanzó a crear una destilería con una marca de ron propia, utilizando caña local. “Como yo tenía experiencia sembrando grama pues, la caña es una gramínea. Es un cosecho bien técnico, delicado y es un reto grande”, admitió Pepe Álvarez.

Asimismo, reclutó a su hijo, José Roberto Álvarez Lefranc, un ingeniero civil graduado del Colegio de Mayagüez que se ha convertido en un “experto en destilación y fermentación”.

“Comenzamos a construir el proyecto, pero había un problema y era que en Puerto Rico nadie tenía caña de azúcar. Sembramos cinco hileras que eran como de 50 pies de largo. Luego sembramos hasta 70 cuerdas de caña de azúcar, la siembra más grande que ha habido en la isla”, sostuvo.

Cuando tenían todo listo para inaugurar el proyecto pasó el huracán María y devastó las siembras de caña. Según contó, esta situación le provocó una profunda tristeza hasta que vio tres clavos en el laboratorio.

“Encontramos, en nuestra finca de Vega Baja, tres clavos del tren que transportaba la caña. Entonces, miro unos rones caña que me habían regalado y se me ocurre la idea de crear un ron que sea un producto premium, inspirado en nuestro ron caña puertorriqueño”, aseguró.

Así nació Tres Clavos en 2018, “un ron que hacemos con frutas de agricultores puertorriqueños, excepto en el coco porque no hay una producción comercial de coco en Puerto Rico, así que importamos coco orgánico de Indonesia”.

“Tenemos parcha, jengibre, quenepa, mangó, coco y piña. Ese ron no tiene ningún preservativo, con una cantidad ínfima de azúcar. Queremos que sepa a ron y a la fruta. No añadimos colores, ni preservativos ni sabores artificiales”.

Mientras que en 2020, “logramos lanzar Ron Pepón como el primer ron agrícola producido en Puerto Rico: Ron Pepón añejo y Ron Pepón blanco”.

El nombre del producto es en homenaje a su padre.

Anualmente, se elaboran entre cerca de 10,000 cajas entre ambas marcas, aunque “la meta es llegar a 30,000″.

De otra parte, la empresa fue certificada por la Compañía de Turismo en 2020 como el vigésimo segundo destino agroturístico. Según don Pepe, “tenemos dos tours; uno de 45 minutos y otro VIP de una hora y media”.

Durante el recorrido, “hablamos un poco de la historia de la caña de azúcar en Puerto Rico. Tenemos una colección de fotografías antiguas donde lo demostramos. Además, el visitante puede apreciar desde la molienda de la caña hasta la destilación, embotellamiento y el procesamiento de la fruta”.

“Caminamos, entramos a la bodega de añejamiento, le mostramos nuestra colección de sobre 700 barriles en añejamiento. Luego pasamos al cañaveral, mucha gente no ha visto la caña de azúcar. Finalmente, regresamos a la casita de visitantes, nos sentamos y hacemos una degustación de todos los sabores y de todos los rones que tenemos”.

(Para información llame a o 787-222-1633. o visite sanjuanartisandistillers.com).