La idea de hacer ejercicios para mejorar nuestra salud es una sugerencia que cada vez nos resulta más familiar. Por fortuna, contamos con una diversidad de rutinas que se adaptan a nuestra realidad, y entre ellas,  una de las prácticas más comunes y fáciles de realizar es caminar.

Se trata de una alternativa que, contrario a lo que muchos pudieran pensar, produce una gran cantidad de beneficios a tu organismo. Como si fuera poco, es un ejercicio sencillo y accesible que no conlleva una gran inversión económica. Además, tampoco requiere de habilidades ni entrenamientos especiales.

Esta práctica favorece que el corazón trabaje más eficientemente, ayuda en el control de peso y, puesto que contribuye a mantener saludables los huesos, resulta de gran ayuda en la prevención de la osteoporosis.

Cabe señalar que cuando hablamos de caminar como ejercicio, no nos referimos a las veces en que, de manera interrumpida, das varios recorridos por toda la casa. Por el contrario, hacemos referencia al hecho de hacerlo por un mínimo de 20 a 30 minutos consecutivos, sin detenerte en ningún punto.

Para aquellas personas interesadas en comenzar a practicar este ejercicio, se recomienda iniciar una rutina con una intensidad lenta o moderada. En caso de que decidas aumentar la duración de la misma, es recomendable hacerlo de modo gradual.

Toda persona mayor de 50 años y con factores de riesgo cardíacos como la obesidad, diabetes, sedentarismo, fumar, hiperlipidemia (un trastorno de lípidos) y con un historial familiar de problemas del corazón debe consultar con su doctor antes de comenzar una rutina de ejercicios.

Medicina para tu cuerpo

Beneficios que recibimos cuando practicamos con regularidad el ejercicio de caminar.

■ Contribuye a quemar calorías, lo que ayuda a reducir la grasa del cuerpo.

■ Desarrolla masa muscular y provee fortaleza alrededor de las coyunturas, lo que mejora la calidad de vida de pacientes con artritis y otras condiciones musculoesqueletales.

■ Fortalece el corazón y permite que trabaje con mayor eficiencia.

■ Mejora los niveles del azúcar en la sangre.

■ Ayuda a prevenir el padecimiento de ciertos tipos de cáncer, entre ellos el de seno y el de próstata.

■ Disminuye el riesgo a padecer de enfermedades cardiovasculares.

■ Reduce los niveles de colesterol en la sangre.

■ Mejora el estado de ánimo y ayuda a reducir síntomas de ansiedad y depresión.

■ Fortalece la densidad ósea de personas con osteoporosis.

■ Contribuye en el tratamiento de la presión arterial elevada o hipertensión.

■ Favorece la circulación de los órganos genitales y, por ende, las relaciones sexuales.