1. Practica yoga, pilates u otra disciplina. Bajo supervisión, te ayudará a estirar y fortalecer tus músculos y mantener tu columna en su posición natural.

2.  No te quedes sentado. Estar ocho horas en la silla de la oficina sin levantarte puede hacerte daño. Cada 20 minutos, camina o muévete durante ocho minutos. Siempre que puedas sube por las escaleras.

3.  Cambia la silla de trabajo. Debe estar diseñada con un estilo ergonómico para mantener tu espalda recta y recoger tu zona lumbar.

4.  Aprende a sentarte. Los brazos deben estar a la altura del escritorio y los pies tocar el suelo.

5. Camina derecho. Esto implica espalda recta, hombros relajados y abdomen hacia dentro.

6.  Cuidado con los tacones. Procura vestirlos con moderación ya que modifican la postura del pie y del cuerpo al desplazar el peso hacia delante.

7. Evita el estrés. Es común que el cuerpo manifieste dolor como reflejo de emociones negativas y esto incluye el área de la espalda. Separa tiempo a diario para meditar aunque sea por cinco minutos.

8.  Ten mucho cuidado. El sentido común debe guiarte para evitar movimientos que puedan afectarte, como doblarte hacia el frente, en vez de doblar las rodillas, para recoger algo.