Las pieles de los menores son delicadas y muy sensibles, pero, en ocasiones, son blanco de enfermedades incurables como la psoriasis. Esta enfermedad puede llegar por múltiples factores, entre estos el estrés, y que puede ser sumamente difícil para manejar en plena infancia y adolescencia.

La psoriasis es una enfermedad de la piel que acelera el ciclo de vida de las células cutáneas, provocando que las células se acumulen rápidamente en la superficie de la piel y el excedente crea escamas y manchas rojas que causan comezón y, en ocasiones, dolor. Esta condición no es contagiosa, pero es permanente.

Existen varios tipos de psoriasis; está la psoriasis vulgar, que es la más común; la psoriasis guttata, que viene después de una infección a la garganta; también están la psoriasis pustulosa, la psoriasis invertida y la psoriasis eritrodérmica, entre otros tipos. De todas, la más común en niños es la psoriasis vulgar”, explicó el dermatólogo Néstor Sánchez.

Al momento, no existe prueba de sangre que permita hacer el diagnóstico de esta enfermedad de la piel, pero el padecimiento se reconoce por la ubicación de las lesiones.

¿Cómo identificar la psoriasis?

“Primero, por la localización. Suele aparecer en la cabeza y en las partes extensoras , que son las partes que quedan afuera como: las rodillas, los codos, el pecho y la cabeza. Se presenta como una placa roja escamosa y cuando se remueve una escama, el paciente sangra”, sostuvo el médico.

A pesar de que la psoriasis no es tan común en niños, sino más bien en jóvenes entre las edades de 15 a 25 años, el especialista aseguró que “puede darse antes o después de esa etapa”.

“A veces, la presentación en niños no es en los codos y en las rodillas, sino que puede dar al revés, lo que se llama psoriasis inversa. Por ejemplo, le da en la fosa antecubital, que es la parte contraria del codo”, indicó el dermatólogo.

Según el también catedrático en la Escuela de Medicina de Ponce, existen diversos factores que pueden provocar la aparición de este problema en la piel.

“Hay factores genéticos y autoinmunes. También hay factores ambientales porque el ambiente también influye, y hasta psiquiátricos o psicológicos porque el estrés puede provocar psoriasis y empeora”, sostuvo el doctor.

En el caso de los factores genéticos, el dermatólogo explicó que “si uno de los padres tiene psoriasis, el niño tiene un 10 % de posibilidad de que le dé (la condición). Si los dos padres tienen psoriasis, la posibilidad aumenta a un 50 %”, detalló.

Mientras que los factores psicológicos influyen grandemente en la aparición de la psoriasis, sobre todo en niños que han atravesado traumas severos.

“Generalmente, la psoriasis, igual que la alopecia (falta de cabello), el vitíligo y la neurodermatitis son condiciones que aparecen en niños que sufren estrés. Por ejemplo, cuando se le muere un padre, cuando le hacen bullying en la escuela, le puede salir un parchito sin pelo, le puede dar una manchita blanca, igual que le puede dar psoriasis”, explicó.

“Eso no se puede probar porque no hay pruebas de sangre para medirlo. Pero, cuando tomas el historial, los niños vienen de estar en tratamiento psiquiátrico, hay factores en el historial que te dirigen a que le empezó la enfermedad cuando se le murió el papá, cuando tuvo un accidente. Siempre hay un episodio histórico que determina que hay una coincidencia entre el episodio y el inicio de la enfermedad”, informó el médico.

Además de que la psoriasis puede ser desencadenada por experiencias traumatizantes y eventos estresores, la misma condición termina convirtiéndose en un estrés, más para los niños.

El problema de la psoriasis es que también da estrés, cuando la gente ve esas placas que no se les van de la piel o que les vuelven, a la mayoría les da estrés. También el picor le causa estrés y es un factor deprimente. La psoriasis causa depresión”, afirmó el catedrático.

En el caso de los menores, el tratamiento debe ser diferente al que se les suministra a los adultos, dada la fragilidad de la piel y porque estarán toda la vida siendo medicados para controlar la condición.

Manejarlo es más difícil porque en los niños no puedes usar los mismos medicamentos que en los adultos. Hay unos que se llaman los esteroides tópicos, pero en los niños tienes que usar esteroides tópicos no fluorinados porque los esteroides fluorinados dan atrofia de la piel. Cada vez que lo aplicas se gasta la piel y esos niños van a usar ese medicamento toda la vida. Así que hay que evitar los esteroides fluorinados”, recalcó el especialista, quien sugirió que las personas con problemas en la piel, primeramente visiten un dermatólogo.

Lo más importante en el tratamiento de un niño es que lo lleven a un dermatólogo porque nosotros sabemos cómo tratarlo. El problema es que le quieren dar algo para que se cure rápido. Si le dan clobetasol, eso gasta la piel y es muy fuerte. Igual que la betametasona, que también es muy fuerte. El tratamiento con el desonide se puede usar en la cara y no causa problema y el mometasone se usa en el cuerpo”, especificó.

Sánchez agregó que existen otros tratamientos como el LCD, el cual consiste en un producto de brea que se combina con los esteoroides tópicos y se usa por la noche porque es fototóxico, es decir que si el sol le da, te hace una quemadura, además de la luz ultravioleta, que es la fototerapia.

“Este tratamiento es con una máquina que emite rayos ultravioletas. Lo bueno de la fototerapia es que evita el uso de los esteroides y otros tratamientos como los biológios, que son unos tratamientos nuevos que son los más potentes que hay y se dan en inyecciones. Está aprobada para los adolescentes de 12 años, en adelante, pero, sobre todo, cuando tienen la psoriasis descontrolada en todo el cuerpo”, informó el profesor de medicina.

Lo más importante cuando se identifica que el menor padece de esta condición es que pueda ser evaluado por un especialista de la piel que le brinde el tratamiento necesario, ya que “hay que proteger a los niños en las terapias porque pueden ser más peligrosas que la misma condición”, concluyó el dermatólogo.