La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurocognitivo que provoca un deterioro en la memoria, el razonamiento y la conducta del ser humano. No tiene cura. Una vez comienza a desarrollar sus síntomas, tarde que temprano, terminará degenerando la capacidad cognitiva del paciente. Por tal razón, es necesario estar bien alertas para identificar ciertas señales que ponen sobre aviso que algo no anda bien a nivel neurológico y detectarlo en etapas tempranas.

Señales de advertencia

1. Olvidos frecuentes de sucesos cercanos

La sospecha de problemas de memoria puede comenzar cuando la persona o sus allegados se percatan de que hay dificultad para recordar hechos que ocurren en tiempos recientes.

Lo más común y lo que la gente se fija más es en la memoria inmediata. Es en lo primero que uno puede empezar a tener problemas, es decir, recordar lo que ha pasado recientemente. La memoria antigua ya está consolidada y esa memoria la persona la puede accesar fácilmente. ‘Yo recuerdo cuando tenía 20 años y hacía tal cosa. Pero, ¿qué yo desayuné esta mañana? o ¿dónde estuve ayer?’. Ahí es donde más frecuentemente la persona empieza a tener problemas”, expuso el doctor Víctor A. Toraño González, psiquiatra y asesor de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA).

Por otro lado, Toraño aclaró que el hecho de olvidar nombres, no necesariamente representa un indicio claro de problemas de memoria porque dependerá de la capacidad que tenía previamente el paciente para este aspecto de la memoria.

“Esto es variable. He entrevistado a personas que han tenido problemas para recordar nombres toda su vida. Si la persona reconoce que ese problema de recordar nombres le ha acompañado siempre, pues realmente no se debería utilizar ese criterio específico para ver si la persona tiene o no un problema de memoria, Ahora, si la persona suele tener la habilidad de recordar nombres y, de momento, se le comienzan a olvidar, ya eso podría ser una preocupación distinta. Hay que ver qué peso uno le da a esa parte”, comentó el galeno.

2. Dificultades en la comunicación

El doctor estableció que cuando un paciente comienza a tener problemas de memoria, tiende a repetir datos en sus conversaciones. También, puede que tenga problemas para seguir sus ideas en el diálogo o que no encuentren las palabras correctas al hablar.

3. Problemas de coordinación motora

Las dificultades en las capacidades motoras es otra de las señales. “Lamentablemente, a medida que el problema de demencia o alzhéimer progresa, el paciente pierde la coordinación, inclusive, pierde la capacidad de poder tragar, se le olvida cómo hacerlo. Este paciente puede terminar con una gastrostomía, que es un tubo que se pone en el estómago para poder alimentarlo”, indicó el psiquiatra.

4. Cambios en la personalidad

Es probable que las características de la personalidad de cada individuo se acentúen más a raíz de los problemas de memoria. Pero, también puede darse un cambio abrupto en su personalidad, dando paso a una depresión.

“Alguien que tiende a ser más rudo, más corajudo, puede ver cambios más dramáticos en los rasgos de su personalidad. En muchas ocasiones, cuando la persona se da cuenta de que está fallándole la memoria, se pone triste, desanimada y se deprime. Y ya de por sí una depresión puede afectar la parte cognitiva, la parte de la memoria y se puede empeorar más rápido ese problema”, especificó el médico.

Criterios médicos para el diagnóstico

Según el psiquiatra, los médicos tienen unos criterios establecidos con los que pueden descartar otras condiciones de salud y, por ende, esto les lleva a un diagnóstico del padecimiento y otros trastornos neurocognitivos.

“En estos momentos, no hay un examen de sangre, un MRI o una prueba que me diga si alguien tiene alzhéimer o no, si alguien tiene demencia o no. Se están haciendo pruebas con estudios especializados del cerebro para ver si eso podría ser una forma más certera de diagnosticar los problemas de memoria. Normalmente, cuando uno diagnostica demencia es después que una persona muere, porque ese tejido del cerebro se estudia bajo un microscopio. Entonces, el patólogo dice que esas células del cerebro están afectadas por un sinnúmero de sustancias que es lo que da paso al diagnóstico”, explicó el asesor de ASSMCA.

Asimismo, Toraño enumeró cuatro criterios principales que los médicos toman en consideración para establecer que el paciente está presentando un cuadro de alzhéimer.

