El Departamento de Salud se une a la campaña “Muévete al Son de MiPlato”, un esfuerzo de la Comisión de Alimentación y Nutrición de Puerto Rico (CANPR) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con el objetivo de orientar y detener el aumento acelerado en las tasas de prevalencia de obesidad.

“En Puerto Rico tenemos una tasa alta de obesidad. Las estadísticas más recientes reflejan que la prevalencia de obesidad aumentó de 65.9% a 69.8% en los pasados cinco años, entre la población de 18 años o más. Mientras, en el caso de la población pediátrica fluctúa entre 18% y 24%”, indicó la doctora Nivia A. Fernández Hernández, presidenta de la CANPR.

Reconociendo que la época navideña propicia una ingesta mayor de alimentos, la necesidad de orientar sobre las alternativas para una alimentación saludable es vital para evitar la ganancia de peso y los problemas de salud futuros.

“La obesidad es una de las condiciones crónicas más prevalentes en la isla. A esto, le añadimos que el sobrepeso y la obesidad se han convertido en las principales causas de muerte en los puertorriqueños. Es por esto que debemos estar consciente de lo que comemos durante todo el año y no descuidarnos durante la época navideña”, añadió Fernández Hernández.

Durante la pandemia del COVID-19 y los efectos de la cuarentena se han observado cambios en los patrones alimentarios y de actividad física que podrían afectar adversamente las condiciones de salud asociadas al sobrepeso y la obesidad.

El índice de masa corporal (IMC) elevado es un factor de riesgo para las enfermedades crónicas, no transmisibles tales como: enfermedades cardiovasculares (cardiopatías y accidentes cerebrovasculares), diabetes, trastornos del sistema músculo-esqueletal (osteoartritis enfermedad degenerativa de las articulaciones y algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon). El riesgo de contraer estas enfermedades crece con el aumento del IMC.

Fernández Hernández aseguró que el sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades crónicas asociadas, en su mayoría, pueden prevenirse limitando el consumo de calorías que provienen de las grasas y de los azúcares en los alimentos y aumentando el consumo de frutas y vegetales, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos. Así también, realizando actividad física periódica: 60 minutos en la niñez y 30 minutos en la adultez.

“En cuanto a la obesidad pediátrica, que se asocia con una mayor probabilidad de obesidad en la adultez, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta, los efectos más comunes son las dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, y marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares, así como resistencia a la insulina y efectos sicológicos”, agrgó Fernández Hernández.

Además, del llamado a celebrar la Navidad de manera segura’, se invita a ingerir porciones moderadas y hacer actividad física en el día.