El cereal que reprograma el sistema inmunológico para prevenir enfermedades crónicas
Ayuda con desequilibrios metabólicos y disfunción hepática.

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Una investigación realizada por científicos del Instituto IMDEA Alimentación, la Universidad Internacional de Valencia (VIU), el Grupo de Bioactividad e Inmunología Nutricional (BIOINUT) y el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos del CSIC demostró que los compuestos de la quínoa pueden reprogramar el sistema inmunológico y prevenir enfermedades metabólicas crónicas.
Efectos inmunonutricionales de la quínoa
El estudio destaca que la quínoa contiene fracciones proteicas de bajo peso molecular (PBPM), enriquecidas con inhibidores de la proteasa tipo serina (SETIs), y un extracto lipídico (qLF).
Estos componentes actúan sobre la homeostasis metabólica hepática y la inmunidad innata, previniendo desequilibrios inducidos por dietas altas en grasas. Los investigadores observaron que estos ingredientes promueven la expansión selectiva de efectores celulares del sistema inmune innato, clave en la prevención de enfermedades como la enfermedad del hígado graso asociada al metabolismo (EHGAM).
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Según el doctor Moisés Laparra, coordinador del Programa de Doctorado en Inmunonutrición, Genómica Nutricional y Alimentación de la VIU e investigador de IMDEA Alimentación, “la quínoa representa un claro ejemplo de cómo los alimentos funcionales pueden actuar como herramientas inmunonutricionales”.
Aplicaciones prácticas y recomendaciones dietéticas
Una de las aplicaciones prácticas sugeridas es la inclusión de harina de quínoa en la elaboración de pan, sustituyendo hasta un 20% de harina de trigo. Esta modificación ayuda a controlar alteraciones como el índice hepatosomático, la resistencia a la insulina y los niveles de triglicéridos periféricos, especialmente en personas con dietas ricas en grasas.
No obstante, los mayores beneficios se observan con el consumo de las fracciones proteicas específicas (PBPM), lo que subraya la necesidad de diseñar alimentos funcionales dirigidos que maximicen los efectos inmunonutricionales.
Las enfermedades metabólicas crónicas, como la EHGAM, afectan actualmente a entre el 15% y el 30% de la población mundial y están asociadas al 70% de las muertes a nivel global. Por ello, los investigadores destacan la importancia de la inmunonutrición como estrategia preventiva y terapéutica.
La doctora Aurora García Tejedor, vicedecana de Ciencias Biosanitarias en la VIU, explicó que “ingredientes bioactivos de la quínoa han mostrado una capacidad única para modular funciones hepáticas e inmunitarias, algo impensable hace solo unos años”.
Hacia la alimentación de precisión
El doctor Laparra subrayó que “las investigaciones más recientes han identificado a los macrófagos hepáticos como actores determinantes en el control regulado por la dieta del almacenamiento de energía hepática y la acumulación de grasa”. Estos hallazgos refuerzan el concepto de alimentación de precisión, en el que no solo importa qué se consume, sino cómo los nutrientes interactúan con la fisiología humana.
La recomendación dietética establecida por los investigadores es de 0,4 g/kg de peso corporal de estos compuestos, basada en estudios preclínicos.
Finalmente, los investigadores resaltan la necesidad de formar a los profesionales sanitarios en inmunonutrición, para acompañar a los pacientes en la adopción de hábitos alimenticios preventivos que puedan reducir la incidencia de enfermedades metabólicas crónicas y sus complicaciones.