El atún es uno de los alimentos que toda familia guarda en su alacena. Sin embargo, existen algunas cuestiones que todo consumidor debe de tomar en cuenta para disfrutarlo de forma responsable y saludable.

No debes tirar el aceite del atún al fregadero

Es muy común que cuando pensamos en preparar una receta que lleve atún, los pasos a seguir sean: abrir nuestra alacena, destapar la tapa, tirar el aceite en el fregadero, servir el pescado y, finalmente, botar la lata. No obstante, muy pocas veces nos ponemos a pensar en las repercusiones que puede tener esta acción en el medio ambiente.

Según la publicación “El medio ambiente y la otra mitad”, perteneciente al Área de Medio Ambiente, Planificación Urbanística y Ordenación de los Campus de la Universidad Politécnica de Valencia, tirar el aceite por el desagüe resulta altamente dañino, porque un litro de aceite puede contaminar mil litros de agua. Además, también destruimos a las especies y ecosistemas, pues el aceite vertido permanece en la superficie creando una capa que dificulta o incluso impide el intercambio de oxígeno y el paso de la luz tan necesaria para la fotosíntesis.

Por otro lado, el aceite que se tira al fregadero se mezcla con detergentes y otras sustancias creando masas que obstruyen tus tuberías provocando problemas y malos olores.

Por lo anterior, lo mejor que podemos hacer para no afectar el medio ambiente es depositar el aceite en una botella de plástico. Cuando se llene la botella, podemos buscar centros de acopio verdes, en donde se especializan en tratar de forma adecuada el aceite usado.

¿Por qué debes limpiar bien la lata de atún?

Es importante que, a la hora de consumir atún, tomes en cuenta que debes de limpiar la lata ya que ha estado almacenada en diversos lugares, primero en las bóvedas de las fábricas, posteriormente en las de los almacenes, tiendas y supermercados hasta que finalmente llegan a tu casa.

Como el proceso anterior es largo y, por lo regular, los encargados no se encargan de limpiar los productos, el riesgo de gérmenes y bacterias infecciosas que pueden llegar a dañar nuestra salud es alto.

Al respecto, el sistema de centros de investigación del Conacyt explica que la leptospira es una bacteria presente en la orina de roedores y otros animales que puede transmitirse al ser humano por contacto directo. Si bien no existen estudios que prueben que la bacteria sobreviva en la superficie externa de una lata, es recomendable lavarlas para evitar cualquier clase de contaminación.

Una vez que la lata esté vacía, se recomienda enjugarla también, pues el olor de pescado puede atraer animales como ratones, gatos y perros que pueden lastimarse buscando en los restos de la basura.

El Conacyt también señala que, dado a que las latas están conformadas por varias capas de materiales metálicos y recubrimientos orgánicos en su interior, cuando esta se golpea es probable que pierda su capacidad para proteger y conservar al alimento, por lo que es mejor revisar para evitar comprar las que estén abolladas.

No debes consumir atún de lata en exceso

Como mencionamos, comer atún es muy habitual entre la población. Más aún, como en todo, el consumo en exceso hace daño.

La razón es que el atún en lata contiene mercurio. Un artículo publicado por la Universidad de Chile señala que este se filtra al agua a través de biocidas y pesticidas, y termina en las especies marinas.

La Oficina de Evaluación de Riesgos a la Salud Ambiental (OEHHA, por sus siglas en inglés) advierte que los compuestos del mercurio presentes en el atún son sumamente tóxicos, especialmente para el sistema nervioso en desarrollo, ya que daña el cerebro en su etapa de crecimiento y puede afectar el aprendizaje, la memoria y la atención. Por ello, recomienda consumir atún solo una vez por semana e intentar sustituirlo por pescados con niveles bajos de mercurio como la trucha, bacalao, salmón, sardinas o tilapia.