Puede ser que el venidero Día de Acción de Gracias no sea el momento adecuado para ser demasiado rígido en temas como la dieta.

“No quiero que las personas le den demasiadas vueltas en su cabeza a su relación con la comida durante el Día de Acción de Gracias, cuando la festividad es para compartir con amigos y familiares, estar agradecidos y contar nuestras bendiciones”, dice a la Asociación Americana del Corazón la Dra. Colleen Spees, profesora asociada de dietética médica en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus.

Las festividades tienden a poner de manifiesto actitudes de “todo o nada” sobre la comida, explicó por su parte Krystal Dunham, nutrióloga dietista certificada de Tulsa, Oklahoma.

Las personas dicen ¡Solo se vive una vez! ¡Son las fiestas! ¡Las reglas no valen! o bien “son las fiestas y no tocaré nada a menos que sea lechuga”.

“En mi opinión, se puede alcanzar un punto medio”, asegua Dunham.

En ese punto medio hay cabida para el disfrute, la tranquilidad mental y la salud, afirman ambas. Y aunque algunas personas, entre ellas las que tienen afecciones médicas relacionadas con la dieta, como la diabetes, podrían necesitar una planificación más cuidadosa, todos pueden tomar decisiones simples y saludables de último minuto que mejoren el día.

Varias sugerencias:

  • No omitas el desayuno: Pasar hambre toda la mañana puede traer problemas más tarde pues terminas comiendo más allá del punto de satisfacción. Puedes optar por un plato de cereal o avena con algo de fruta, o granola y yogur bajo en grasa o sin grasa y alto en proteínas.
  • Piensa por adelantado qué comerás: La mayoría ya sabemos lo que habrá de comer en el almuerzo o cena, así que visualiza llenar tu plato con granos integrales y frutas y vegetales. adió ella.
  • Igualmente, piensa qué beberás: Durante las fiestas, el alcohol puede ser uno de los mayores desafíos para los adultos. Una vez las personas comienzan a beber tiran sus inhibiciones por la borda. Suave con el coquito que te ofrecerán constantemente. Y no tomes tragos de forma consecutiva, intercálalos con vasos de agua.
  • No te engañes: Cuando llega el momento de cortar el pavo, muchos prefieren la carne blanca porque tiene menos grasa, pero luego le echan por encima el “gravy”, añadiendo grasa saturada y sodio. Así que mantén tu enfoque en el plato completo y en porciones razonables. Puedes dejar espacio para probar comidas tradicionales del Día de Acción de Gracias que son saladas y grasientas.

¿Espacio para el postre?

El mismo razonamiento es válido para el postre, dijo Spees. Si vas a comer postre, que sea una porción pequeña, sin tanta crema batida.

Dunham, por su parte, explica que es posible disfrutar de los postres sin excesos. Pero las comidas de las fiestas ponen de relieve otro aspecto de la alimentación saludable que va más allá del sustento físico.

“Los alimentos y las tradiciones culturales son verdaderamente importantes. Pienso que a veces las comidas culturales nutren nuestros cuerpos y almas tanto como los alimentos lo hacen físicamente”, expone.

Así que cuando llega el pastel de calabaza o de manzana, o el tres leches, no te restrinjas, solo contrólate. Es un día en el año, dijo Dunham.

¡Muévete!

La actividad física, por poca que sea, es una buena idea cualquier día. Puede reducir el colesterol y la presión arterial, y ayudar a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de tener un ataque cardiaco o derrame cerebral.

Algo de ejercicio en grupo puede cambiar el enfoque del día de una manera divertida y saludable, dijo Spees. “Esto, verdaderamente, da prioridad a lo que representa el Día de Acción de Gracias, y no a la comida”.

Así que, camina dando la vuelta a la manzana con la abuela o juega con los niños en el patio, sugirió Spees. O prueba con el baile, dijo Dunham.

Recuerda por qué estás allí

Las pequeñas decisiones sí importan para la salud a lo largo del tiempo, dijo Dunham. Y es importante entender el papel de los carbohidratos, las proteínas y las grasas en las comidas diarias. Pero las comidas festivas son más que eso.

“Pienso que disfrutar es un excelente componente de un plato, especialmente cuando hablamos del Día de Acción de Gracias”, sostiene Dunham.

Y las comidas que se sirven con un acompañante de alegría “van a ser comidas que llenan y satisfacen, pase lo que pase”.

Spees lo expone más directo: “Disfruta el día. Concéntrate en tus relaciones con las personas. La vida es corta. Disfruta el día”.