No basta con el malhumor que suele causar dormir menos tiempo del que necesitamos (o queremos), resulta que también engorda.

Según un estudio del Weill Cornell Medican College, en Catar, quitarle aunque sea 30 minutos a las horas de sueño cada día puede tener consecuencias a largo plazo para el peso corporal y el metabolismo.

“Mientras que estudios previos han demostrado que un periodo corto de sueño está asociado con obesidad y diabetes, se encontró que apenas una reducción de media hora al día puede tener un efecto significativo en el peso y en la resistencia a la insulina”, explicó el autor principal del estudio, Shahrad Taheri, según reseñado en el portal noticioso Newswise.

Relacionadas

Durante la típica semana laboral, a la que también se unen las tareas domésticas y otros compromisos, la gente suele privarse de sueño y esperan hasta el fin de semana para “recuperarlo”. Pero la realidad es que el sueño perdido no se recupera y ese déficit pude provocar una alteración metabólica a largo plazo, detonante luego de la aparición o el empeoramiento de la diabetes tipo 2.

“La pérdida de sueño está muy extendida en la sociedad moderna, pero en la última década fue que nos dimos cuenta de sus consecuencias metabólicas”, indicó Taheri. “Nuestros hallazgos sugieren que evitar un déficit de sueño puede tener efectos positivos en la circunferencia de la cintura y el metabolismo”.

Para el estudio, los participantes completaron un diario de sus horas de sueños durante una semana y calcularon el tiempo que les faltó dormir. Previamente los investigadores habían registrado la estatura, el peso, la circunferencia de la cintura y habían analizado muestras de sangre para determinar la sensibilidad a la insulina.

Al comparar los que tenían déficit de sueño con los que no, se encontró que los primeros eran un 72 por ciento más propensos a ser obesos.

Los investigadores recomendaron que, de cara a futuros estudios sobre condiciones metabólicas, se incluyan las horas de sueño óptimas en los participantes.