1. Déficit en el funcionamiento en comparación con sus capacidades anteriores

El primero es que exista un cambio significativo cuando se compara el funcionamiento actual de la persona con su nivel previo de funcionamiento.

“Esos problemas pueden darse en la atención del paciente, en su función ejecutiva, en el aprendizaje de cosas nuevas y en la habilidad motora o perceptual. Ese deterioro, usualmente, se manifiesta cuando se le administra un examen estandarizado que evalúa cómo está su memoria”, detalló el doctor Toraño.

En este caso, el panorama es amplio y puede comprender un sinnúmero de áreas, como, por ejemplo, la capacidad para recordar procesos que eran comunes en su vida.

“No es meramente recordar algo. Puede incluir, por ejemplo, que yo sepa cuáles son los pasos para hacer un arroz con pollo. Si yo he arroz con pollo toda mi vida y de momento no sé qué va primero y qué va segundo, eso debe darme curiosidad y me debe preocupar”, estableció el psiquiatra.

2. Dificultad para ser autosuficiente

El segundo criterio a evaluar es cuando los problemas de memoria comienzan a generar una incapacidad en el desenvolvimiento rutinario de la persona. Los médicos miden de qué manera el trastorno impide que el paciente viva una vida independiente.

“Hay personas con un déficit (de memoria) que la llevan, por ejemplo, a dejar el grifo con el agua corriendo. Hay quienes prenden la estufa y se les olvida o salen de la casa a dar una vuelta y de momento no recuerdan el camino de regreso. Cuando lo que yo se supone pueda hacer para vivir independientemente no lo puedo hacer, ya eso es otro criterio adicional”, especificó el doctor Toraño.

3. Descartar otra condición de salud

Un tercer criterio es si los cambios que presenta esa persona pueden ser resultados de otras situaciones médicas. Esto se puede demostrar cuando los cambios de memoria son repentinos y bastante marcados.

“Por lo regular, cuando hay problemas de memoria estos van ocurriendo lentamente. Son cambios leves, sutiles, que se van dando poco a poco. Cuando ese cambio (de memoria) es dramático o brusco se conoce como síndrome confunsional, lo que puede deberse a algo médico, a una química alterada en el cuerpo. En estos casos, cuando los cambios son repentinos, la expectativa es que, una vez que la condición mejore, la memoria vuelva a como estaba antes. Entonces no puede tener algo más permanente”, señaló Toraño.

4. Examinar si hay otro trastorno mental

El cuarto criterio es si los síntomas que presenta el paciente “no se explican mejor con otro trastorno de salud mental”. Al descartar otras condiciones, lamentablemente se le abre paso al diagnóstico de alzhéimer.

Cabe mencionar que estos criterios son parte del manual DSM-5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) que es la herramienta que, al momento, tiene la ciencia para evaluar pacientes y descartar otras posibles explicaciones a problemas de memoria y comportamiento.

Cuando los doctores, los neurólogos y los psiquiatras ordenan una serie de pruebas a personas que tienen problemas de memoria, lo que se está haciendo es descartando, viendo si hay una causa que pueda revertir ese problema de memoria. No hay ninguna prueba, no hay laboratorio, no hay una química del cerebro. Uno lo que hace es que trata de ordenar una serie de pruebas que pudieran afectar la memoria y que pudieran ser reversibles. En muchos casos, por no decir la mayoría, estas pruebas son negativas, entonces uno se aventura a hacer el diagnóstico de trastorno neurocognitivo de tipo alzhéimer, porque los estudios no revelaron nada que pudiera ser la explicación de ese problema de memoria”, aclaró el doctor en psiquiatría.

A pesar de esto, existen estudios científicos que se encuentran trabajando en pruebas que pudieran arrojar luz a la hora de diagnosticar el padecimiento de este trastorno.

“Se está trabajando en este momento con sustancias que se inyectan en la sangre para ver si se acumulan en el cerebro en un estudio que se llama Spect MRI. En este estudio se le inyecta una sustancia al paciente que, de acumularse en el cerebro con cierto patron, pudiera determinar que la persona sí tiene demencia, sí tiene trastorno neurocognitivo, sí tiene alzhéimer”, concluyó Toraño.