Los hijos necesitan ser motivados por sus padres. La motivación se define como la acción de estimular y animar con el objetivo de alcanzar una meta. Para lograrlo, sobre todo ahora con el regreso a clases, compartimos algunas claves para lograrlo.

INSPIRACIÓN

La inspiración juega un papel importante. Las acciones que dirigen, tanto a niños como a jóvenes, generalmente están vinculadas al trámite de sus intereses para obtener un logro. Es vital reconocer sus intenciones para poder dirigir sus esfuerzos de forma ordenada; de este modo aumentará la posibilidad de que ellos, con nuestra supervisión, puedan adquirir la recompensa que esperan.

AFIRMACIÓN

La afirmación se provee por medio de la intervención directa de nosotros como padres. La misma nos transforma en mentores y nos valida como figuras de autoridad. Como padres asertivos, aprovecharemos la oportunidad para: fortalecer la estima, reconocer las habilidades, dar dirección, suplir guía y promover una perspectiva correcta de los retos que enfrentan nuestros hijos. Nuestra integración en la vida de nuestros niños y jóvenes aclara sus ideas, disipa sus dudas y canaliza la búsqueda de alternativas.

PROMOVER EL APRENDIZAJE

En todas las experiencias adquiridas por nuestros hijos, debemos orientarlos hacia la reflexión. Esta destreza facilitará el trámite de los errores para aprender de ellos. El conocimiento será duradero en ellos cuando analicen los procesos y mediten en la disponibilidad de las opciones para manejar las dificultades. El mismo impactará significativamente la calidad de las decisiones que nuestros niños o adolescentes tomarán. Esta actitud los convertirá en personas con la posibilidad de ser adiestrables.

FORMACIÓN DE CARÁCTER

Los retos que enfrentan nuestros hijos producen cambios internos que le dan forma a sus convicciones. Si como padres logramos reconocer en ellos qué áreas de la personalidad requieren crecimiento, fomentaremos las conductas apropiadas y necesarias para alcanzar las metas que se propongan.

ENFOQUE

El enfoque hacia las derrotas tiene que ser modificado si deseamos lograr que nuestros niños y adolescentes alcance sus objetivos. Junto a ellos, debemos hacer un esfuerzo para coordinar sus sentimientos y lo que piensan sobre las situaciones de la vida. De estos factores dependerán las acciones que elijan. Esta destreza estructurará sus impulsos, dándoles la disciplina necesaria para tramitar la actitud apropiada ante las dificultades.

AUTOEFICACIA

La autoeficacia es la confianza que nuestros hijos logran desarrollar en sus capacidades. La percepción que ellos tengan de sí mismo puede disminuir o aumentar su fortaleza interna. Como padres, tenemos que influenciar a nuestros niños y adolescentes de que son capaces de alcanzar sus sueños. Es nuestra tarea estimular su empoderamiento, procurar que asuman la responsabilidad de como enfrentarán los retos personales y así encontrarán soluciones a los problemas.

Convirtamos estas claves en un ejercicio práctico que genere nuevos hábitos en nuestros hijos, un mayor valor personal sobre ellos y nos permita a nosotros como padres ser conscientes de su verdadera identidad. Este esfuerzo les permitirá a nuestros niños y adolescentes trazar mejor sus metas, aumentará su productividad y les facilitará alcanzar logros de manera planificada.

(El autor es licenciado, MPsy, MBA – Psicólogo. info@joseefrain.com /Instagram: @joseefrainpsicologo / www.joseefreain.com)