Bueno, ¿y ahora qué?.

Con el reinicio de las clases presenciales, muchos padres enfrentan que los jóvenes tomen su rumbo hacia la universidad y se hospeden fuera de casa. Para algunos es un proceso natural, para otros algo traumático que no saben cómo afrontarlo.

Los sicólogos han acuñado el término “nido vacío” para identificar los sentimientos de tristeza, falta de propósito y hasta depresión que muchas madres y padres experimentan cuando los chicos se van.

“Es una crisis del ciclo de vida familiar cuando los muchachos se van a la universidad o se mudan. Se puede caer en un sentimiento de vacío, de que algo falta. Esto ocurre porque se rompe el ciclo de familia en términos de la utilización del tiempo. Los padres extrañan sentirse útiles y la compañía de sus hijos, aunque estuvieran siempre peleando”, explica en una entrevista el sicólogo Javier Piazza.

En algunos casos, puede ser que estas reacciones se agraven mientras más fuerte es el lazo entre padres e hijos. Aunque el síndrome afecta a padres y madres, son estas últimas quienes más lo padecen, sobre todo aquellas que han dedicado prácticamente toda su vida a sus hijos. Se trata de mamás cuyo día a día giraba en torno a sus hijos, sus necesidades y problemas, descuidando muchas veces sus propias necesidades, hobbies y realización personal.

Sentir las emociones de tristeza y de pérdida es algo normal en esa etapa, pues los padres estaban acostumbrados –precisamente– a vivir juntos. Tenían todo un hábito y una rutina con ellos, que ahora es preciso cambiar.

El problema está cuando esa tristeza se traduce en depresión; hay que buscar ayuda profesional.

Sobrelleva la situación

Si los progenitores entienden que pueden manejar la situación, para afrontar los sentimientos de soledad y angustia, los expertos aseguran que una buena estrategia es intentar ver la nueva situación, en lugar de como una pérdida, como un periodo de más libertad y posibilidades de autodesarrollo. Ahora es el momento ideal para realizar un sinnúmero de actividades que habían quedado relegadas durante tantos años al priorizar el cuidado de los hijos.

1. Comparte con tus amistades. Vuelve a contactar a tus viejas amistades o haz nuevos amigos; son claves en tu transformación de padre o madre full time a una persona sin hijos en casa.

2. Busca un hobby. Aprende a bailar salsa, tomar esa clase que siempre quisiste o escribe un blog sobre temas que te interesen; mantener la mente ocupada te ayudará a superar el síndrome.

3. Reconéctate con el amor. ¡Por fin estarás a solas con tu pareja! Busquen cosas que los hagan sentir bien y recuerden por qué se enamoraron.

4. No te encierres. Estar en tu casa triste todo el tiempo y sin hacer nada divertido solo te provocará más dolor; mientras estés pasando por esto, no te olvides de tu bienestar.

5. Acepta recibir apoyo. Si crees que no puedes lidiar con la tristeza o eres incapaz de recuperar tu vida después de que tus hijos se han ido, es importante buscar ayuda profesional.